Muchos analistas e incluso ministros de este mismo gobierno, parece, tampoco creen esto y se preguntan lo mismo, ¿se acaba realmente la exploración de hidrocarburos? Esto con base a lo que anuncia el gobierno de Colombia en Davos, dentro del marco de la cumbre del Foro Económico Mundial. Estas declaraciones de terminar la exploración en Colombia, dan a entender que el futuro del Petróleo en Colombia y sus derivados, dependerán de contratos ya firmados, gestionados a la fecha, y no tardan en llover las críticas de esta decisión, que a la larga y por el bien del país, se espera que esta declaración no prospere.
Es evidente que los anteriores gobiernos han incentivado la economía extractiva, dependemos cada día más del petróleo, el carbón y el gas, las cuales representan ampliamente un porcentaje significativo de nuestras divisas que ingresan al país. Por lo tanto, las primeras preguntas con estos anuncios serían, al terminar nuestras existencias de reservas, para nosotros y para exportar, ¿de dónde saldrán las nuevas divisas? ¿de qué tipo de energía dependeremos en ese entonces para cubrir la demanda nacional? De acuerdo que no fue muy inteligente desarrollar una economía basada en la extracción, deberíamos tener décadas de desarrollo de otras industrias, razón misma por la cual suena absurdo cerrar de golpe la exploración de hidrocarburos, sin tener sustituto listo, tanto para consumo de energía como para proveedor de divisas.
En anteriores escritos, hemos comentado cómo en países como Chile, aprovechando su potencial en energía solar y eólica, no se producen más de 23 teravatios/hora, y en Colombia, con los esfuerzos hechos a la fecha, producimos solo 2 teravatios/hora con energías alternativas. En ningún caso es suficiente para surtir aún la demanda de energía interna. No está en discusión la transición energética mundial, hay que hacerla, pero el tema es muy gradualmente, sin exabruptos, como parece se piensa hacer en este gobierno con este anuncio, el cual, repito, se espera no prospere.
El otro tema sobre la balanza son las divisas, tema que también requiere inversión para que otra industria poco a poco reemplace las que ingresan por hidrocarburos, las cuales como hemos dicho, superan ya los $20.000 Millones de dólares anuales. Se habla del turismo, pues bienvenido sea el aumento del turismo para obtener más divisas, pero se requiere más infraestructura, vías, inversión amplia para hacer esto realidad y a muy largo plazo, aún así, no se ve muy viable estos reemplazos inmediatos para reemplazar por otros sectores lo que nos llega en divisas por los hidrocarburos.
Claro que se deben estructurar más y mejores sectores para que en un futuro nos brinden más diversidad y seguridad económica, pero esto es un largo proceso, hablemos entonces del desarrollo del cannabis, del cáñamo, de la tecnología, la ciencia, la industria de alimentos transformados hacia nuevos mercados, pero ¿cuánto tiempo nos llevará desarrollar estos sectores económicos? Hay que seguir fomentándolos sin timidez, pero el consejo para el gobierno, por más potencial que se tenga en otros sectores para generar divisas, no hay que frenar la exploración y menos en estas actuales condiciones mundiales, hasta Lula desde Brasil lo ha dicho enfáticamente.
Es una realidad que debemos frenar el cambio climático, pero nuestras emisiones como país en Colombia no son significativas como para sacrificar nuestro propio sustento, si no exploramos, a futuro no vendemos y si no lo hacemos, otro lo hará, así de simple. ¿Ya vieron cómo ha surgido Surinam con los hidrocarburos? Ellos tampoco aportan una significativa parte del CO2 que sale al mundo. Como se aprecia, el tema del cambio climático es estructural, a largo plazo y de forma muy gradual, lo tienen claro algunas grandes potencias y tienen fijadas metas muy estrictas de sustitución de energías a largo plazo, más no por esto, terminan sus exploraciones de hidrocarburos, ¿cuándo sería prudente hacerlo? Talvez cuando la famosa transición energética sea un hecho, no antes.
Espero recuerden cuando hasta hace poco, el baluarte de nuestro gobierno, el ministro de hacienda, Jose Antonio Ocampo, brindaba toda la tranquilidad sobre un posible exabrupto de no hacer más exploraciones, de tener claro el cumplimiento de los contratos actuales y de seguir con esa confianza inversionista basada en ese tema, pero hasta la fecha, no había claridad sobre seguir o no con las exploraciones, de persistir ese plan mencionado en Davos, no quiero imaginar la desconfianza que esto generaría en los mercados, y alimentando ahora sí con argumentos, una aguerrida oposición que busca este tipo de escenarios para validar su causa.
En conclusión, esperemos que esto siga siendo una pregunta, y no se solidifique. De hacerlo, se espera que se tomen las medidas adecuadas con el fin de no incurrir en riesgos, en alarmas innecesarias, en temas que no tienen posibilidad real de prosperar en el corto plazo. Esperamos sea responsable el gobierno y sigan materializando con hechos, avances importantes para la nación y dejar a un lado la demagogia.