"Si se respetan los términos se otorga la licencia"

Luz Helena Sarmiento, directora de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, habló sobre los escollos y trámites que debe sortear una solicitud de licencia ambiental y sobre lo que es el desarrollo sostenible desde la perspectiva del Gobierno.

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales es la entidad encargada de recibir, estudiar, evaluar y aprobar o negar las diferentes licencias ambientales que permiten llevar a cabo los distintos proyectos de infraestructura, minería y exploración petrolera, entre otros.

Su directora, Luz Helena Sarmiento dialógó con Confidencial Colombia y explicó muchas de las situaciones que se han presentado durante su gestión, así como respondió al algunas de las críticas que se le han venido haciendo a la Autoridad.


Confidencial Colombia ¿Cuál es el balance de este primer año, que cumple la Autoridad Nacional de Licencia Ambientales este 27 de septiembre?

Luz Helena Sarmiento La Autoridad, se crea el 27 de septiembre de 2011 con una funcionaria, que fui yo. Un mes después se incorporan trece funcionarios que venían de la dirección de licencias ambientales, adscrita al ministerio de medio ambiente. Luego a finales de octubre y principios de noviembre se contratan aproximadamente 150 técnicos que ya venían evaluando todas las licencias ambientales de gran envergadura en el país.

La labor en la Autoridad ha sido titánica. Mientras que en el 2010 se procesaron 58.000 procesos, este año esperamos 90.000 procesos y el próximo 120.000. La progresión es muy alta; el tema de las locomotoras realmente esta funcionando y por esta oficina pasan esos proyectos.

Podemos decir que nos estamos poniendo al día. Recibimos la autoridad con un 95% de atraso en las licencias de todos los sectores; hoy estamos al día en todo lo de minería, que no es mucho; lo del sector de energía, el sector agroquímico, y estamos quedando a final de este mes, al día en todo lo de infraestructura y petróleos.

C.C. ¿Cuando se fortalece la ANLA?

L.H.S. El fortalecimiento real de la Autoridad Nacional de Licencias se da entre tres y cuatro meses después de creada, cuando se le asignan unas transferencias a la Autoridad para poder hacer la contratación del personal.

El hecho de que fueran 90.000 procesos revisados por unas 150 personas hacía imposible que todo se pudiera llevar a término de manera rápida. Además, de esas 150 personas, solo 13 eran funcionarios, hoy el balance es que hemos prácticamente triplicado el número de técnicos contratadas.

Nosotros funcionamos por demanda, eso es algo que se debe decir porque a veces nos reclaman por no tener funcionarios exclusivamente. Ahí viene un caso que yo uso como ejemplo para explicar la situación: si el petróleo sube, la inversión extranjera sube en Colombia. Aumenta la exploración y demás situaciones asociadas a la actividad petrolera, pero si llega a bajar la exploración de petróleo o de cualquier otro mineral que necesite licencia, lo que pasa es que ya no hay solicitudes de licencia y ya no se necesitarían tantos funcionarios.

Nosotros empezamos a engranar hace muy poco, es tan visible esa situación que aquí estamos compartiendo espacio con el Medio Ambiente y el Ministerio de Vivienda. Cuando empezamos teníamos tres técnicos o cuatro personas por cada puesto de trabajo. Sin embargo, ya estamos viendo la luz al final del túnel.

Acá en la Autoridad no solamente damos o negamos licencias ambientales sino que también le hacemos seguimiento a todos los que tienen licencia ambiental, especialmente a los grandes proyectos. Hay unos proyectos como el Quimbo, las grandes vías, los túneles y demás, que tienen hasta cinco o seis visitas al año para hacerles seguimiento permanente.

C.C. Pero existen críticas hacia la gestión de la Autoridad, en el sentido de que están demorando los licenciamientos, algo que genera un estancamiento de las locomotoras.

L.H.S. Los gremios dicen, especialmente el gremio petrolero, que tenemos duplicados los tiempos de licenciamiento, y es cierto. Pero es que traíamos un 95% de atraso donde venían licencias de dos y hasta tres años. Entonces, cuando damos la orden de acelerar la revisión y entregar una licencia que lleva un año en estudio, y eso se hace en cuatro meses, no se va a notar que fueron cuatro meses sino que fueron 16 y eso da la impresión de un retraso.

