La Fundación Ciudad y Transporte realizó un estudio en al servicio que prestan los taxis en Bogotá, infortunadamente para el gremio, el resultado de dicho estudio, puso en evidencia varios aspectos desfavorables en este sistema de transporte público.
En entrevista con LA FM, Juan Sebastián Moreno, coordinador de investigación de la Fundación Ciudad y Transporte, confirmó que el servicio que prestan los taxistas se rajó en un estudio realizado por la fundación, pues durante el año en que se efectuó dicho análisis, se pudo concluir que el servicio tiene problemas en cuanto a las condiciones laborales de los conductores, constantes dinámicas de criminalidad, sobrecostos en las tarifa por adulteración de taxímetros entre otras, por lo cual la entidad recomendó diseñar mecanismos que mejoraren las fallas detectadas.
Luego de hacer el respectivo análisis del estudio, la Fundación Ciudad y Transporte le pidió al Gobierno que haga claridad en referencia al Decreto 1047 de 2014, el cual obliga a los conductores a estar afiliados al Sistema Integral de Seguridad Social, pues en este aspecto se han tenido falencias al combatir las condiciones de informalidad y precariedad que afecta a los taxistas.
Haciendo énfasis en la seguridad que presenta el servicio, también se le recomienda a las empresas afiliadoras de taxis, que destinen una mayor inversión en tecnología que permita a todos usuario obtener las credenciales legales del conductor, y de igual manera se puede efectuar una calificación sobre el comportamiento en desarrollo de quien preste el servicio.
Haciendo énfasis en la seguridad que presenta el servicio, también se le recomienda a las empresas afiliadoras de taxis, que destinen una mayor inversión en tecnología que permita a todos los usuarios obtener las credenciales legales del conductor, y de igual manera se puede efectuar una calificación sobre el comportamiento en desarrollo de quien preste el servicio.
Por otra parte, si bien los resultados pueden ser benéficos para que se normalice la situación entre el servicio tradicional de taxi y la empresa multinacional Uber, esto puede ser causal de más controversia y fuertes roces entre los conductores de dichas empresas.
Vale la pena recordar que Uber llegó a finales de 2013 con un centenar de vehículos afiliados, y la demanda en Bogotá ya venía siendo acaparada por aplicaciones como Tappsi y Easy Taxi, que para la época tenían más de 500.000 usuarios. Para mayo de 2014, empezaron las agresiones de taxistas hacia vehículos blancos, pues muchas personas en la capital se acostumbraron a usar la aplicación Uber por termas de seguridad y la prestación del servicio.
Las acciones de los amarillos ha llevado a que una gran masa de bogotanos apoye a Uber, sobre todo en redes sociales con tendencias como #UberSeQueda o videos que muestran a los blancos como los buenos.
Por último la Fundación, que ha adelantado varios trabajos para algunas secretarías de la Administración Distrital, solicitó como modificación al servicio, el anticipar el valor de la carrera, actualizar permanentemente las bases de datos de conductores y la identificación del automotor para compartirlas con las autoridades. De esta forma se busca cumplir con un servicio más complementario.
