Septiembre empieza fuerte, la opinión de Almudena González Barreda

Pensaba que septiembre iba a comenzar algo tímido y anodino y me encuentro con unos primeros días de infarto. Primero se me parte el alma (bueno, un trocito) al despedir a una niña encantadora que hemos tenido en casa de intercambio. Cuando me estaba recuperando de eso, asumiendo que en la casa con cada pérdida de cariño se queda un poco vacía, empieza un desfile de noticias que me deja como niño frente a un pipero de chuches: abrumada y sin saber cuál elegir.

Señores políticos váyanse de vacaciones y vuelvan de uno en uno, dosifiquen sus escándalos para que los mortales pagadores de sus sueldos podamos asumir semejantes barbaries, estupideces, injusticias y bajadas de pantalones.             Al lío.       

‘Barbie’ vicepresidenta Díaz se va a Bruselas 

Yolanda Díaz, vicepresidenta en funciones del gobierno español, se va a Bruselas a reunirse con un ‘loco’ y desesperado Puigdemont. Prófugo de la justicia. Que escapó en el maletero de un coche, una noche de octubre después de haber lanzado el órdago a la grande en una partida de cartas contra la Constitución española, la pobre, que nadie quiere o eso parece.

El ‘loco’ pide amnistía, referéndum, volver a su quimérica Cataluña y reaparecer como lo hizo María Jiménez, en 2020 (nuestra desaparecida diva del Flamenco) por todo lo grande, con vítores y al son de “Se acabó” y taconazo en el suelo.

‘Barbie’ vicepresidenta, viajó con una maleta perfecta llena de outfits mega estudiados para representar ese papel de cínica que tan bien le sienta. ¡Ojo! Que ella viajaba en calidad de representante de su partido SUMAR, no como vicepresidenta de un gobierno, como si uno pudiera desdoblarse y decir ahora soy una cosa, ahora soy otra. Disforia de roles, Yolanda. Un poquito de cordura, Yolanda. Cuando una llega a vicepresidenta (aunque sea en funciones) representa siempre al Gobierno. Sabemos lo que busca, sí, llegar a un acuerdo que le permita seguir llenando su armario de outfits molones y ser la mejor vestida de la casa que aguardan los leones de las Cortes, porque salvo esta evidencia: que su armario se ha llenado de piezas buenas, su llegada al gobierno español en nada más ha mejorado la vida de los españoles. ¡Ay! Cuánto le ha faltado a usted trabajar en la empresa privada y que fácil es la vida para los que se dedican a la carrera política: una lectura del Príncipe de Maquiavelo, un padrino en el partido y a poner todo en práctica.

Se busca la amnistía, el perdón, el aquí nada ha pasado. Lo que realmente hay detrás y poco a poco van consiguiendo es que haya dos clases de españoles. Los plastitas que consiguen todo lo que quieren y los demás. En el primer grupo están los independentistas, los políticos mediocres, los grupos y lobbys del pensamiento único. En el segundo, todos los demás: pringados, nerds, yo, tú y él.

El pensamiento único

Seguro que muchos vieron el beso de Rubiales, ese que nos ha tenido todo el verano entretenidos. ¿Se deben o no permitir esos comportamientos? Claro que no. ¿Son objeto de delito? Sin ser jurista, tampoco. Pero como ya les adelanté en mi primer artículo, Cuando ya todo es agresión, no queda espacio para el abuso y uno se convierte en violador a la primera de cambio. Tocar el culo, robar un beso, violación con violencia… todo es lo mismo en la nueva Ley.

Eso es lo que han conseguido las feministas que hoy ostentan el título de inquisidoras del bien y el mal sexual. El beso de Rubiales, que le ha costado es puesto, es peor que pegar a una madre, es peor incluso que todos los esos comportamientos delictivos que se le presuponen. ¡Dónde va a parar! Pobre su madre, que sigue en huelga de hambre por la persecución mediática de su hijo. Y nadie sale en defensa de una madre que sufre.

