Los alcaldes y productores de leche del conocido Valle de Ubaté encendieron las alertas por el posible detrimento económico para esta y otras regiones que se verán seriamente afectadas por los productos lácteos importados por la vía del TLC y que para angustia de los productores tiende a agravarse.
En diálogo con Confidencial Colombia el Alcalde de Ubaté, Carlos Humberto Santana Malaver aseguró que sin temor a exagerar se puede aseverar que las quiebras por los impactos del TLC ya empezaron y explicó que para no ir tan lejos se prevé que para finales del año el precio de la leche pase de 700 pesos en promedio, pase a 500 ó 400 pesos el litro, situación que resultará más que adversa para los ganaderos.
Dijo que no se justifica que un productor que vende el litro de leche a 650 pesos, en la noche se la compre al industrial a más de 1.800 pesos. “Esto demuestra que los tratados de libre comercio se hicieron a las carreras y sin análisis de fondo que golpearán fuertemente a varios sectores productivos del campo”.
Agregó que Gobierno y Congreso están en la obligación de fijar políticas de estado que apunten a mejorar la situación de los miles de productores y trabajadores del sector rural que hoy no ven luz al final de túnel por toda la perspectiva de importaciones de bajo costo que necesariamente cerrarán hatos, fincas productivas de alimentos y obviamente agroindustria.
Expresó su malestar por la falta de compromiso estatal con el campo y dijo que lamentablemente en Colombia jamás se copiaron modelos de países desarrollados en donde la economía agrícola y pecuaria es respaldada por ayudas e incentivos para los productores.
“Aquí todo es a la inversa, en lugar de ayudar al campesino lo ponemos a pagar impuestos y le castigamos su rentabilidad. A ese paso y con las compras considerables de alimentos no tendremos campos productivos ni empleo”, sentenció el señor Santana.
Comentó que la misma industria se encargó de darle la estocada al campo porque la industria cervecera que compraba toda la cebada nacional, optó por alquilar terrenos en Canadá, sembrar con subsidios en ese país e internarla a Colombia hasta acabar con esa actividad.
“A este ritmo vamos camino a ser un país netamente importador de alimentos con el pesar que Colombia tiene toda la capacidad de producir alimentos para abastecer al continente americano. Para rematar no somos petroleros como Venezuela y eso nos deja aún mas mal trechos”, dijo el Alcalde.
A criterio del mandatario municipal, el Gobierno de turno pecó en adelantar acuerdos comerciales sin la preparación debida en el campo pues es visible la falta de tecnología e innovaciones en la producción para generar menor impacto.
Para el caso de Ubaté, el escenario es más que preocupante porque la producción pasó de 220.000 a 110.000 litros de leche por día, es decir un 50 por ciento menos como consecuencia de la pasada ola invernal toda vez que la región no se recupera del todo de esa situación.
“El futuro de los más de 5.000 productores de Ubaté es incierta porque los precios con tendencia a la baja desincentivan a cualquiera. Pueda ser que con estas tendencias y ojala Dios no lo quiera nos toque comprar mazamorra chiquita Made in USA”, Concluyó el burgomaestre quien invitó a la concertación y a la búsqueda de soluciones con el Gobierno con el diálogo coherente y sustentado mas no a través de las vías de hecho porque un paro agrario, contrario a todo, complicaría más las cosas.
Campesinos preocupados
Rafael Casallas es un pequeño productor de leche que vive de los rendimientos que den sus ocho vacas. Este campesino del Valle de Ubaté también expresa sus temores por la tendencia que muestran los precios de la leche.
Paras este hombre de unos sesenta años, de tez blanca y cachetes rojos, quemados por el sol y el hielo de las madrugadas la situación es de alarma total, sin embargo es consciente que para sobrevivir en medio de la dura competencia que ya se siente es necesario darle un vuelco a los sistemas de producción lechera y e así como encontró bondades en la asociatividad. “Es un hecho, la unión hace la fuerza y eso lo dejamos pasar por años”.
Con mirada tímida y sonrisa huraña, Casallas dice que la importación de lactosuero tiene postrada la actividad ganadera y puntualmente la que tiene que ver con producción de leche.
Los costos de producción, dice, han golpeado la rentabilidad porque anteriormente con una cantina de 40 litros cubría gastos de producción, ahora requiere de dos cantinas de igual cantidad, lo que demuestra que el negocio está perdiendo su encanto.
En medio de las dificultades, varios productores visitan Agroexpo 2013 para mirar tendencias en innovación y mejoras en producción.