La pandemia de la covid-19 ha traído muchos retos en cuanto a la gestión del talento humano en las empresas y aunque es algo en lo que muchas ya estaban trabajando, la situación actual ha acelerado un aspecto que garantiza la sostenibilidad financiera, el posicionamiento en el mercado y un retorno de la inversión que sea significativo para los inversionistas de la organización.
Aunque son muchos los aspectos en los cuales se deben enfocar las compañías, hay dos muy importantes: el talento humano y la dirección de proyectos. En cuanto al primero, hay que tener en cuenta que las personas son el capital más importante de cualquier organización; mientras que, sobre el segundo, cada una de las áreas de una compañía tiene bajo su responsabilidad uno o más proyectos que están orientados a cumplir unos indicadores claves de rendimiento, que a su vez están vinculados con el objeto social de la empresa, su misión, su visión y sus objetivos e indicadores clave.
Por esta razón, Rodrigo Riaño rector de la Universidad ISEP para Colombia, manifestó que no solo el CEO o el gerente de una compañía es el encargado de dirigir un proyecto, sino que los líderes de cada área y unidades deben tener talento en la dirección de los mismos.
“En estos tiempos donde muchos procesos se soportan en tecnología, la gestión de las personas se vuelve un aspecto clave”, explicó Riaño, quien agregó que para las empresas exitosas “el tiempo que pasa un trabajador sentado en su puesto de trabajo ha dejado de ser más importante, puesto que una persona puede pasar ocho horas sentado frente a un computador y tener un nivel muy bajo de productividad, mientras que otro en cuatro horas puede lograr con éxito todos lo ítems de su lista de actividades programadas para el día”.
En este sentido, entre los retos que tienen los líderes de talento humano se destaca promover el liderazgo, la gestión efectiva del tiempo, las técnicas de negociación e, incluso, la marca personal de los colaboradores, aspectos que han sido enriquecidos desde la psicología, la neurociencia y la administración, que coinciden en la importancia que tienen el bienestar, la motivación y el sentido de identidad de los trabajadores sobre la productividad.
Para formar profesionales en este campo, la Universidad ISEP cuenta con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) para dos programas de maestría: Neuromanagement y Gestión del Talento Humano y Dirección de Proyectos. El programa de Neuromanagement vincula los elementos conceptuales claves del comportamiento organizacional, la neurociencia y los procesos organizacionales, para formar líderes en las áreas de talento humano que potencien al máximo las capacidades de los colaboradores.
Mientras que la maestría en Dirección de Proyectos prepara a los profesionales para aplicar las últimas tendencias del management y garantizar el éxito en proyectos de emprendimiento, sociales, de marca personal o proyectos asignados a una unidad empresarial específica.
Superar los retos de emprender con educación
Según un informe de Confecámaras, más de la mitad de las empresas nuevas fracasan en los primeros cinco años, mientras que el 20% y 30% de ellas lo hacen en el primer año, principalmente, por gastos innecesarios, no conocer bien el sector y la selección de personal, puntos completamente relacionados con las habilidades de dirección de proyectos y la gestión del talento humano.
El fracaso también puede estar relacionado con que muchos proyectos parten de la emoción y esto conlleva a no tener éxito, pues los emprendimientos deben estar constituidos de un equilibrio entra emoción, razón, estrategia, conocimiento específico y gestión del talento, incluso del talento propio.
Además de los retos que cualquier emprendedor se encontrará en el camino, debe superar la barrera de no ser competente a la hora de dirigir un proyecto, liderar al equipo y gestionar adecuadamente sus propias habilidades.
Estas barreras “tienen una solución y es la formación académica y la práctica”, aseguró Rodrigo Riaño, quien añadió que son necesarias competencias asociadas a la planeación estratégica, como la capacidad de análisis, el pensamiento divergente, las habilidades comunicativas, la apropiación, el uso de tecnología y el trabajo en equipo.
De igual manera, el experto aconsejó creer que todos pueden ser líderes y que afuera hay un grupo de personas esperando apoyo para crecer en conjunto; así mismo, recomendó mantener la visión en el equipo y la sensación de compartir un proyecto.
“Tener un proyecto conjunto, nos inspira para sumar nuestras habilidades y alcanzar metas que parecen imposibles”, concluyó.