Roberto Baquero, presidente del Colegio Médico Colombiano, habla en entrevista para Confidencial Colombia de las condiciones laborales en los que el personal del área de la salud debe prestar sus servicios en clínicas y hospitales y propone la creación de un Estatuto Laboral para el Personal de la Salud.
¿Qué informes tiene el Colegio Médico Colombiano sobre la manera en como se está atendiendo la pandemia en Colombia?
Roberto Baquero (RB): Los reportes que tenemos, hablan de que en las ciudades es un poco mejor la atención, pero ya cuando uno mira los municipios se encuentra con situaciones lamentables, porque lo primero que uno ve son las dificultades para que los profesionales del área de la salud puedan ejercer, bien sea porque no hay elementos de bioseguridad, por el tipo de contrato, etc., en medio de un sistema que se basa, no en la atención a la persona, sino en la atención a la enfermedad. La situación es bastante crítica, los contratos se firman con unas condiciones lamentables, la mayoría por prestación de servicios, con bajas remuneraciones, en muchas ocasiones no les cancelan los salarios. Vemos por ejemplo el caso del médico que murió la semana pasada a quien le debían cinco meses de sueldos; esta situación la vemos todos los días y es una cosa aberrante, porque es un abuso.
¿Han denunciado esto ante los órganos de control?
RB: La Contraloría reveló un informe en donde se demuestra que no se están otorgando los elementos de bioseguridad, que es una cosa mínima. El personal de la salud está sometido a contrataciones indignas.
¿A qué se refiere cuando habla de contrataciones indignas?
RB: La ley colombiana estipula los trabajos misionales, que le son propios a la institución a la que se está vinculado. Si una institución ofrece medicina general, ofrece pediatría o cirugía, ese personal por norma debe estar con contrato laboral, sin embargo, en Colombia nos hacemos los de la vista gorda y a la gran mayoría se la contrata por prestación de servicios, donde no se tiene estabilidad laboral y sin ninguna seguridad de una renovación.
El contrato de prestación de servicio no se puede firmar cuando se exige un horario, uniforme, carnés y un lugar asignado.
RB: Ese es el problema, el contrato de prestación de servicio es para cosas especiales, para algo que la institución no tiene, pero en Colombia lo cogimos como caballito de batalla para que las instituciones se laven las manos y no tengan que cubrir la parta de prestaciones sociales. Aquí están haciendo que esto funcione como contrato laboral, cuando no lo es.
¿Cuántas personas que trabajan en el área de la salud están prestando sus servicios bajo estas condiciones que usted menciona?
RB: En Colombia tenemos al personal del área de la salud en más de 40% trabajando bajo la modalidad de prestación de servicios y el resto con otras modalidades que dejan mucho que pensar.
¿Bajo qué situación, médicos, enfermeras y todo el personal del área de la salud presta sus servicios?
Muchos lo deben hacer sin los elementos de bioseguridad, sin un contrato laboral estable, exponiéndose a los riesgos de una infección; a muchos se les deben meses de salarios y ahora lo peor: la población los agrede.
¿Han recibido las capacitaciones adecuadas para atender la emergencia del Covid 19?
RB: Eso lo debe hacer el empleador, sin embargo este se lava las manos y le endilga la responsabilidad a las ARL, quienes no son las que deben encargarse de este asunto. El Gobierno si se ha encargado de dar las capacitaciones necesarias en esta materia. El problema que una cosa es capacitar para atender la infección y otra colocar al personal especializado, porque la atención para estos casos no es algo que se aprenda en un curso virtual, con charlas de una o dos horas, porque son competencias de alto nivel.
¿Cómo ha sido el comportamiento de las EPS en medio de esta situación?
RB: Las he sentido bastante ausentes. Las EPS siguen en lo suyo, que es recibir mensualmente sus ingresos. El personal se lo contrata a través de las IPS y estas no podían facturar porque la gente estaba en cuarentena y ahí vino una actitud abusiva, que es rebajar salarios con la excusa de la pandemia y como había consultas, enviaron a los trabajadores a la casa despedidos. Las EPS hacen lo suyo que es atender a la gente, pero vemos que con el aumento de los contagios, no hay las suficientes camas y eso nos está preocupando mucho.
¿Qué otra tipo de quejas relacionadas con las EPS les han llegado?
RB: La gente se está quejando de las EPS por la demora en otorgarles una cita para la toma de exámenes y la entrega de resultados.
En un escenario de reforma al sistema de salud en Colombia, ¿cuáles serían las condiciones adecuadas en las que debería quedar la contratación del personal de la salud?
RB: Hay que pensar seriamente en un estatuto laboral para el personal de la salud. Al personal de la salud desde hace 30 años les está yendo muy mal. La pérdida en la autonomía del ejercicio, este tipo de contratos al que es sometido un médico o una enfermera, dejan mucho que pensar y ni hablemos de las condiciones en que se debe estudiar para ser profesional en el área de la salud.