Se puede decir que Txema Cancio lleva toda la vida entre computadores pues, a través de la empresa de su padre, en Bilbao, España, pudo comprobar ya desde muy pequeño como la tecnología transformaba la vida de las personas y las empresas. Y como el gen de emprendedor tampoco le faltaba. Años después de acabar sus estudios en EEUU, y previo paso de varias empresas grandes, creó su propia compañía. Ginzo hoy es una empresa de reconocido prestigio internacional, que llega a Colombia, más que para dar lecciones, para intentar aportar conocimiento y experiencia en este mercado en constante transformación y crecimiento.
Cuéntenos Txema ¿Qué es Ginzo y como surge la empresa?
Ginzo una compañía tecnológica con 10 años de vida, aunque yo tengo más de 25 años de experiencia laboral. En Ginzo tenemos varios casos de éxito en consultoría internacional especializada en transformación digital. Aplicamos modelos y soluciones basadas en Big Data, matemática aplicada, tecnología BlockChain y también incursionamos en el mundo de la ciberseguridad. Nos hemos caracterizado en abordar con éxito proyectos en múltiples sectores, como son el industrial, transporte, energético, deportivo, financiero y de servicios. Somos una empresa solvente y en constante crecimiento, en la que se han ido incorporando grandes valores profesionales y personales.
Y ahora, después de unos años, Ginzo aterriza en América por Colombia. ¿Por qué eligieron nuestro país?
Pues esa respuesta tiene una mezcla de emocional y financiero. Yo soy hijo y nieto de emigrantes cubanos llegados a España. Eso siempre me ha estrechado lazos con Latinoamérica y especialmente el Caribe. Y llegamos a Colombia porque pensamos que es un país a punto de transformarse, de vivir un cambio, que obviamente espero para bien. En todo cambio, la tecnología es una herramienta fundamental para mejorar los procesos, ahorros, suministros. Por lo que he visto en el tiempo que llevo en Bogotá, este es un país muy educado, donde apetece interactuar y trabajar. Veo que Colombia a un país con ganas de soñar.
¿Qué esperan aportar al mercado de la tecnología de consultoría tecnológica respecto a lo que ya existe en Colombia?
No llegamos pensando que nosotros descubrimos el fuego ni mucho menos, eso ya está todo inventado. Aquí hay ya muchas empresas similares a la nuestra que hacen cosas muy interesantes. Venimos con la idea de generar sinergias, de aprender de empresas colombianas. Por ejemplo, Colombia es un país abrupto por lo montañoso, hay unas excelentes soluciones por ejemplo en telecomunicaciones para estos problemas que se plantean. Esto es muy interesante también para nosotros, aprender de cómo se han resuelto los problemas.
¿Qué piensa del talento colombiano?
Ese es otro de los motivos por los que estamos aquí. Queremos captar talento. Confiamos mucho en la juventud. En mi empresa hay una edad media de 29 años. Y para nosotros ser muy joven no es un problema, al contrario. La persona debe tener un puesto acorde a las responsabilidades y los objetivos que obtiene. Quiero hablar con universidades y llegar a acuerdos con las principales escuelas de tecnología o con el SENA para desarrollar ese talento y crear empleo.
¿Y Colombia puede ser un salto al resto del continente?
Es una posibilidad y un deseo, ojalá se den las circunstancias para que podamos crecer y llegar a más países y aportar nuestra experiencia y conocimiento en la resolución de problemas. Nosotros ya hemos trabajado con empresas de Asia y África, curiosamente no con latinoamericanas, y pensamos que tanto cultural como en la forma de pensar tenemos muchas cosas que nos unen por lo que creo que la integración debe ser incluso más fácil.
¿Cuál es la propuesta de valor o lo que distingue a Ginzo en el mundo de las soluciones y la consultoría tecnológica?
A nosotros no nos gusta ‘apegarnos’ a las empresas en el mal sentido. Llegamos, entendemos cual es el problema real que tiene la empresa o la institución, buscamos una solución consensuada entre todas las partes, desarrollamos nuestro trabajo y nos vamos. No nos gusta estar por estar o alargar los procesos. Somos en ese aspecto muy ejecutivos.
Eso suena muy bien…
Sí, realmente establecemos buena relación con los clientes, una relación sincera en la que tenemos que ser muy claros y trabajar de la mano. E igual pasa con el sector público, donde hemos trabajado y nos sentimos también muy cómodos. Porque pensamos que esas soluciones de procesos o tecnología hacia instituciones públicas cambian de verdad la vida de las personas.
¿Cómo ve a su empresa dentro de 15-20 años?
Este es un mundo en constante transformación, y cada vez todo es mucho más rápido, por lo que es complejo ver donde estaremos en 20 años. Lo que sí deseo y espero es que sigamos haciendo lo que nos gusta, que es ayudar a mejorar los procesos y hacer una mejor sociedad.