El presidente de EEUU, Barack Obama, ofreció a los votantes un camino “difícil” que llevará a un “lugar mejor”, convencido de que los problemas del país “se pueden resolver” en un discurso centrado en la economía con el que aceptó la candidatura demócrata a la reelección.
Su discurso del jueves ante unas 20.000 personas en el Time Warner Cable Arena de Charlotte, realista frente al tono esperanzador del que pronunció en Denver en 2008, repasó las dificultades que afronta el país y sus propuestas en contraste con las republicanas, planteando medidas concretas para que la economía repunte.
“El camino que estoy ofreciendo no es rápido ni fácil (…) No me eligieron para que les dijera lo que quieren oír, sino para que les dijera la verdad. Y la verdad es que llevará más que unos pocos años resolver problemas acumulados durante décadas”, subrayó Obama en la clausura de la Convención Demócrata celebrada en Charlotte (Carolina del Norte).
Obama quiso transmitir a los votantes que necesita más tiempo para terminar “la misión” iniciada en 2008, como dijo un poco antes de su intervención su vicepresidente, Joe Biden, con quien volverá a formar tándem para buscar la reelección el 6 de noviembre frente al republicano Mitt Romney.
Las elecciones de hace cuatro años “no fueron sobre mí. Fueron sobre ustedes. Mis ciudadanos, ustedes fueron el cambio”, afirmó Obama, que fue ovacionado en varias ocasiones por un público entregado.
“Reconozco que los tiempos han cambiado desde que hablé por primera vez en esta convención (en 2004). Los tiempos han cambiado y yo también. Ya no soy sólo un candidato. Soy el presidente”, declaró.
Con la economía como principal preocupación entre los votantes, pidió a los estadounidenses que se unan alrededor “de un conjunto de metas para el país” en temas como la industria manufacturera, energía, educación, seguridad nacional y déficit.
Además, Obama dijo que tiene un “plan real y alcanzable que dará lugar a nuevos puestos de trabajo, más oportunidades y a reconstruir la economía sobre una base más sólida”, con énfasis en esa defensa de la clase media que ha convertido en uno de sus emblemas de campaña.
Superar los problemas actuales requerirá, según Obama, “esfuerzo común, responsabilidad compartida y el tipo de experimentación audaz y persistente que persiguió Franklin Roosevelt” durante la Gran Depresión.
Las decisiones que se tomen en los próximos años “tendrán un gran impacto en nuestras vidas y en las vidas de nuestros hijos”, sostuvo Obama.
Su discurso, de casi 40 minutos, incluyó propuestas en energías limpias y educación, y dedicó una buena parte a criticar las posturas de Romney, especialmente en política exterior.
“No llamas a Rusia nuestro enemigo número uno, en vez de a Al Qaeda, a menos que sigas atrapado en la era de la Guerra Fría”, anotó Obama en alusión a Romney, a quien tildó de “novato” en política exterior.
“Puede que no estés preparado para hacer una visita diplomática a Pekín si no puedes visitar unos Juegos Olímpicos sin insultar a nuestro mayor aliado”, ironizó en referencia a las declaraciones que hizo Romney en Londres, en las que cuestionó si la ciudad estaba preparada para ser sede de ese acontecimiento deportivo.
No faltaron las menciones a la muerte de Osama bin Laden y al fin de la guerra en Irak, dos de los mayores éxitos de su mandato, y tampoco el tributo a las tropas estadounidenses, “una generación con la que estamos siempre en deuda”, según Obama.
“El nuestro es un futuro lleno de esperanza. Si comparten esa fe conmigo, si comparten esa esperanza conmigo, les pido esta noche su voto”, expresó Obama.
Su mujer, Michelle, y sus dos hijas, Malia y Sasha, se unieron a él en el escenario en la clausura de una jornada que contó con intervenciones de estrellas como Eva Longoria y Scarlett Johansson, y en la que el cantante Marc Anthony entonó el himno nacional.
Biden, por su parte, centró su discurso en dos “momentos de crisis” para Obama: el rescate de la industria automovilística en 2009 y la operación que acabó con Bin Laden en 2011, y alabó el carácter del mandatario.
“Yo le he visto, día tras día. Nunca se ha rendido, nunca se ha echado atrás. Siempre se hace la misma pregunta: ¿Qué significa esto para el estadounidense de a pie?. Ése es quien es él”, aseguró.
Destacado fue, además, el discurso del senador John Kerry, que indicó que EEUU necesita un presidente “excepcional” como Obama, y la aparición sorpresiva en el escenario de la excongresista Gabrielle Giffords, que fue gravemente herida en un tiroteo durante un acto público en Tucson (Arizona) en 2011.
La convención, en la que participaron durante tres días 6.000 delegados demócratas de todo el país, la abrió Michelle Obama con un brillante y emotivo discurso enfocado en las cualidades personales y valores de su marido.
Mientras, el expresidente Bill Clinton cautivó el miércoles con un eficaz alegato en favor de un presidente en el que cree.