Reclamante de tierras asesinado en Urabá fue sacado de su casa con engaños

La Agencia de Prensa del Instituto Popular de Capacitación de Medellín, reveló en las últimas horas que Porfirio Jaramillo, el líder y reclamante de tierras que fue asesinado el fin de semana en la región de Urabá, fue sacado de su casa por dos personas que se hicieron pasar como funcionarios de la UNP.

Según relata el IPC, el campesino de 70 años fue sacado de su casa el sábado en la noche, en la vereda Buenos Aires, corregimiento Nuevo Oriente, municipio de Turbo. “Hasta allá llegaron cuatro hombres armados que se transportaban en dos motocicletas y se lo llevaron con engaños”.

El informe revela el relato de otro reclamante de la zona, quien también se encuentra amenazado y pidió la reserva de su identidad, esta persona refiere que “los motociclistas llegaron a eso de las ocho de la noche a la finca “El consuelo”. En ese momento, Porfirio estaba adentro de la casa reunido con su familia. Le dijeron que iban de parte de la Unidad Nacional de Protección para entregarle el esquema de seguridad. Él aceptó y se montó en una de las motos”.

“Su hijo y otro familiar preguntaron si podían acompañarlo. Los hombres le dijeron que los siguieran en una moto de la familia. Pero después aceleraron tanto que los acompañantes no pudieron alcanzarlos. Ya preocupados, se comunicaron con otros líderes para que alertaran a las autoridades sobre lo ocurrido. Algunos pobladores de Nuevo Oriente dijeron ver las motos pasar” señala el informe del IPC.

Finalmente, el informe manifiesta que la Policía de Turbo acudió al llamado. “Encontraron, primero, una de las motos de los captores varada a la entrada de la vereda Guacamayas, territorio del Consejo Comunitario de La Larga Tumaradó. Luego, pasada la media noche, a eso de la 12:30 a.m., encontraron el cuerpo degollado de Porfirio en un sector conocido como El Tigre, en la carretera que conecta a Nuevo Oriente con el municipio de Chigorodó”, concluye.

Había denunciado amenazas

Carlos Páez presidente de Tierra y Paz, asociación de víctimas reclamantes a la que pertenecía Porfirio Jaramillo, manifestó que debido al conflicto armado que azotaba a Urabá en el año 1997 Jaramillo y su familia se vieron obligados a abandonar las 33 hectáreas de su finca El Desancaso.

De igual manera relata que “en 2014, cuando retornaron sin acompañamiento institucional, sus predios ya tenían otro supuesto dueño: un hombre conocido como “el cura”, quien estaría relacionado con otros casos de despojo de tierra y tendría vínculos con paramilitares”.

Con el asesinato de Porfirio Jaramillo ya son 73 los reclamantes de tierras asesinados en Colombia desde el año 2008. En lo que va del año, en Antioquia han asesinado a cuatro defensores de los derechos humanos, incluido el señor Jaramillo, y han sido amenazados otros once.