Quindío ofrece naturaleza, confort y café

En medio de las vicisitudes y el reacomodamiento urbano tras el terremoto de 1999, el departamento del Quindío y su capital Armenia, le apuestan a nuevas ofertas y nuevos servicios cargados de valor agregado y calidad.

Según la gobernadora del Quindío, Sandra Paola Hurtado Palacio, el sismo no se dio únicamente en el suelo cuyabro, sino en la economía toda vez que el desplome en los precios del café y la revaluación han castigado las rentas departamentales, dejando la región en vilo.

Para la funcionaria ha resultado más que importante posicionar en turismo la marca Quindío en donde se brinda el paisaje cultural cafetero de gran promoción dentro y fuera del país.

“Estamos contándole al mundo sobre nuestros parques temáticos, nuestros paisajes y obviamente sobre todo el entorno cafetero. Otro aspecto que ofrecemos es nuestra cultura y la calidad de nuestras gentes”, declaró la señora Hurtado.

Narró que la diversificación ha significado todo un proceso de capacitación y sacrificio por parte de los empresarios y productores que le han apostado a una nueva opción económica basada en el paisaje y la preservación. Invitó a los colombianos a disfrutar del destino quindiano, el cual es muy apacible y por fuera de los acostumbrados viajes de sol y playa.

El año anterior más de 600.000 personas visitaron el Quindío, siendo los más fieles turistas los bogotanos, vallecaucanos, costeños, tolimenses y varias personas de regiones que ven una nueva opción de descanso en el departamento cafetero. Del extranjero, dijo, han venido y están viniendo turistas de Asia, Estados Unidos, Alemania, Rumania, China, Japón y América Latina. Estos viajeros buscan puntualmente un turismo ecológico y de máxima tranquilidad.

Los graves líos cafeteros


La Gobernadora del Quindío aprovechó su visita a Bogotá para abordar el asunto del paro cafetero que ha dejado saldos lamentables y por fuera de la institucionalidad cafetera.

Afirmó que el paro cafetero es una realidad bastante amarga que se fortaleció por la postración económica de los caficultores y la falta de acción del Gobierno nacional que hace lo que puede, pero no lo máximo.

Lamentó los agudos líos de orden público que han causado dramas en los productores del grano que son personas de bien y no agitadores como se les hace ver. Expresó su total rechazo por la infiltración de individuos ajenos a la protesta cafetera que se caracterizan por ser todos unos profesionales de la anarquía y el desorden. “Los cafeteros no son terroristas, tan solo son seres humanos con problemas que durante años le han aportado al desarrollo del país. En la marcha están propietarios de fincas y propietarios, pero entraron personas lejanas a la caficultura a dañar todo”.

Confió en las negociaciones entre cafeteros y Gobierno que buscarán salidas concertadas y legítimas, dentro del marco de la institucionalidad y la constitucionalidad.

Afirmó que las marchas tienen toda la justificación y reveló que los problemas son tan apremiantes que el comercio empezó a registrar caídas con el agravante de que ya hay cierre de negocios y locales de comercio formal. Manifestó que el desplome del precio internacional se combina tristemente con el ajuste en el valor de los insumos, los costos de producción y las importaciones de café avaladas con los TLC.

Los cafeteros, sostuvo, tan solo piden que se les garantice un precio de compra justo que les cubra los costos de siembra y que no los lleve a la quiebra, dejando miles de empleos al garete.

“La marcha quedó enlodada y saboteada por agitadores exógenos que no manejan el mínimo discurso cafetero”, apuntó.

Dijo que el Quindío debe mirarse de otra manera, toda vez que es un departamento sin industria que requiere de ayudas no asistencialistas que le permita salir del embrollo en el que se encuentra, por lo pronto el turismo y sus alegres gentes son la nueva opción de renta.