Foto: Cultivos de la firma Sativhemp Pharma/Villa de Leyva
Cumplidos seis años de la expedición del marco regulatorio para el uso medicinal e industrial del cannabis en Colombia, el país empieza a ver las oportunidades que representa esta industria para el desarrollo agrario, social y económico.
Muestra de ello fue lo sucedido esta semana en el Capitolio Nacional, cuando el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, galardonó a dos empresas dedicadas al cultivo de cannabis por su excelencia empresarial agropecuarias, la Asociación de Productores Agropecuarios de Miravalle Norte, Asomiravalle Norte, y Siembra Medicinal Colombiana, Siemcol.
La primera de ellas con operaciones en el Valle del Cauca donde agremia a 36 productores de la región, integrando a la comunidad de Miravalle Norte con el objetivo de desarrollar productivamente el territorio y generar calidad de vida para la comunidad de las familias del sector, a partir del cultivo de cannabis con fines medicinales e industriales, en un predio de 80 hectáreas, entre los 1.460 y 1.600 m.s.n.m., con 12.500 metros cuadrados para el cultivo bajo invernadero.
Mientras que Siemcol, opera su cultivo de 32 hectáreas sembradas con cannabis en Toca, Boyacá, sobre los 2.730 m.s.n.m. y que a la fecha ha sembrado unas 50.000 plantas de cannabis, con siete materiales inscritos en el Registro Nacional de Cultivares, RNCC, del ICA.
El reconocimiento del gobierno colombiano fue entregado a 60 empresas y emprendedores que han integrado a sus procesos de producción agropecuaria temas de innovación, impacto social en las regiones, aplicación de Agritech y agricultura baja en carbono.
Durante el acto, el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro, comentó “ que el cannabis es una industria que está en pleno desarrollo, llevamos pocos años desarrollándola si se compara con la agroindustria del café o la palma, sin embargo, hemos tenido un avance en todo lo que tiene que ver con temas genéticos, temas de tecnología y temas de producción, también se ha avanzado en la legislación haciendo que cada día esta actividad pueda tener diferentes aristas para ser sostenible en el tiempo, hay mucho por hacer”.
Ahora, justamente esta semana, el representante a la Cámara por el Valle del Cauca, Alejandro Ocampo, se presentó a la instalación del congreso de la República electo, con una cerveza fabricada con semillas de cannabis, chocolates elaborados con extracto de cannabis no psicoactivo y café con CBD.
Además, se espera que para esta legislatura cursen trámite al menos cinco proyectos relacionados con el uso y aprovechamiento del cannabis en el Congreso de la República, todos con enfoques diferentes, aunque con un mismo propósito, abrir el acceso a una materia prima que fortalece y da una nueva proyección al campo colombiano.
Uno de ellos enfocado en la reforma al Artículo 49 de la Constitución, donde se establece el acceso a los servicios de promoción, protección y recuperación de la salud, directamente relacionados con el uso y acceso a la planta del cannabis. Así, como lo explicó en días recientes el representante a la Cámara por Bogotá, Juan Carlos Lozada, frente a la Mesa Distrital Cannábica.
También Katherine Miranda y Gustavo Bolívar avanzan en iniciativas direccionadas a la regulación del uso legal del cannabis, dando paso a una nueva perspectiva y marco legal del cannabis en Colombia.
Así que todas las puertas se abren a la nueva agroindustria del cannabis, un sector productivo que además de una reivindicación de derechos civiles, se convierte en toda una oportunidad para el desarrollo del campo y las regiones colombianas, a partir de la generación de conocimiento y el valor agregado a las materias primas.