Dentro del equipo del alcalde Gustavo Petro hay varias personas que en ninguna otra administración se hubieran visto. Petro ha permitido la integración y la igualdad de géneros, razas y profesiones durante su mandato.
Desde que inició su campaña, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, manifestó su interés de incluir personas de varios sectores sociales que en ocasiones eran discriminadas en cargos públicos. En un primer anuncio aseguró que en su gabinete la mitad de las personas serían mujeres, más adelante, se conoció la decisión de integrar a la comunidad LGBTI a su grupo de trabajo.
Aunque son más de 100 personas de la comunidad LGBTI las que ocupan cargos del distrito, aún es un grupo pequeño en proporción al gran número de servidores del gobierno.
Sin embargo no es una gran apuesta, Petro no está jugando a perder o ganar algo, las personas que ocupan cada cargo son profesionales y han ganado sus puestos por merito, han sido escogidos con la certeza de que desarrollarán sus funciones a cabalidad y con la responsabilidad que requiere cada función.
Sin duda uno de los puestos que más generó controversia fue la posesión de Tatiana Piñeros como Directora de Gestión Corporativa en la Secretaría de Integración, una mujer transexual de 34 años, contadora pública y que curiosamente no se encarga de ninguno de los trabajo de integración con su comunidad. Su responsabilidad es administrar 570 mil millones de presupuesto en la entidad a la que el gobierno distrital le dirigió gran parte de su programa.
La Secretaría Distrital de Integración Social es la encargada de formular e implementar políticas públicas sociales que garanticen la ejecución de los derechos de los ciudadanos, respetando las condiciones de vida de las personas y la diversidad para generar condiciones de igualdad y equidad para toda la población.
La imagen de Tatiana Piñeros representa perfectamente lo que significa la dependencia para la cual trabaja, un espacio de igualdad y equidad.
Nació en 1978 en una familia típica de Bogotá, fue producto del segundo embarazo de los tres que tuvo su madre. Aunque no le incomoda su condición, no quiere que la gente la vea como una mujer transexual dentro del distrito, sabe que llegó a su cargo gracias a los logros de su vida profesional.
Habla de su sexualidad por las múltiples críticas que ha recibido el alcalde bogotano al decidir incluirla a ella y a otros integrantes de la comunidad LGBTI en su gobierno. Sabe del impacto que ha generado el hecho de que una mujer transexual ocupe un cargo público.
“Aunque haya concejales que digan que no existe la discriminación, que no es verdad que sea necesaria una política pública para la comunidad LGBTI, el hecho de que mi nombramiento sea tan reconocido a nivel mundial demuestra que sí hay discriminación. La gente no concibe que una mujer transexual pueda estar en un cargo de dirección”, manifiesta Tatiana.
En su rostro se extiende una sonrisa mientras recuerda al niño que escondía a la mujer que siempre quiso ser, “tuve una infancia feliz pero en un cuerpo que no me correspondía, asumiendo un rol que no era el mío”.
Para Tatiana su infancia era ideal, todos los niños de su edad querían tener los juguetes que ella tenía en su cuarto; sus carros, su ropa, sus muñecos. Sin embargo Tatiana, quien dejó atrás el nombre de varón que la acompañó gran parte de su vida, prefería jugar con las muñecas de sus primas y amigas.
Siempre supo que no debió nacer en el cuerpo de un hombre, no entendía muy bien por qué, sin embargo asimiló que “el género es una construcción social, a ti te dicen que si tienes algo o no entre las piernas debes comportarte y vestirte como tal”.
Aunque su función dentro de la Secretaría de Integración social es administrar, se toma la licencia de opinar sobre temas sociales. Ella sabe que la mayoría de prostitutas travestis no tuvieron otra opción, el gobierno no les prestó ayuda sicológica ni apoyo para sus intervenciones corporales, lo que implica graves problemas de salubridad.
Manifiesta que en los colegios rechazan a un niño o una niña porque no se identifica con sus compañeros de clase. Pide que los jóvenes que pasan por el proceso de reconocer su sexualidad reciban apoyo emocional y educación.
Siendo hombre ocupó varios cargos importantes para su vida profesional, entre estos un trabajo en la Contraloría General de la República, sin embargo aclara que el “chico” no era feliz por los reconocimientos que le hacían, esos triunfos siempre quisieron estar en el cuerpo de una mujer.
Tiempo después trabajó en una empresa del sector privado en donde por fin dejó de postergar su decisión de transformarse en Tatiana Piñeros, el “chico” de 1,76 se convertiría en la esbelta mujer que es hoy.
Su relación con Petro
En una ocasión Tatiana Piñeros se presentó a una entrevista de trabajo, le hicieron las pruebas correspondientes para ocupar el cargo, presentó los documentos de rigor y en ese momento fue víctima de un episodio de discriminación sexual que la llevó a vincularse al activismo de género.
La cédula de Tatiana Piñeros tiene el nombre, la foto y la esencia de mujer, pero la letra que determina el género, indica que es un hombre y no una mujer. Por esa letra M en su documento de identidad fue rechazada en un trabajo para el cual estaba preparada.
Por su necesidad de luchar por los derechos y la igualdad se vinculó a la política y fue en esas circunstancias en las que conoció a Gustavo Petro, en ese entonces candidato a la presidencia de la República. Se reunieron en el centro comunitario LGBTI de Chapinero para saber cuáles eran las problemáticas de esa población.
Conoce lo suficiente al alcalde Petro como para asegurar que el mandatario posee una sensibilidad social que no muchas personas tienen. Sin embargo, asegura que no por eso existe un trato preferencial hacia la comunidad LGBTI; según Tatiana todas las personas son iguales ante los ojos del alcalde.
Con la familia de Gustavo Petro no tiene ninguna relación; no habla con su esposa ni con ninguno de sus hijos. En las ocasiones en las que el alcalde ha estado hospitalizado se ha enterado del hecho a través de los medios de comunicación. Tatiana Piñeros siente un gran aprecio por él, no solo por la oportunidad que le brindó en este cargo y el ánimo que le dio para que asumiera el reto, también, por ser un alcalde que le ha apostado a la igualdad.
“Cuando yo vi que él entendía la situación de las chicas trans dije -éste es el man-, él quiere lo que yo quiero, por eso cuando llegó a la alcaldía me llamó, y como ya habíamos hablado de lo que a mí me gustaría hacer en mi vida profesional, me dijo que asumiera el cargo a pesar de que nunca me dijo el porqué de su decisión”.