Tomorrow is Now

Orlando Sandoval, productor, compositor, arreglista, pianista y músico desde la cuna, sean tal vez algunos de los méritos que hacen de este hombre uno de los artistas preferidos para ir a ver en el festival de Jazz más importante de Bogotá.

Pero es su actitud frente a la vida y sus ánimos de la búsqueda de la libertad, lo que lo hace uno de los personajes imperdibles en Jazz al Parque, el festival que organiza Idartes para los amantes de este género en la capital.

Orlando Sandoval nació en Bogotá y a muy temprana edad mostró su profundo interés por la música. Sin embargó él reconoce que esta actitud y talento lo heredó gracias a su familia.

“Desde mi infancia hubo una cuna musical en mi familia. Tengo dos hermanos músicos que están dedicados profesionalmente. En la casa siempre había música clásica, siempre había rock, y todo apoyado por la visión de mis papás y su gusto musical” comenta emotivamente Osvaldo, recordando los días que lo iniciaron en lo que sería su vida para los próximos años.

Sandoval inició su vida profesional en la música clásica. Fue hasta la adolescencia que encontró esa fuerte raíz que lo amarró a uno de los géneros más libres y armónicos que se escuchan desde 1924, cuando un periodista del New York Times se refirió a ella como “el retorno de la música de los salvajes”.


Confidencial Colombia: ¿Por qué dedicarse al jazz?


Orlando Sandoval: Inicié tomando clases de música clásica. Después de eso escuché en la adolescencia el rock; eran los 70’s. Me encontré con el progresivo de Genesis, de Pink Floyd. Y entonces Descubrí como se fusionaba con la música clásica que me gustaba en ese entonces.

Eso me pareció sorprendente. Entendí que fue ésta la música que me hizo tomar la decisión de ser músico, [aunque la vida es la que toma la decisión por uno].

Si uno lo piensa fríamente, uno no elige la música, que porque es un camino muy duro para vivir. Sin embargo, si uno lo hace constantemente es supremamente gratificante. Es duro vivir de la música pero es gratificante vivir haciendo música.

Con esa fusión de músicas de los 70’s quedé hipnotizado, seguí con mis estudios de música clásica y empecé con el jazz.

Nunca saqué música de oído, yo me sentaba al piano, y en eso fui afortunado. A parte de mis estudios de música clásica tocaba lo que me sonara, iba mandando las manos como buscando música.

Después, con los años, me di cuenta que es la música la que lo encuentra a uno, aunque en aquella época yo empezaba a mandar las manos para aquí y para allá.

Yo creo que eso despertó en mí una sensibilidad para componer, aquello que hago desde siempre, o desde los 18 años más o menos. El jazz vino después de esa fusión del rock. Considero al jazz por excelencia la música en la que se puede expresar la libertad. Hay espacio para la improvisación.

Considero que el jazz es un atractivo muy grande para el ser humano. Un sitio donde se puede ser libre, donde nos podemos expresar, donde ponemos las emociones. Es cierto que en todos los géneros musicales también se hace, pero aquí es en tiempo real y eso es lo que lo hace más atractivo.


CC: ¿Por qué es difícil vivir de la música. Y cómo, sobre todo con un género desconocido por muchas personas?


OS: Vivir del jazz es casi imposible en un país como Colombia. Empezando porque no es la música que se hizo en esta país. Aquí nuestras músicas son muy diferentes.

El jazz es algo que viene de afuera, igual, en el mundo entero el jazz es minoritario, incluso en los estados Unidos, -que es como el origen-, y en Europa en el que hay un nivel cultural más alto para la música o, digamos, una conciencia de la necesidad de la música en el desarrollo del ser humano. Yo diría que es más eso, una conciencia, el jazz igual es de minorías.

Cada vez hay más adeptos, sin embargo es difícil porque no hay espacios para el jazz. Lo más curioso es que cuando estudié tuve que irme al exterior porque aquí no había ninguna universidad ni academia que tuviera cátedra de jazz, hoy por hoy las cosas han cambiado, está la javeriana, los andes, la Sergio arboleda, la Inca, y bueno, muchas otras más.

Adeptos hay en todos lados, pero no hay espacios para hacer jazz. Entonces vivir del jazz es súper complicado. Debido a eso y porque también me gusta, -en mi caso personal, aunque a mí me gusta toda la música con tal que sea buena, porque toda la música es buena si está bien hecha-, empecé a trabajar haciendo de todo, arreglos, producciones musicales de muchos géneros que van desde rancheras hasta jazz pasando por pop, rock y baladas.


CC: ¿cómo ve el Festival Jazz al Parque cómo apuesta para buscar adeptos?


OS: Una maravilla. Es un espacio, que me parece, ha hecho que mucha más gente conozca el género. Y sobre todo que conozcan que el jazz, una música supremamente amplia, que gracias a la globalización y a como el mundo se ha hecho más cercano a los medios de comunicación, está creciendo.


CC: ¿Como siente la evolución del Jazz?


OS: El jazz no es aquel jazz de New Orleans, de los años 50’s, y eso me encanta. Hoy por hoy, el jazz se ha fusionado con cualquier cantidad de músicas del mundo entero. Hay un jazz colombiano que se ha fusionado con nuestro folclore, y así es en todos los países del mundo.

