DIM y Santa Fe se dejaron todo por decidir para el próximo sábado en el Nemesio Campín. Antioqueños y paisas se conformaron con las tablas en un encuentro donde el Poderoso comenzó mandando pero se acabó desinflando. El trabajo defensivo destacó en ambos bandos y tan solo Quintero puso el distintivo al duelo parejo.
Es la única buena noticia de un partido donde las ocasiones se contaron con los dedos de una mano. La gran actuación del mediapunta de Medellín permite soñar con el regreso de unas de las promesas con más talento que han salido del fútbol colombiano en los últimos años. Su mala cabeza le había desviado del camino, pero con que se ponga la mitad de serio es capaz de decidir cualquier partido sin apenas despeinarse. En la ida de la Superliga mostró detalles que hacen pensar que pretende aplicarse.
Su claridad en la visión de juego le brindó casi todas las oportunidades que dispuso el DIM en el primer periodo. Sus habilitaciones a la espalda de la defensa generaron problemas a la zaga cardenal. Costas volvió a colocar su dibujo con la línea de tres centrales y el Poderoso, muy inteligente, le hizo daño ampliando el campo. Casi cantaron gol, con una ocasión doble que empezó Quintero con un pase profundo a Mosquera. Este le cedió a Hechalar, que se giró en el área y sacó un disparo blando que rechazó Castellanos y le cayó a Caicedo. El disparo de este último lo sacó sobre la línea de meta Tesillo.
Santa Fe se defendió con sus armas de los ataques de Medellín. Con un discurso clavado al que predicó en el último semestre, los de Costas se defendieron con contundencia y buscaron su oportunidad en mitad del letargo en el que acaban convirtiendo la mayoría de encuentros. Por poco lo consiguieron en el tiempo de descuento, con un remate de Stracqualursi que lamió el travesaño. Su juego lento terminó por dormir a un DIM, que comenzó imponiendo y se acabó desinflando.
En la segunda mitad apenas hubo atisbos de cambio en el marcador. Medellín intentó resistirse al empate, pero apenas lograron intimidar la sólida muralla cardenal. Quintero se apoderó de la bandera rebelde. Con más minutos en sus pesadas piernas -que hacía meses no competían de pleno-, se mostró más descartado que en la primera parte. En Santa Fe, solo Stracqualursi inquietó al enemigo.
Los cardenales echaron en falta las asistencias de Gómez y la pelea de Botello. En la vuelta del próximo sábado en el Nemesio, se cuenta con la presencia de al menos el primero de estos. De Medellín sacan un excelente resultado. Una ligera ventaja que, de corroborarla en casa con un planteamiento al más puro estilo Costas, les hará claros vencedores para el primer trofeo del año.