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En la noche de este martes la Clínica Las Américas Auna, en la ciudad de Medellín informó por medio de un comunicado de prensa que: “Ingresó al servicio Dario de Jesús Gómez Zapata en estado de inconciencia luego de haber sufrido un colapso súbito en su hogar: El paciente ingreso sin signos vitales y fue llevado a la sala de reanimación en donde se le realizaron maniobras avanzadas de resucitación cardiopulmonar sin que dieran resultados y finalmente se declara su muerte a las 19:31 p.m.”
El cantautor colombiano Dario de Jesús Gómez Zapata, fallece a los 71 años, oriundo de Los Cedros, vereda de San Jerónimo, Antioquia. Empezó a componer desde los 16 años con un tiple que su abuelo le había regalado, mientras se desempeñaba en las labores del campo y como mecánico.
Dario tuvo que pasar mucha penurias y tocó muchas puertas en diferentes ciudades como Medellín, Armenia, y también en Venezuela pero no lo logró. A finales de la década de los 70 llega a Codiscos, logrando que se interesen por sus canciones, allí escribió para otros artistas. Inicia labores como director artístico junto a su hermano Heriberto Gómez se estrenan con Los Legendarios. Luego escribe la canción ” “Ángel perdido” y alcanza a vender más de medio millón de copias, fue solo el inicio de sus grandes éxitos.
Tuvo una agrupación llamada Los Viejitos Verdes, al salir de Codiscos en la década de los 80, fundó su propia productora, Discos Dago. En 1989 con el trabajo llamado “Nuestro ídolo” plasma la canción “Nadie es eterno”; inspirado en una conversación con su cuñado en una visita a su natal San Jerónimo. Le recordaba aquel familiar que debajo de la cantina donde se encontraban quedaba antes un viejo cementerio, del cual ya no quedaba “ni la tumba ni la cruz”. Así surgió ese megaéxito que partió en dos la historia de la música popular en Colombia.
La voz de trovador de Dario Gómez saltó a la fama, con canciones tan reconocidas como “Así se le canta al despecho”, “Nueve años de soledad”, “Esta navidad no es mía”, “El caso de dos mujeres”, “Si negabas que buscabas”, “Entre comillas”, “Corazonada”, “El rey del despecho”, “Sobreviviré” y “Nadie es eterno en el mundo” entre otras.
El Rey del Despecho fue profeta en su tierra, manteniendo vigente por décadas su música y logrando mantener su estilo y autenticidad que vivirá siempre en el corazón de todos los colombianos.
Hoy el maestro Dario nos deja un gran legado en la música popular y recordamos la canción “Adios a la vida” que dice en su primera parte: “El día en que yo me muera, ¿pá qué tanto requisito? si alguno siente tristeza, que haga un silencio bonito, que en la caja de madera yo pueda dormir tranquilo”.