Además de ser el mes del Amor y la Amistad, en septiembre se celebra el Mes Mundial de la Salud Sexual, promovido por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS).
Para 2023, el tema propuesto por la WAS es el Consentimiento. Por eso, el eje gira en torno a valorar la autonomía y las decisiones de todas las personas en su vida íntima más allá de la raza o cultura, la capacidad corporal, el género o la orientación sexual.
“El consentimiento debe ser expreso. Las personas deben manifestar su voluntad de forma directa y que no dé lugar a dudas. Ya sea de forma verbal, por escrito, por medios electrónicos, por cualquier tecnología o por signos inequívocos. Además, cualquiera de las partes puede cambiar de opinión en cualquier momento sin que eso conlleve ningún tipo de conflicto”, comentó Esteban Touma, profesor experto en lingüística de Babbel Live, la plataforma premium de aprendizaje de idiomas.
¿Qué es el consentimiento?
El consentimiento es permiso – según la RAE, acción y efecto de consentir, permitir algo o conceder en que se haga -. Todas las parejas deben dar su consentimiento para cualquier actividad sexual. Una forma fácil y divertida de comprender y recordar las diferentes partes del consentimiento es con el acrónimo inglés F.R.I.E.S.:
- Libre y Voluntariamente: no es consentimiento si hay presión, manipulación o influencia de drogas o alcohol.
- Reversible: se puede cambiar de opinión sobre la voluntad de mantener sexo con alguien en cualquier momento y retirar el consentimiento. Incluso si es la pareja de hace mucho tiempo.
- Informado: solo se puede consentir algo si se tiene la historia completa, si se está totalmente informado de la situación.
- Entusiasta: el sexo se trata de hacer cosas que quieres hacer, no cosas que tienes que hacer.
- Específico: se debe ser específico sobre a qué se está dando consentimiento. Por ejemplo, decir que sí a los besos no significa que alguien haya dado su consentimiento para tener una relación sexual.
La importancia del lenguaje para pedir o dar consentimiento
El lenguaje juega un papel esencial en cómo se comunica y comprende el consentimiento, tanto en situaciones cotidianas como en asuntos más serios y delicados. Algunas razones por las cuales el lenguaje es crucial en este contexto son:
- Claridad y comprensión: el lenguaje preciso y claro es esencial para asegurar que todas las partes involucradas comprendan completamente lo que se está pidiendo o concediendo.
- Autonomía y empoderamiento: el uso de un lenguaje respetuoso y no coercitivo permite que las personas tomen decisiones informadas basadas en sus propios deseos y necesidades.
- Contexto y situación: el lenguaje debe adaptarse al contexto y la situación en la que se está solicitando o brindando consentimiento. Lo que puede ser aceptable en un contexto no puede serlo en otro.
- Comunicación abierta: un lenguaje abierto y transparente fomenta una comunicación efectiva entre las partes involucradas.
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