Una Casa Blanca muy blanca en la era Trump

De los 15 puestos en el gabinete de Trump con rango de ministro, 13 son blancos. La única excepción la componen el nominado a secretario de Vivienda, Ben Carson, que es afroamericano, y su colega de Transporte, Elaine Chao, de origen taiwanés.

El nuevo presidente de Estado Unidos, Donald Trump, no solo ha preferido nombrar a blancos —y en su gran mayoría hombres— para los puestos de máximo poder que debe confirmar el Senado; también lo ha hecho en su entorno más inmediato, los asesores que tendrá a su lado todo el día en las inmediaciones del Despacho Oval.

Ahí estarán el general blanco, islamófobo y afín a Rusia Michael Flynn, nombrado asesor de Seguridad Nacional del presidente; Reince Priebus, nuevo jefe de gabinete; Steve Bannon, el exjefe de campaña de Trump y agitador de la derecha más extrema del país, que será su estratega jefe; Jared Kushner, el yerno de Trump y su nuevo asesor especial, o Kellyanne Conway, también jefa de campaña y ahora “consejera” del presidente.

En sus ocho años al frente de la Casa Blanca, Barack Obama, primer presidente negro de EE UU, puso en algunos de los puestos más relevantes a afroamericanos, como sus dos fiscales generales, Eric Holder y Loretta Lynch. Su mano derecha todos estos años, Valerie Jarrett, también es negra, al igual que su secretario de Transporte, Anthony Foxx. Y contó con varios hispanos, como sus secretarios de Trabajo, Tom Perez, y Vivienda, Julián Castro, así como algunos de sus más estrechos asesores, como Cecilia Muñoz, consejera en temas de política interna.

Su predecesor, el republicano George W. Bush, fue el primero en elegir a un afroamericano, el general Colin Powell, para uno de los puestos más importantes de la Casa Blanca, el de secretario de Estado. Su sucesora no solo fue una mujer, sino además también negra, Condoleezza Rice.