En respuesta al llamado de la ciudadanía, organizaciones ambientalistas y la Procuraduría, quienes denuncian decenas de abusos, maltratos y descuidos de los que son víctimas los caballos usados para halar coches en el país, la bancada de congresistas de Bolívar radicó este miércoles el proyecto de ley que prohibirá el uso de animales para la tracción de vehículos con fines turísticos.
“Nos duele ver esas imágenes de caballos heridos o maltratados. Con este proyecto de ley buscamos que estos abusos se acaben, pero a la vez brindar herramientas para que quienes ejercen esta actividad cuenten con una reconversión productiva que le garantice su derecho al trabajo”, indicó la senadora Nadia Blel durante la radicación de la iniciativa.
A través de esta iniciativa se busca la sustitución de coches de tracción animal por otros mecanismos alternativos que sean más amigables con el ambiente y el entorno. Para esta sustitución se priorizarán a los cocheros que han desempeñado esta labor para la operación de los vehículos alternativos.
De igual manera el proyecto establecerá medidas de protección y recuperación para los animales en estado de abandono o evidente maltrato asociados a esta actividad, a partir de una ruta integral de atención.
Para la representante Juliana Aray, coautora del proyecto impulsar este tipo de iniciativas se hace necesario más como habitante de una ciudad costera: “queremos ser parte de esta iniciativa, buscamos proteger a los animales sin dejar de lado a quienes han ejercido este tipo de trabajo desde hace varios años”.
“Con este proyecto queremos que de manera directa nuestra sociedad y nuestra economía popular también se puedan dignificar, que quienes se dedican a esta actividad lo puedan hacer ahora de manera directa”, afirmó por su parte la representante Dorina Hernández, quien también apoyó la iniciativa.
Denuncias presentadas por diferentes entidades no solo manifestaron las malas condiciones de salud en las que se encuentran los caballos usados para halar coches, sino además el reiterado incumplimiento a la normatividad que actualmente regula esta actividad.
Por ejemplo, en Cartagena, un informe presentado en 2021 por la Procuraduría Provincial, dio cuenta de 44 caballos usados para esta actividad turística estaban en lamentable estado de salud, con frecuencia cardiaca, respiratoria y temperatura por encima de los valores normales, así como con heridas de mediana y alta complejidad. Además, eran sobre explotados poniéndoles a arrastrar un peso mayor al reglamentario y a una edad que sobrepasa la permitida.
Esto sin tener en cuenta que las pesebreras donde descansan los animales, ubicadas en los sectores de Chambacú y Marbella, no solo tienen pésimas condiciones de salubridad, invaden espacio público, y contaminan con los lixiviados y basuras los manglares cercanos, sino demás hay familias con niños habitando allí en precarias condiciones poniendo en riesgo su salud y vida.