Un concepto que envió la Contraloría al Consejo de Estado, señala que a pesar de que el Gobierno ha trabajado en la regulación para aplicar la exploración de hidrocarburos en yacimientos no convencionales, todavía faltan estudios para conocer de manera certera el estado geológico de las zonas donde se pretende aplicar.
Para el órgano de control es necesario tener total conocimiento sobre una posible afectación a los acuíferos, aguas superficiales y atmósfera en la cuenca de la Cordillera Oriental donde se ubican cuatro páramos entre ellos el de Chingaza y Sumapaz.
La Contraloría advierte sobre la presencia en los puntos de aplicación de los proyectos piloto de fracking, donde los fluidos que se usan en la técnica podrían escapar y contaminar esos puntos, dado a que esos fluidos contienen metales pesados y elementos radiactivos.
En el concepto hace advertencia sobre la falta de coordinación entre las instituciones para aplicar políticas públicas de prevención y protección al medio ambiente y el agua, sobre todo porque la técnica requiere el consumo de por lo menos 14.500 m3 por pozo de agua.
El informe se conoce en momentos en que Gobierno nacional confirmó el primer contrato para iniciar los pilotos de fracking en Colombia.