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El FC Barcelona dio el primer gran golpe a LaLiga EA Sports tras golear este sábado (0-4) al Real Madrid en el Estadio Santiago Bernabéu en un Clásico desequilibrado a favor del líder tras el descanso, donde fue muy superior al actual campeón, incapaz de responder a los dos ‘zarpazos’ consecutivos de Robert Lewandowski y de encontrar la fórmula para desactivar el sistema visitante.
El conjunto blaugrana demostró que va en serio esta campaña. Tras el aviso del miércoles ante el Bayern Múnich, repitió en un partido de mucha más exigencia y en un escenario de nivel, donde se exhibió ante un campeón ya a seis puntos del liderato, endeble en las dos áreas y que recibió el reproche de su afición.
Sólo Vinícius Jr lo intentó en una negra noche para Kylian Mbappé y en la que el equipo local cayó una docena de veces en fuera de juego, ocho en el más equilibrado primer tiempo porque tras el descanso, dos goles de Lewandowski en un visto y no visto, abrieron la fiesta de un Barça que puso fin a cuatro Clásicos con derrota.
Sin sorpresas en los onces ni en los planteamientos arrancó un Clásico que fue también como se esperaba porque ambos apostaron por ser más verticales que constructores, esto último algo más seguramente el Barça, no sólo por su filosofía sino por la manija y el buen sentido que le intentaron dar Pedri González y el joven Marc Casadó.
Como ante el Bayern, el conjunto de Hansi Flick no bajó ni un ápice su línea defensiva, y el de Carlo Ancelotti trató de sorprenderle con la velocidad de Mbappé y Vinícius, pero no lo logró. El francés cayó una y otra vez en la trampa defensiva visitante y la ofensiva de los locales se vio casi siempre abortada por esta estrategia blaugrana. Pese a todo, el 15 veces campeón de Europa tampoco anduvo fino en la finalización y casi todas las jugadas que se plantó ilegalmente delante de Iñaki Peña tampoco fue capaz de anotarlas antes de que el asistente levantase el banderín.
Todas salvo una de Mbappé, cuya delicada finalización llevó por momentos la alegría a la grada del Bernabéu hasta que el VAR avisó a Sánchez Martínez de la también posición ilegal del delantero. Antes, ‘Vini’ había tenido una muy clara tras una buena internada y recorte sobre Pau Cubarsí, pero también la envió fuera con Jude Bellingham en franca posición.
De todos modos, hasta esa ocasión del ‘7’, las mejores habían sido del líder, pese a que su inicio no fue el esperado y estuvo algo más sometido. El primer aviso lo dio Lewandowski, bien controlado por Eder Militao y Antonio Rüdiger, y que empaló al aire un buen pase de un Lamine Yamal, menos incisivo de lo habitual, con Camavinga siempre en la ayuda, y que desperdició poco después la mejor, con un intento de ‘picar’ el balón en su mano a mano ante Andrey Lunin y algo estorbado por un veloz Mendy. Raphinha, el tercer integrante del tridente ‘culer’, tampoco anduvo fino con Balde en mejor posición para haber acabado la jugada.
EL BARÇA GOLPEA Y NOQUEA
Tras una primera media hora trepidante, el partido bajó un tanto su ritmo y el Real Madrid no consiguió asomarse con mucho más peligro sobre la portería visitante. El Barça controló algo más, pero solo tuvo dos opciones con un pie salvador de Militao en un ‘pase de la muerte’ tras un flojo rechace de Lunin y un cabezazo de Íñigo Martínez por encima del larguero tras un saque de esquina.
Al descanso, pese a los presagios, no hubo goles, pero todo iba a cambiar tras el paso por vestuarios. Flick metió a Frenkie de Jong por Fermín López para acercar más a Pedri a la mediapunta, pero no fue el canario el que apareció sino Casadó, que dejó solo a Lewandowski ante Lunin para hacer el 0-1.
El delantero polaco, que nunca había marcado en Liga al Real Madrid y sólo una vez en toda su carrera en el Santiago Bernabéu, demostró poco después su sensacional estado de forma para culminar apenas dos minutos después una gran jugada colectiva y un preciso centro de Raphinha y poner el Clásico muy cerca.
El conjunto madridista, otra vez recibiendo dos ‘mazazos’ en poco tiempo, se tambaleó y se vio obligado a dar un paso adelante. Luka Modric fue la primera solución de Ancelotti y su equipo pudo meterse en el choque, pero Mbappé, tras un gran pase de Vinícius, perdonó un claro mano a mano ante un Iñaki Peña, luego también rápido para salir a un peligroso balón al espacio. Flick metió a Dani Olmo para aprovechar mejor los espacios que dejaba el campeón, al que perdonó su ‘verdugo’.
Lewandowski desaprovechó dos muy claras para haber enviado a la lona a su rival, ya muy expuesto y poco fino en la buenas opciones de Bellingham y una más de Mbappé, errático en su definición y donde más letal es. Ancelotti metió a Brahim, pero no le dio tiempo a tener impacto porque el líder, voraz, no aflojó y no perdonó las concesiones para golear con Yamal y una ‘delicatessen’ de Raphinha.