Aunque el Centro Democrático quiera posar de digno y demostrar que no les afectó el rechazo de los miembros de la coalición Equipo Colombia, es claro que quedaron muy afectados y bastante golpeados.
Con el rechazo se les hizo ver que no eran del agrado de algunos de los miembros de este grupo de políticos, además se les demostró que su manera de hacer política no es de buen recibo, dejándoles claro que hay colombianos a quienes les importa más las formas que los votos que puedan poner.
Basta con recordar las declaraciones al diario La República, de Juan Carlos Vélez, exgerente de la campaña del No en el Plebiscito por la Paz, donde aceptó que la estrategia incluyó un fuerte uso de las redes sociales para no explicar el real contenido de los acuerdos y en su lugar fomentar la indignación: “Estábamos buscando que la gente saliera a votar berraca”. admitió el excongresista y revelo también que la campaña que dirigió, incurrió en tergiversaciones del acuerdo de paz.
No veo a un Enrique Peñalosa ejerciendo lo que bien se puede llamar ‘guerra sucia’, mucho menos a Dilian Francisca Toro, quien de hecho acompañó a Juan Manuel Santos diciéndole Si a la paz. De Alex Char no puedo decir nada, puesto que no le conozco y el poco se deja conocer. En todo caso, que él también les haya dicho No, es un claro mensaje.
Tanto Enrique Peñalosa como Dilian Francisca y Alex Char, tienen experiencia gobernando y saben muy bien lo complicado que es ejercer esta tarea con una sociedad dividida por el odio y las pasiones que otros difunden porque no tienen o no conocen otra manera de hacer política, y es claro que no deseen más polarización, algo que claramente va a suceder si el Centro Democrático llega a esta coalición.
Los uribistas no pueden pedir que no se tenga prevención frente a ellos, cuando insisten en generar odios contra la firma de la paz con las extintas Farc y poco les importa la ola de violencia que se ha generado en los territorios por la lentitud en la implementación de los acuerdos, trabajo que su presidente Duque no ha sabido ejecutar, entre otras porque tampoco le interesa y así le interesara, no puede dejar de obedecer a su jefe, el expresidente Uribe, quien le debe tener rotundamente prohibido cualquier intento en llevar a buen término el fin del conflicto.
Por supuesto que debe existir prevención frente a un grupo político que de manera irresponsable ha dejado ver un interés por llevar al país a un enfrentamiento bélico con Venezuela , y que además puso a un presidente que de manera ingenua creyó que con un concierto en la frontera y enviando camiones con alimentos a la población venezolana, podía tumbar a Nicolás Maduro.
Claro que debe existir prevención con el Centro Democrático, quien acusa constantemente a Gustavo Petro por recibir dineros de un arquitecto e introducirlos a una bolsa pero que les parece normal que una persona vinculada al narcotráfico y al paramilitarismo como Enilce López, alias la Gata, haya financiado la campaña presidencial de Álvaro Uribe, hecho que el mismo reconoció (Ver video https://www.youtube.com/watch?v=TWVEppgf2R8).
Aquí hay muchos motivos para estar prevenidos frente al uribismo, y el más importante, que ni Enrique Peñalosa, ni Dilian Francisca Toro, ni mucho menos Alex Char, están dispuestos a convertirse en títeres de Álvaro Uribe Vélez. Estas son personas que han gobernado y a diferencia de Iván Duque, tienen un norte y un criterio formado, y dudo que se vayan a prestar a que otro los maneje desde una finca en Antioquia o Córdoba.
Esperemos que en el Centro Democrático aprendan la lección y no pretendan posar ahora de víctimas y entiendan que no todo el mundo está dispuesto a juntarse con esa manera tan baja de hacer política, es decir, con mentiras, intriga y cizaña.