El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha reconocido en una entrevista difundida este martes que sus aliados en el Congreso están “muy bien atendidos” por parte de su Gobierno a través del conocido como ‘presupuesto secreto’, cuestionado mecanismo utilizado por el Ejecutivo para mantener la gobernabilidad dentro de una Cámara Baja repleta de clientelismo.
Con este mecanismo, aprobado a mediados de 2020, cada año un parlamentario, cuya identidad no se da a conocer, ejerce como “relator” en las partidas presupuestarias para sugerir a los ministerios federales dónde y cómo destinarlo.
“El diputado, además de las enmiendas impositivas, tiene otra forma de conseguir los recursos, las RP9 (tal y como se conocen en lenguaje técnico), que daría para otro programa de televisión”, ha dicho Bolsonaro en una conversación para la emisora Jovem Pan News, recogida por el diario ‘O Globo’.
“El diputado está bien atendido. Solo con la RP9, los parlamentarios tienen casi el triple de los recursos del Ministerio de Infraestructura de Tarcísio (Gomes de Freitas, titular de la cartera). Entonces, el Parlamento está muy bien atendido con nosotros”, ha señalado el presidente brasileño.
El ‘presupuesto secreto’, término rechazado varias veces por el presidente Bolsonaro, ha sido muy cuestionado por la oposición y el Tribunal Supremo de Brasil, que votó en noviembre por acabar con él pues se violarían los principios de transparencia e impersonalidad que requiere cualquier ley presupuestaria.
Los bastiones electorales de los líderes del Centrao –grupo de formaciones políticas cuyo único fin es arrimarse al Poder Ejecutivo para obtener ventajas y privilegios a través de redes clientelares– y los aliados del Gobierno han sido los principales beneficiados de este nueva enmienda.
La semana pasada el diario ‘O Globo’ publicó que el municipio paulista de Miracatu, donde el hermano del presidente, Renato Bolsonaro, ejerce como jefe de gabinete del Gobierno, recibirá 35 millones de reales (5,5 millones de euros) de los cuales al menos diez millones de reales (1,5 millones de euros) proceden de estas partidas “secretas”.
A la espera de que la ley presupuestaria de 2022 sea ratificada, está previsto que al menos 1.600 millones de reales (250 millones de euros) se destinen a las enmiendas del relator.