Modelos climáticos respaldan la tendencia al incremento de los huracanes en el Atlántico Norte en los últimos 150 años que indican los registros históricos, que comenzaron hacia 1850.
Los científicos se han preguntado si esta tendencia ascendente es un reflejo de la realidad o simplemente un artefacto de mantenimiento de registros desequilibrado. Si los rastreadores de tormentas del siglo XIX tuvieran acceso a la tecnología del siglo XXI, ¿habrían registrado más tormentas? Esta incertidumbre inherente ha impedido que los científicos se basen en los registros de tormentas y los patrones en ellos para obtener pistas sobre cómo el clima influye en las tormentas.
Un estudio financiado por la NSF (National Science Foundation) publicado en Nature Communications utiliza modelos climáticos en lugar de registros de tormentas, para reconstruir la historia de huracanes y ciclones tropicales en todo el mundo. Los resultados del estudio apoyan la idea de que los huracanes del Atlántico norte han aumentado en frecuencia durante los últimos 150 años, como lo sugieren los registros históricos.
En los modelos estudiados, los grandes huracanes, y los huracanes en general, fueron más frecuentes hoy que en el pasado. Y los que tocaron tierra parecían haberse vuelto más poderosos, con un potencial más destructivo.
No ocurrre a nivel global
Curiosamente, si bien el Atlántico norte ha experimentado un aumento general de la actividad de las tormentas, no se observó la misma tendencia en el resto del mundo. El estudio encontró que la frecuencia de ciclones tropicales a nivel mundial no ha cambiado significativamente en los últimos 150 años.
“La evidencia apunta, como lo hizo el registro histórico original, a aumentos a largo plazo en la actividad de los huracanes en el Atlántico norte, pero no a cambios significativos en la actividad global de los huracanes”, dice en un comunicado el autor del estudio, Kerry Emanuel, del MIT. “Ciertamente cambiará la interpretación de los efectos del clima en los huracanes, que es realmente la regionalidad del clima y que algo sucedió en el Atlántico Norte que es diferente al resto del mundo. Puede haber sido causado por el calentamiento global, que no es necesariamente uniforme a nivel mundial”.