Por: Miguel Ángel Barreto, senador de la República – Columnista invitado
Convencido de la relevancia estratégica que para el país significa el empleo, la productividad y la competitividad, durante este periodo legislativo he tenido el gusto y la oportunidad de acompañar industrias que tienen un significativo impacto para la economía en general. Como es un compromiso de cada congresista exponer ante la opinión pública los avances de su gestión me permito dar cuenta de tres ejes que considero convenientes para el país y sus regiones. Estos son: Plan de Choque en el ICA para la optimización de procesos en el sector farmacéutico veterinario, Protección del sector Textil-Confecciones y Turismo.
Después de la citación a debate de control Político al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y de una labor de acercamiento real con la Asociación Nacional de Laboratorios de Productos Veterinarios, Aprovet, se estableció un trabajo conjunto entre el sector público y privado que generó el establecimiento en el segundo semestre de este año de un ‘Plan de Choque’ para agilizar los trámites para la aprobación y licenciamiento de medicamentos veterinarios. En este proceso se determinó un plan de sistematización que contiene la organización y digitalización del archivo y la entrada en operación de una nueva plataforma digital de atención a los usuarios a partir de abril de 2020.
Igualmente, se concertó con los empresarios la estructuración de una nueva resolución que reemplazará la 1056 en lo relacionado con todo desarrollo, elaboración, distribución, transporte y comercialización de los insumos naturales, sintéticos o biológicos, tendientes a garantizar la efectividad en la producción de medicamentos veterinarios y cosméticos. Actualmente, la producción de medicamentos en animales genera 6.300 empleos directos e influye en 250 mil personas en toda la cadena.
El reto es generar las garantías técnicas, científicas y productivas para que esta industria pueda desarrollar nuevos fármacos veterinarios y con ello ampliar el impacto en el empleo nacional y fortalecer el estatus sanitario del país, lo que resulta especialmente beneficioso para la producción bovina, aviar, porcícola y para todo el comercio de especies domésticas. Sin duda, el Ministerio de Agricultura, el ICA y Aprovet han dado un enorme paso, pero habrá que seguir avanzando para consolidar esta cadena que mueve unos 270 millones de dólares anuales y que tiene enormes posibilidades de expansión.
De otra parte, no solo en 2019 protestamos contra el ‘bullying’ a los confeccionistas por parte de los gremios de la producción, sino que en el nuevo año, la defensa férrea del sector textil y la producción industrial nacional continuará en la agenda legislativa, mucho más cuando la actual crisis y protestas sociales reclaman el fortalecimiento de todas las actividades productivas nacionales para garantizar la ocupación existente y su solidificación en el mercado regional. Se trata de 60 mil pequeñas y medianas empresas que sostienen un millón 800 mil empleos y que en condiciones de sostenibilidad pueden aumentar su producción.
En un primer frente de batalla se logró, aún con el desacuerdo del Ministerio de Hacienda, que en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) se estableciera un impuesto de 37.9% a las importaciones de productos clasificados en los capítulos 61 y 62 del Arancel de Aduanas y un arancel de 10% ad valorem, más tres dólares por kilo importado a partir de los 20 dólares kilo, hoy en vigencia. Aunque la decisión final está en manos de la Corte Constitucional, este sector requiere más apoyo para avanzar en aspectos relacionados con diseño, creatividad, innovación, el acercamiento a nuevos mercados internacionales y especialmente sea redefinida como una cadena de amplio impacto social en lo regional y fundamental para la ocupación en Colombia.
Un tercer escenario es la conectividad aérea y su relación con nuevas fuentes de negocios interregionales y turismo. La principal apuesta consiste en dar trámite al Proyecto de Ley que busca reducir la tarifa del IVA de los tiquetes del 19% al 5% y la eliminación del impuesto de timbre de salida del país, con el fin de hacer del transporte aéreo una alternativa asequible para todos los colombianos y dinamizar el sector turístico, pues se estima que esta medida logrará aumentar la demanda de pasajeros en un 20% y por ende el consumo de servicios turísticos, la generación de nuevos empleos y una mayor participación del turismo en el PIB que para el 2018 representó el 3.8%.
Adicionalmente, con el Ministerio de Transporte y empresas aéreas hemos avanzado en reuniones y hay consciencia de reactivar y modernizar aeropuertos municipales. Para el caso del Tolima siguen en análisis las terminales de Planadas, Chaparral, Alpujarra, Mariquita y Flandes; y en el caso de Ibagué, la ampliación de la pista y la instalación de los equipos de aeronavegación del aeropuerto Perales. En este contexto, el turismo nacional y regional es la apuesta con mejores perspectivas siempre y cuando se modernicen y se profundicen aspectos como infraestructura, seguridad, líneas de crédito, promoción y haya mayor flexibilidad en la normatividad para la formalización de las empresas existentes y la creación de nuevas.
En el 2020 continuaremos trabajando en la competitividad y el empleo del país.