Colombia se posiciona en el puesto 67 entre 132 países en el ranking que elabora Global Innovation Index (WIPO, 2021), en términos de posibilidades de innovación económica. En tanto, ocupa el puesto 17 en el grupo de países de ingresos medio-altos. Y en América Latina, el GII compara 18 economías, donde Colombia se posiciona sexta.
En la actualidad. el país hay 322 compañías dedicadas a la innovación financiera, de acuerdo con nueve segmentos, entre ellos, el crédito y el pago digital; las finanzas empresariales, entre otros.
En adición, según el informe de Colombia Fintech, con corte a mayo de 2022, mostró que las compañías que ofrecen servicio de crédito digital tienen una participación del 33,11 %, seguidas por la de pagos digitales (26,42 %), finanzas empresariales (10,37 %), Regtech (9,36 %), PFM & Wealthtech (8,63 %), Crypto & Blockchain (4,01 %), Crowdfunding (4,01 %), Insurtech (3,01 %) y Neobancos (1,34 %).
En lo que respecta al sector fintech, de acuerdo con el organismo mencionado, ha desembolsado 8 millones de créditos en los últimos años, y los activos totales ya superan los $6,4 billones. Además, de la mano de la mano de este crecimiento, Colombia registra un aumento significativo en cuanto a la democratización financiera. De hecho, en el 2021, de los 36.4 millones de adultos que hay en el país, el 87.8 % ya contaba con un producto financiero. Y de ese 87,8 %, el 76 % de la población activa en el sector financieroopera mediante soluciones fintech.
Según PwC (Fit to compete: Accelerating digital workforce transformation in financial services), es la falta de talento capacitado, entre quienes se cuentan los especialistas en compliance.
“Esto es particularmente significativo al considerar la fuerte globalización de las economías regionales, con organizaciones que operan en distintas jurisdicciones y en distintos países en simultáneo. Quienes buscan ir por ese camino deben disponer de un partner estratégico que los asesore sobre las regulaciones específicas de cada territorio”, dijo Lucas Ranallo ceo de celeri.
El principal recurso que puede tener una empresa en general y una financiera en particular es la confianza, lo cual cimienta las bases de la fidelización de su comunidad, que, a su vez, apalanca el crecimiento. En la actualidad, por ejemplo, los inversores de riesgo (VC) miran con mucha atención este factor, puesto que es una garantía de sostenibilidad en el mediano y largo plazo.
Operar de forma transparente es la mejor manera de obtener aquella confianza. Esto implica una actitud ética sostenida en el compliance. Un error humano, cuando se trata de cumplimientos normativos, puede arruinar la reputación de una compañía de manera irreversible. Por eso, disponer de una adecuada infraestructura tecnológica que abarque el área de compliance de punta a punta es indispensable.
En adición, es fundamental disponer de procesos de KYC (know your customer) y KWB (know your business) optimizados, dos instancias vinculadas con el compliance interconectadas. Esto es de particular importancia por varias razones, pero, según el foco de este artículo, debemos mencionar que un usuario que siente que no es tratado de forma apropiada (en especial en lo que respecta a tiempos de esperas cuando se trata de dinero) no tendrá reparos al cambiar de servidor, y así se pierde la posibilidad de fidelizar a un usuario que se pasó a la competencia, que siempre estuvo a la distancia de un clic.
Asimismo, si dichos procesos no están automatizados, se corre el riesgo de incumplimiento otra vez, en este caso, por ejemplo, de suplantación de identidad, de lavado de dinero e incluso de financiamiento al terrorismo.