Entre el 13 y 14 de diciembre se proyecta que se conozca en cuanto quedará este indicador que afectará los ingresos de más de 2,2 millones de trabajadores colombianos.
Por: Néstor Preciado
Decano Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas
Universidad de San Buenaventura
Arranco en firme la negociación para definir el salario mínimo del próximo año, una decisión que afectará a cerca de 2 millones 200 mil trabajadores colombianos (el 9,9 % del personal ocupado actualmente en el país). De lo que se acuerde en la mesa donde estarán sentados representantes del Gobierno, las centrales obreras y los empresarios, dependerá el sueldo y subsidio de transporte que tendrán en 2024 este número de ciudadanos.
Dentro de la agenda, vale destacar las siguientes seis fechas que serán clave tenerlas en cuenta para el desarrollo y avance de este dialogo que tiene en el vilo al país, pues recordemos que del incremento que tenga el salario mínimo también subirán otros gastos y compromisos que pueden apretar aún más el bolsillo de todos los colombianos, entre ellos, el costo del arriendo, el copago de las EPS, las multas de tránsito y las matrículas escolares, entre otros.
Primero, el 30 de noviembre el Dane dio a conocer la cifra de desempleo de octubre que quedó en 9,2 %, un indicador clave que servirá como punto de partida para arrancar con mayor criterio esta conversación.
Segundo, un día después, el 1 de diciembre, sesionará la Subcomisión de Productividad. Este indicador también será fundamental para de definir una cifra con mayor objetividad.
Tercero, el próximo 4 de diciembre, se reunirá de nuevo la mesa de concertación para estudiar los datos concretos del mercado laboral, analizar el informe de la Subcomisión de Productividad a cargo del Dane y revisar con detalle el contexto macroeconómico del país, tarea que realizará el Ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla.
Cuarto, el 7 de diciembre, sesionará la Subcomisión de Empleo y Empleabilidad que se creó el año pasado. Cuatro días después, el 11 de diciembre, se analizará el indicador de la inflación y del PIB, y se realizará una proyección por parte del Banco de la República.
Finalmente, el 12 de diciembre se presentarán oficialmente las ofertas de incremento del salario mínimo para 2024 por parte de sindicados y empresarios.
Pero más allá, de las fechas y la agenda que marcará el camino de esta crucial conversación para el país, es importante conocer los cuatro factores que con seguridad serán determinantes para definir una cifra de aumento que, no sólo convenza y deje satisfechas a las centrales obreras, sino que además no afecte el futuro ni las finanzas de las empresas. Una tarea titánica, pero no difícil de lograr si te en cuenta que, según lo hasta ahora conocido, hay un buen ambiente de concertación entre las partes.
En este sentido, el IPC del año causado y su proyección para el 2024, así como el PIB, los aportes de la productividad al crecimiento de la economía y la contribución de los salarios al ingreso nacional, serán las variables que, en conjunto, ayudarán a determinar cómo desde la producción y el incremento del costo de vida se deberá ajustar el salario mínimo para que los colombianos tengan un ingreso real según las condiciones del mercado y el comportamiento de la canasta familiar.
Ahora, ¿cuál podría ser el tema más determinante durante la conversación? Sin duda el verdadero pulso estará en el comportamiento de los precios, especialmente de los productos y servicios que componen la canasta familiar, pues las familias ven afectado su poder adquisitivo con los incrementos de la inflación que los lleva a reducir su consumo o a sacrificar la adquisición de algunos productos. Asimismo, hay temas coyunturales que son difíciles de predecir y que también podrían afectar el ingreso de los colombianos, como la crisis invernal, el cierre de vías, los conflictos internacionales y la volatilidad del dólar, entre otros.
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De otra parte, hay que tener en cuenta la expectativa creciente por los incrementos de los combustibles, especialmente del ACPM, utilizado en su gran mayoría por la flota transportadora del país. Esta variable que entraría en vigor a partir de enero o febrero de 2024, junto con el aumento confirmado que tendrán los peajes, impactará el precio de los alimentos, ya que su incremento afectará los fletes del transporte, costo que será trasladado al consumidor final.
Sumadas estas variables y haciendo un análisis juicioso de las mismas, desde la academia proponemos un ajuste del salario mínimo que este cercano al 11%, cifra prudente y que podría dejar satisfechos a las centrales obreras y a los empresarios.
¡Amanecerá y veremos!…