La Audiencia Nacional de España celebra este miércoles 15 de septiembre la vista de extradición de Jonathan Andrés Zuloaga Celemín, alias ‘El Nene’, un sicario acusado en Colombia de dos asesinatos, de dirigir la organización criminal ‘La Oficina’ y de tenencia ilícita de armas de fuego.
La Fiscalía, que interesa en su escrito que sea extraditado, no considera la existencia de un delito de tráfico de estupefacientes por parte del detenido, como así lo contemplan las autoridades colombianas. Además, el Ministerio Fiscal deja claro que la petición de extradición no contempla razones políticas.
Así, la Fiscalía señala que los hechos que han de dar lugar a la extradición son la muerte a disparos de dos hombres en 2015, la dirección de ‘La Oficina’ y la posesión de armas de fuego por parte de Zuloaga.
De esta forma, descarta la documentación aportada por la defensa de ‘El Nene’ “acerca de las amenazas sufridas y la protección que le fue dispensada” al considerar que “carece de la menor relevancia” a los efectos de la decisión de la extradición. De igual forma, deja claro que “los hechos” por los que se insta a su salida de España “no han prescrito”.
Por otro lado, el dinero intervenido a Zuloaga en el momento de su detención –que asciende a 5.270 euros–será entregado a las autoridades del país sudamericano, a quienes corresponderá decidir su “destino”.
Penas de entre 29 y 63 años
En total, ‘El Nene’ se enfrentaría en Colombia a penas de entre 29 y 63 años por los delitos de homicidio, de concierto para delinquir y de tráfico o porte de estupefacientes, además de las correspondientes multas.
La Policía Nacional informó el pasado mes de mayo de la detención de ‘El Nene’, al que se le atribuye la autoría intelectual y material de más de 100 muertes, entre ellas la de su suegra, que cometió, presuntamente, como venganza por un posible hurto de dinero propiedad de su organización.
Zuloaga es considerado por Colombia como el cabecilla de la organización criminal internacional denominada ‘La Cordillera’, una organización que tiene influencia en varios departamentos colombianos y que cuenta con ramificaciones internacionales a lo largo de todo el mundo.
Él fue el presunto encargado de posicionar a su grupo criminal como una organización bélica, organizada y jerarquizada, así como de su expansión y consolidación en Europa. Además, articulaba actividades de narcotráfico a gran escala en Sudamérica, Panamá, Estados Unidos, México y Cabo Verde.
Su entrada en España se produjo en 2015, con la proyección de montar varias sucursales de la organización ‘La Cordillera’ en España, Bélgica y Francia. Al actuar el detenido como uno de los principales cabecillas de la organización criminal, con su detención se desestabiliza la línea de mando de la misma y se genera un impacto significativo en sus finanzas.