Robo o secuestro del número de celular

Por: Hugo Acero Velásquez.

Un día cualquiera te quedas sin ninguna señal en tu celular, no puedes hacer o recibir llamadas, utilizar tus redes, no puedes recibir información o comunicarte con nadie, literalmente, estas incomunicado y a pesar que el aparato funciona, esta “muerto”, ya que no sirve para nada.

Angustiado, porque no te puedes comunicar, te diriges a tu operador, y esto no es cuento, vas a CLARO y le dicen, con el mayor de los descaros, que uno solicitó el cambio de operador y a pesar de manifestarles que no lo hizo, no le presentan pruebas de lo contrario. Lo único que le dicen es que ese ya no es problema de ellos, que debe ir a WOM donde se trasladó, de manera ilegal, la portabilidad numérica y son ellos quienes deben devolverla.

En WOM dicen que ellos no tiene tu portabilidad, a pesar de presentarles un pantallazo donde CLARO confirma que la traslado a WOM, solo informan, mirando sus sistemas que la tiene TIGO y allí informan que la portabilidad sí la tienen, pero que está a nombre de otra persona y recomiendan regresar a CLARO, para que ellos emitan una constancia sobre la propiedad de la portabilidad numérica para poder pedir su devolución, pero para sorpresa, la constancia que entrega CLARO tiene el número de cédula del propietario, pero aparece con otro nombre, después de varios años de estar efectuando el pago mensual a esta empresa con los verdaderos datos del propietario.

Todo esto ya huele mal y tiene un nombre: es robo o secuestro de la portabilidad numérica, que deja vulnerables a los usuarios, pues significa que las bases de datos de sus contactos y toda la información que manejan está expuesta para que los delincuentes hagan lo que quieran. “El riesgo de este tipo de prácticas es algo similar a lo que sucede con las tarjetas de los bancos, pues finalmente es un fraude por el que deben responder las empresas portadoras de la información”

A este tipo de fraude se le denomina SIM SWAP, que es una estafa que consiste en duplicar de forma fraudulenta la tarjeta SIM del teléfono móvil de una persona para cometer más fraudes con todos los contactos que se tienen, para secuestrar los datos y pedir rescate por los mismos o para bloquear socialmente al dueño de la portabilidad numérica. También tienen como objetivo adueñarse de las contraseñas de un solo uso u OTP (del inglés One-Time Password) enviadas vía SMS por parte de los bancos, teniendo así la capacidad de provocar daño financiero.

“El modus operandi es similar al phishing, práctica ejercida por estafadores y cibercriminales para hacerse de información personal y financiera de algún individuo. Incluso esta táctica está siendo utilizada para transferir el número telefónico de un usuario a un SIM/Chip falso (SIM Swap en inglés), con el fin de tener acceso a cuentas bancarias, tarjetas de crédito, contraseñas de acceso a servicios digitales, entre otra información sensible, lo que resulta en una suplantación o robo de identidad para cometer un fraude bancario”. Ver Portabilidad numérica no consentida.

En este caso la víctima he sido yo y lo único que quiero es que CLARO, donde comenzó el fraude, me devuelvan lo que me pertenece, la portabilidad numérica que la tengo desde que aparecieron los celulares en Colombia y que investiguen quienes les están facilitando a los delincuentes este fraude. Esto no es solo de empleados deshonestos que se prestan para estos ilícitos, es responsabilidad de las empresas la portabilidad e información de sus clientes. Es increíble, pero después de estos problemas CLARO, en los últimos días me una envió factura de cobro, donde vuelve a reconocer la propiedad de mi portabilidad numérica, sin que hasta el momento haya hecho esfuerzo alguno para devolvérmela.   

Finalmente, unas recomendaciones para evitar que a otras personas les suceda lo mismo: ordénele a su operador que el cambio de empresa con su portabilidad numérica solo se haga cuando usted lo solicite de manera presencial, en cualquiera de las oficinas de su operador. Y si ya es víctima de este fraude tiene que poner la denuncia ante la Policía o la Fiscalía, presentar un derecho de petición ante el operador para que le devuelvan la  portabilidad y que además investiguen internamente quién está violando el derecho de la protección de datos personales y le está facilitando la vida a los delincuentes. Son varios días de trabajo perdidos, pero hay que hacerlo.