C.C. ¿Qué tan complicado es otorgar una licencia ambiental?

L.H.S. Son procesos complejos porque evaluamos realmente que el desarrollo sostenible del país, efectivamente se dé. Es claro que nuestro trabajo nunca va a dejar satisfecho a nadie. Los muy ambientalistas van a decir que nosotros somos laxos, y cada vez que nosotros damos una licencia dicen “el ambiente pierde”; por el contrario los gremios siempre se quejaran de nosotros porque, según ellos, somos muy duros.

Acá hay que concentrarse en pensar que se trabaja para esas personas que no tiene voz en algún pueblo o en una vereda a donde va a llegar un proyecto.

C.C. ¿Qué es lo más difícil de la labor en la Autoridad?

L.H.S. Lo complicado de la labor es saber que tienen que ganar los dos, tanto el que pide la licencia, como el medio ambiente. Eso es, realmente, el desarrollo sostenible. Todo proyecto tiene sus impactos negativos y positivos, eso es inevitable, no es llegar a la suma cero. Es decir que yo impacto el ambiente en este punto y de esta manera y además de compensar aporto algo.

C.C. ¿Las licencias tienen en cuenta solo los impedimentos ambientales?

L.H.S. Ambientales y sociales.

C.C. ¿Cementerios indígenas, por ejemplo?

L.H.S. En esos casos tiene que haber un levantamiento hecho por el ICANH, que determinará la realidad cultural de la zona. En ese caso no se otorga la licencia. Pero no creo que haya alguien tan corto de pensamiento como para pedir una licencia para un proyecto que vaya a pasar por un cementerio; del que sea, indígena o no indígena El tema social también lo evaluamos.

¿Cómo se fortalece una comunidad?, no solamente se trata de las mejoras económicas sino del fortalecimiento cultural, porque uno no puede pretender chantajear, prostituir, a esa gente tiene muchas necesidades.

C.C. Dentro de esos tramites, para solicitar una licencia ambiental frente a la autoridad, hay unos filtros, ¿Cuál es el filtro en el cual se quedan la mayor parte de las licencias que no se aprueban? , ¿Cuál es el escollo más grande que tienen?

L.H.S. El tema social es importante, por lo que decíamos, aquí no es de dar millones, aquí es de fortalecer la cultura, en ese caso. Por ejemplo cuando negamos la licencia en Santurbán, por que se estaba solicitando en un páramo. Puede ser que ahí exista el yacimiento más grande del universo, pero si está en un páramo no lo vamos a explotar porque es más costoso para el país en el futuro. Los servicios que nos prestan los páramos u otros ecosistemas estratégicos, no son compensados por el oro que se explote.

Otra dificultad es que muchos estudios vienen con mala información, o no se hizo la socialización o se hizo mal. En ese sentido las comunidades tienen derecho de conocer que dice el estudio, no es un poder de veto. Puede pasar que uno va a la comunidad y pregunta:

¿Le contaron qué es el proyecto?

¿Qué impactos va a tener?

¿Cómo los vana a manejar?

No

Cuando eso pasa hay que llamar al solicitante de la licencia y reiterarles la importancia de la socialización, pero si a la segunda oportunidad no lo hacen pues no hay licencia

C.C. ¿Cuál es el sector que más a crecido en cuanto a solicitud de licencias?

L.H.S. Por ejemplo, en el sector petrolero hemos aumentando las solicitudes casi en un 250%. El sector de infraestructura también ha crecido mucho.

Ante esas eventualidades acabamos de financiar un sistema de consulta que se llama Tremarctos. El sistema muestra todos los ecosistemas críticos del país y cualquier inversionista o cualquier persona puede entrar y montar su proyecto. Ingresa las coordenadas y entonces, el sistema, le dice “a usted ni se le ocurra pasar el proyecto por aquí porque se lo van a negar”.

Hay reglas claras, tenemos términos de referencia que se están fortaleciendo y nosotros lo que hemos hecho es tratar de empezara a tener la casa muy organizada y tener herramientas tecnológicas especializadas y grupos de apoyo.

Esta es una labor que exige que tengamos en cuenta que el desarrollo del país no riñe, ni puede reñir con el medio ambiente y que cuidar la naturaleza no implica decirle que no a todo proyecto de infraestructura o minería. Si se respetan los términos se otorga la licencia.