El presidente de Rusia, Vladímir Putin, insistió hoy en que para conseguir un arreglo de la situación en Siria es imprescindible detener primero la violencia y sentar a la mesa de negociaciones a las partes enfrentadas.
“A nuestro juicio, hoy lo más importante es detener la violencia y obligar a todas las partes del conflicto, al bando gubernamental y los así llamados insurgentes, a la oposición armada, a sentarse a la mesa de las negociaciones”, dijo Putin.
El jefe de Estado de Rusia hizo estas declaraciones en entrevista al canal ruso de televisión Russia Today, que emite en inglés, árabe y español.
El objetivo de esas negociaciones sería “determinar un futuro que garantice la seguridad de todos los participantes en el proceso político interno”, y solo después, insistió Putin, se podrá “dar pasos prácticos respecto al sistema político” de Siria.
“Entendemos perfectamente que allí se necesitan cambios, pero ello no significa que los cambios han de ser sangrientos”, recalcó.
El presidente ruso insistió en que “no se deben tomar decisiones, impuestas por una de las partes e inadmisibles para el desarrollo de los acontecimientos” y “lo primero que hay que hacer es detener el suministro de armas a la zona de conflicto”.
“Nuestra posición se basa (…) en el deseo de crear una situación propensa a un desarrollo positivo de aquí a muchos años en el futuro”, dijo, y argumentó su posición con un breve recorrido por los acontecimientos de los últimos años.
En Afganistán, dijo, los aliados están ocupados ahora de “cómo salir corriendo de allí”, en Libia “prácticamente hasta hoy día se libra una lucha armada entre distintas tribus”.
Y respecto a Egipto, Libia, Túnez y Yemen, acaso “¿llegó el orden y el bienestar total a estos países?”, preguntó.
“Nos preocupa, por supuesto, la violencia en Siria, pero también nos preocupa lo que pueda suceder después”, dijo Putin.
El presidente ruso calificó de “política muy peligrosa y miope” los intentos de utilizar a “combatientes de Al Qaeda, o a militantes de otras organizaciones con puntos de vista igual de radicales, para alcanzar sus objetivos en Siria”.
Semejante actitud, dijo,”conlleva consecuencias muy graves” y recordó que tras la invasión soviética de Afganistán los “actuales socios” de Rusia “apoyaron al movimiento insurgente y crearon de hecho a Al Qaeda, que más tarde asestó el golpe contra los propios Estados Unidos”.
Según Putin, el “apoyo del terrorismo en Siria” es “lo mismo que abrir las puertas de Guantánamo y mandar a Siria, para que combatan, a todos los allí recluidos”.
“Lo que no hay que olvidar es que después esa gente atacará a sus actuales benefactores. Y esa gente ha de recordar que para ellos será creada una prisión similar a la que hoy existe junto a Cuba”, dijo.
El presidente de Rusia rechazó las críticas de la gestión de la ONU respecto a Siria.
Putin advirtió de que La ONU y el Consejo de Seguridad podrían desaparecer, al igual que sucedió con la Liga de Naciones, “si se convierten en instituciones que toman decisiones en favor de una de las partes interesadas”.
“El Consejo de Seguridad de la ONU y la ONU en general sirven para buscar compromisos. Es un proceso complicado, pero solo como resultado de esa minuciosa labor se puede confiar en el éxito”, remarcó.