Si la selección femenina despertaba poco interés, pero se la presuponía seria, deportista, fuerte, madura… Ahora después de lo ocurrido, no creo que vuelva a enganchar a la afición por su juego, ni por su notoriedad, si por sus pataletas de niñas malcriadas. Se declaran en huelga y ponen en marcha un chantaje, consiguen echar a su entrenador, ese que las ha convertido en campeonas del mundo cuando nadie daba un duro por ellas. Y, además, ni ellas mismas parecieran que se respetan a sí mismas cuando le bailan el agua al pensamiento positivista imperante, ¿no hay ninguna en la selección y alrededores que sea capaz de pensar por sí misma? Jóvenes, inexpertas y un poco malcriadas. Son fruto de la sociedad en la que viven. Maleables. ¿Alguien ha visto a Pedro Sánchez? Qué buena cortina de humo le está proporcionando el caso Rubiales.

Las brujas de Igualdad

Las señoras y señores del Ministerio de Igualdad español, que además son feas y malas, se han convertido en las nuevas brujas del cuento, Ahora, en lugar de querer matar a la guapa, quieren deshacerse del príncipe, ese que viene a salvarla. Sí, el príncipe destiñe. A veces, incluso, hay que sacárselo de encima por piojo. Pero lo cierto es que a la mayoría nos sigue gustando el clásico y que nos roben un beso, pero el tipo que nos gusta.

Las de igualdad; Irene, Pam y todas las demás, han encontrado en la violencia un chiringuito del que cobrar, en la igualdad y sus políticas absurdas, otro, en las diferencias que nos hacen singulares, otro… Se han subido al carro del ofendido con una agilidad pasmosa y han sabido sacar rentabilidad de ello. Hace poco escuchaba, pasmada, que las subvenciones europeas, en materia de violencia machista, por ejemplo, se reparten en función del número de casos. Más de 20 años señalando a las mujeres que mueren y no bajan las cifras. Algo falla. Igual va a ser sí que hacen políticas que funcionen, el número baja y no recibirían tanto…

Ahora se han sacado de la manga una nueva APP para repartir las tareas del hogar, la carga mental, lo llaman…  ¡200.000 euros! Pero si eso es un “pido no” de los de antes, pero en positivo, Me Toca, lo han llamado. ¡Ay! Qué poco saben estas de tareas, de necesidad, de economía, de reparto y de amor.

En mi casa había un ordeno y mando y al son se decía “pido no” y la última en decirlo, le tocaba sacar el lavaplatos, poner la mesa o cuidar del hermano. Hoy hay un ordeno y mando dirigido, personalizado: “Fulano, el lavaplatos”, “Alexa, anuncio, Zutano y Mengano, sacad a los perros”, y Alexa repite. La APP… muy cara y poco útil. Educación en casa, señoras. Ordeno y mando. El amor no sabe de números, ni de Apps. Si quieren estas feas de igualdad gastarse semejante cantidad de plata que lo inviertan en profesores de economía del hogar para niños y adolescentes en edad escolar, o mejor, que se dediquen a formar personas, no en ideologías, si no en Amor. Que permitan a las familias desgravar por empleada de hogar, puesto que las familias actúan como empleadores y no pueden desgravar ese gasto. Que paguen un sueldo a las madres que decidan quedarse en casa cuidando de los suyos y una pensión en condiciones por haber aportado tanto a la sociedad. ¿Pero otra App? Sobra. Sobran.

Se me queda en el tintero que ahora el lobo es muy malo porque a la cursi de Von der Leyen un lobo malo se ha comido a su pony o tal vez fuera un caballo, pero no veo a los animalistas salir en su defensa, tan importante que era el can salvaje… Pobre lobo, su protección tiene los días contados. Los ganaderos al fin respiraran algo más tranquilos.