¡La categoría es: vive, trabaja… Mantén la pose!

En los últimos días he repetido la serie POSE, he visto dos veces la primera temporada y tres veces la segunda y pude notar que inclusive los gais y las transgeneristas que aparecen en la historia le dan mucho énfasis a la interseccionalidad racial, identidad de género, expresión de la identidad de género y orientación sexual.

El estribillo inicial dice: ¡La categoría es: vive, trabaja…mantén la pose! Pero ¿cómo vivir, trabajar y mantener la pose?

Ayer la Corte Constitucional de Colombia presentó su evento sobre la diversidad, hubo espacio para la diversidad en cuanto a las identidades de genero no construidas a partir de las imposiciones heterosexuales y a las orientaciones sexuales que difieren de la heterosexualidad considerada como única forma de relacionamiento afectivo o erótico considerada moralmente correcta. Esto me decepcionó porque esperaba mucho más de las ponencias y del evento porque no me aportó nada nuevo para la consecución de aquellas herramientas que garanticen el ejercicio de nuestros aún conculcados derechos.

También se dio noticia sobre la muerte de Verónica, una mujer transgénero joven, migrante irregular venezolana, en ejercicio de la prostitución o como se llama a esto para no lastimar los oídos de las personas moralistas, actividades sexuales pagas. El cadáver de Verónica fue encontrado en el barrio El Tintal. Las causas de su muerte no se conocen oficialmente y como ocurre casi siempre rodeada de rumores y con poca colaboración institucional y de la sociedad civil en aras de esclarecer el caso, identificar a quien cometió el homicidio y que responda por el mismo ante las autoridades instituidas para ello.

Ningún homicidio tiene justificación pero cabe anotar que algunos de ellos ocurren por fobias y odios que se tienen contra aquello que produce una amenaza al ser de algunas personas y otros como consecuencia del actuar de las mismas personas. Pero hay un crimen que no tiene justificación y es el crimen que cometen muchas instituciones al obviar sus deberes en aras de garantizar el ejercicio de derechos de la gran mayoría de las mujeres transgeneristas pese a los avances normativos y jurisprudenciales que lo pretenden, aunque no hay que perder de vista los procesos endodiscriminatorios entre las mismas personas con identidades de género, expresiones de la identidad de género u orientaciones sexuales que no responden a los cánones heterosexuales impuestos. Y que decir de la instrumentalización que nos hace cuota justificadora de actividades institucionales, civiles y académicas que nos hace objeto de sus trabajos para justificar presupuestos, consecución de dineros, títulos y emolumentos. No me referiré a la criminalización porque sería extenso, solo diré que el status quo criminaliza todo aquello que se escapa a lo considerado a partir de las subjetividades propias de quienes se han alzado como líderes moralistas como “normal”.

Pose lo retrata y debería usarse como elemento pedagógico desde la lúdica para sensibilizar y concienciar a muchas personas sobre las situaciones que viven las mujeres transgeneristas a las que algunas mujeres niegan posibilidades y no reconocen, en la serie Federika y en la vida real algunas como Lupita Jones, ex señorita universo, con todo lo contradictorio de sus pronunciamientos y aquellas que militan en las filas del feminismo radical excluyente de lo transgénero (terf, por su sigla en inglés). Algunos gais al demeritar las capacidades que tienen muchas mujeres transgeneristas para aportar a la construcción de sociedad y con las burlas descalificadoras de la feminidad de Ellas, en la serie Pray tell y su consejo de presentadores y calificadores, y en la vida real algunos que se han atrevido a decir que lo único que nos interesa a Nosotras es pintarnos y depredar hombres como lo hizo uno de los adalides del movimiento LGBT colombiano en el marco del proceso Planeta Paz. Algunas Lesbianas que al igual que algunas mujeres no entienden nuestra construcción identitaria, nos califican de hiperfeminización y creen que nos construimos en lo femenino solo para atraer a los masculinos. Algunas personas bisexuales cuando nos cosifican y nos convierten en sus objetos sexuales, en la serie los “sugar daddies” de Elektra y de Ángel y en la vida real nos rechazan al no ceder a sus devaneos sexuales a los que no accedemos porque la gran mayoría de Nosotras no está para la clandestinidad.

Es preocupante pero al odio y el rechazo no se escapan las mismas transgeneristas contra otras transgeneristas, en la serie lo podemos ver cuando unas se descalifican a otras a partir de su belleza, del “pasar” por mujer, de los recursos económicos que pueden levantar y de la cantidad de procedimientos a los que se pueden someter algunas y otras no.

En fin, son muchos los procesos discriminatorios a los que nos enfrentamos las mujeres transgeneristas en vida y muertas. No se entiende que no queremos incluirnos en la sociedad sino ser parte de la sociedad, una parte activa, constructiva y diciente de la sociedad.

@Dianatrans