Existen cualquier cantidad de géneros del jazz de tendencias, -digamos-, yo tengo amigos que me dicen “pero es que a mí el jazz no me gusta”, y se refieren a ese jazz de los 50’s o 60’s -que también es muy chévere-, pero no les agrada, y yo les digo, ¿pero seguro que no les gusta el jazz?.

Entonces les pongo estas nuevas tendencias y muchos se quedan impresionados. Esto sí me encanta dicen. Como hay los puristas que sólo les gusta el jazz de los 50’s, lo cual es completamente válido también.


CC: ¿Y a usted le gustan las fusiones?


OS: Me encanta ¡claro!. Yo pienso que la música está para ser explorada, para jugar, de eso se trata.

El ser humano tiene la posibilidad de explorar, y eso es maravilloso, al que le gusta bien y al que no también. No tiene por qué haber problema, nadie está obligado a escuchar algo y nadie tiene porque estar cohibido de hacer algo.

Yo pienso que por el hecho que uno fusione, o mezclé unos géneros musicales, no se está irrespetando nada -y esto se lo digo a los puristas con todo el respeto del mundo-.

¿Por qué?, porque igual lo que fue, fue y es, y nunca dejará de ser. Si un bambuco hecho por el maestro Cristancho, -lo cual es una belleza, que yo admiro mucho también-, por el hecho que alguien lo fusione, no sólo con jazz, sino con cualquier género, no quiere decir que uno daño ese, ¡no!.

Ese está y fue y seguirá siendo en el tiempo, y se seguirá escuchando y habrá gente que lo tocará tal cual es, pero qué rico que también la gente busque esas cosas, porque eso da entrada a nuevas posibilidades musicales, a nuevos sonidos, sino hubiera artistas que hicieran esas fusiones, estaríamos oyendo la misma música de hace mil años, porque gracias a meterse en otros géneros uno aprende cosas nuevas y ve nuevos caminos.

CC: Además que también le brinda la posibilidad a los jóvenes de integrarse en el género ¿no?


OS: Claro, con los jóvenes, para que se identifiquen con lo que está pasando.

El maestro abadía, uno de los folcloristas más brillantes de Colombia decía: “el folclore es: tradición, popular, típica, empírica, actual”, -yo tomé clases de chiquito con él en el conservatorio, y eso jamás se me va a olvidar, tradición, popular, típica, empírica, actual, ahí lo está diciendo clarísimo.

CC: ¿Qué nos presentará en el Festival?


OS: Lo que voy a tocar a jazz al parque, es el estreno de la música de un disco que en este momento estoy lanzando al mercado, el disco se encuentra digitalmente en portales como iTunes, Amazon, googleplay, spotify, rhapsody, y simplemente se busca como Orlando Sandoval.

El disco se llama, Tomorrow is now, pero se busca como Orlando Sandoval.

CC: ¿Por qué ese título?


OS: Yo estaba por sacar ese disco hace muchos años. Tengo material de jazz escrito hace 25 años y por andar trabajando y enrollado en la vida, lo fui postergando y postergando, hasta que un día dije: “Toca hacerlo, mañana es ahora, mañana no existe, ni ayer existe, existe hoy”, por eso se llama “mañana es ahora” porque es ya, porque el ahora es lo único de lo que tenemos certeza.

CC: ¿De qué trata?


OS: El disco es música que escribí en los últimos dos años. Fue grabado entre Colombia y Estados Unidos, con músicos colombianos y americanos.

Ddigamos que su lenguaje mayoritario es el jazz, pero hay influencias de muchos géneros musicales que me han tocado. Se podría decir además que es jazz de vanguardia. Hablo de vanguardias porque se trata de fusiones, de mezclas, pero a la final es simplemente lo que a mí se me ocurrió, es un disco hecho con el corazón, lo que había dentro, lo que dejé salir.

CC: Ya que no es la primera vez que se presenta en el Festival, ¿cómo ha visto el crecimiento de jazz al parque?


OS: Me parece que ha crecido positivamente. Siempre habrá algo que mejorar, pero considero que es muy importante resaltar todo lo bueno.

Es indudable el crecimiento a través de los años, ahora es mucho más organizado, está mucho más amplia la cartelera y los invitados extranjeros también son muy buenos.

Yo fui jurado en la selección de artistas de Jazz al parque en el 2005, y me sorprendió que esta habían 30 grupos inscritos, todos de jazz de Colombia, y todos con propuestas diferentes, Sobre todo de gente de 20 a 30 años. Cuando yo tenía esa edad, acá y en los 90’s, habían en Bogotá 4 grupos de jazz, ahora, hay muchos y me parece que el festival tiene su parte en eso.

CC: ¿De la cartelera hay algún artista que le gustaría ver?


OS: De los invitados internacionales me llaman mucho la atención dos; Joe Lovano, el saxofonista, y el otro que es un grupo con más fusiones Funkeras: Screaming Headless Torsos.

Y obviamente los nacionales, sin embargo, creo que lo ideal es irse a escuchar todo, porque cada uno tiene su merito de estar ahí y vale la pena apoyarlo.