Foto: Campamento, tomada de europapress.com
El secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia de Brasil, Ricardo Cappelli, ha afirmado este viernes que el campamento bolsonarista instalado frente al Cuartel General de las Fuerzas Armadas funcionaba como una “ciudad mini-golpista”.
Cappelli, que ha elaborado un informe que será presentado al juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes, ha precisado que se detectaron 73 robos e incidentes en los alrededores del campamento, al que ha tildado de “centro operativo contra la democracia”.
“Todos los actos de vandalismo pasaron por la organización, planificación y punto de apoyo dentro del campamento, que se convirtió en un centro operativo de planes contra la democracia brasileña”, ha señalado, según ha recogido el diario ‘O Globo’.
Así, ha indicado que hubo “fallos operativos” por parte de la Policía durante el asalto y que el excomandante que dirigía el operativo, el coronel Fabio Augusto, “perdió capacidad de mando”, aunque ha desvinculado su posible conveniencia con los actos golpistas.
“Es increíble cómo en un momento dado levantan la primera línea de barandillas. Y cae. Hay un movimiento coordinado (por parte de los manifestantes) y eso llama mucho la atención”, ha detallado, agregando que la línea de contención policial estaba formada por efectivos en prácticas.
De esta forma, ha acusado al exministro de Justicia y Seguridad Pública Anderson Torres, quien fue detenido por el caso, por haber provocado inestabilidad en la Secretaría de Seguridad Pública que culminó con la inacción de las fuerzas de seguridad el día 8.
“La inestabilidad que generó con las destituciones y cambios. Poco después de viajar, recibe un informe de inteligencia y este informe no tiene consecuencias. No es solo un tema burocrático”, ha indicado, según el citado medio.