Los restos de los reptiles fueron encontrados en Isabela, la isla más grande del archipiélago de Galápagos.
La carne de tortuga alguna vez se consideró un manjar, pero quienes las cazan enfrentan una pena de hasta tres años de cárcel en Ecuador.
La Fiscalía indicó que está en proceso de entrevistar a trabajadores del parque, y designó un equipo de “expertos en necropsia animal” para evaluar los indicios del caso.
“La autoridad ambiental puso la denuncia respectiva el 7 de julio, cuando se hizo el hallazgo”, informó a BBC Mundo Rosa León, directora de comunicaciones del parque.
Antecedentes
En septiembre de 2021, los guardaparques encontraron los restos de 15 tortugas gigantes de Sierra Negra en Isabela. Las fotos de sus caparazones vacíos se compartieron en las redes sociales y causaron indignación en Ecuador.
La evidencia reunida en ese momento sugería que los 15 animales habían sido cazados por su carne.
El reciente descubrimiento de restos de cuatro animales más ha reavivado los temores de que la práctica continúe a pesar de la prohibición total de caza.
Las tortugas gigantes de Galápagos pueden vivir más de 100 años y cobraron popularidad gracias al científico inglés Charles Darwin, quien fue pionero en la teoría de la evolución al estudiarlas.
Darwin navegó por las aguas de las islas Galápagos en un barco llamado Beagle. Durante su viaje, el naturalista se llevó 30 tortugas vivas hasta la Polinesia. La mayoría de ellas fueron devoradas por la tripulación.
Actualmente hay alrededor de 15.000 tortugas gigantes en el mundo, en comparación con las 200.000 que existían en el siglo XIX.