El índice de precios al consumo (IPC) de Japón cerró el mes de agosto situado en el 3%, lo que supone un incremento de cuatro décimas respecto del encarecimiento de precios registrado en el mes anterior y la mayor tasa interanual observada en el país desde octubre de 2014.
Los precios de los alimentos frescos registraron un crecimiento frente a agosto de 2021 del 8,1%, lo que supone un descenso de dos décimas respecto a julio, mientras que el coste de la energía se situó en el 16,9%, una aceleración de siete décimas respecto al dato de julio.
De esta forma, si no se tienen en cuenta la evolución de los alimentos frescos, el aumento de precios de Japón fue del 2,8%, cuatro décimas más que el alza del mes anterior. Si se descuenta también el impacto de la energía, la tasa interanual de inflación subyacente de Japón se situó en el 1,6%, también cuatro décimas más.
En términos mensuales, los precios en el octavo mes del año crecieron un 0,4% en comparación con julio, una décima menos que el mes anterior. Los precios de los alimentos frescos se elevaron un 1,4% en el mes, frente a la depreciación del 0,7% de julio, al tiempo que la energía redujo su ritmo de encarecimiento a la mitad, hasta el 0,6%.
De esta forma, la tasa de inflación subyacente (sin alimentos frescos ni energía) de Japón en tasa mensual fue del 0,3%, dos décimas menos.