Todo cambia, para que la democracia siga en crisis

Por: juan camilo clavijo martín

Javier Milei dio un vuelco a la política de Argentina al convertirse este domingo en presidente electo del país con sus ideas libertarias y radicales.

El libertario antisistema Milei derrotó en las elecciones de este domingo a Sergio Massa, actual ministro de Economía, que reconoció la derrota antes incluso de que se conocieran los resultados oficiales. (BBC, noviembre 20, 2023)

Ya con el pasar de los días y con las emociones un poco más amainadas por el triunfo de Javier Milei el pasado 19 de noviembre en Argentina, es necesario analizar esta victoria en el contexto de extremismos de izquierda y derecha, tan de moda estos días en el mundo.  

Según IDEA International, se han producido deterioros en los cimientos mismos de la democracia, lo que revela debilidades en la credibilidad de los procesos electorales, en la capacidad de las legislaturas para actuar como controles de la extralimitación del ejecutivo y en el acceso igualitario de las personas a las instituciones de justicia. Esta debilidad institucional se ve agravada por la continua disminución de los derechos democráticos fundamentales, incluida la libertad de expresión, la libertad de asociación y reunión y la libertad de prensa. Ese deterioro ha afectado a todas las regiones del mundo y a una amplia gama de países con distintos niveles de desempeño democrático.

Con esto, se podría inferir que esta erosión de la democracia se da por el auge de los extremismos en el poder como Erdogan (Turquía), Orban (Hungría), Morawiecki (Polonia), Maduro (Venezuela), Ortega (Nicaragua), por el potencial regreso de Trump como presidente (EE. UU.), por el paso por las presidencias de Bolsonaro (Brasil) o Duterte (Filipinas), por los crecientes adeptos a partidos como Vox (España) y de Marine Le Pen (Francia), y por la creciente influencia china en el planeta, que van minando los derechos e instituciones.

Sin embargo, la creciente ola de estos movimientos también se puede explicar por el estado de ineficacia al que ha llegado a la democracia. Se ha convertido en un modelo incapaz de responder a retos como la desigualdad, la corrupción, el desempleo, la pobreza, la falta de educación, de salud, de vivienda, la perdida diaria de nuestra capacidad adquisitiva, o la crisis climática, y por el contrario ha entronado a las grandes corporaciones, los grandes capitales, y los políticos.

Como consecuencia, es un sistema que ha desilusionado a grandes masas, y son estas, quienes eligen los extremismos, creando un ciclo perverso de desilusión democrática – extremismo o extremismo – desilusión democrática. Podemos entender que el uno se alimenta del otro.

El fenómeno Milei, no es ajeno a este diagnóstico. La tasa de inflación de Argentina alcanzó el 138% anual en septiembre y sigue aumentando, con precios subiendo por encima del 12% en los dos meses más recientes. J.P. Morgan ha estimado que la inflación finalizará 2023 en un 210%, mientras que una encuesta de analistas del banco central pronostica un 180%. El 40% de los argentinos vive hoy en la pobreza, en comparación con alrededor del 25% al ​​comienzo de la crisis.  El león se presenta como una solución a este caos.

En medio esta discusión (ciclo: desilusión democrática – extremismo o extremismo – desilusión democrática), donde tomamos posiciones extremas solamente para rechazar un candidato, donde los argumentos quedaron fuera del debate, el voto se reduce a decisiones viscerales y a elegir al/la menos peor, con la elección de Milei, me encontré con una felicidad desbordada, confundiendo posición ideológica y revanchismo contra la izquierda, con el deseo de salvadores y caudillos. Del otro lado, había arengas que descalifican cualquier otra opción que no sea la de izquierda, y un desconocimiento absoluto de otras formas de gobierno, que pueden ser validas, e incluso eficaces (Leer: https://confidencialnoticias.com/opinion/la-izquierda-no-existe/2022/11/19/ ).

Para aquellos que comprometen sus palabras, discusiones, debates y energía, es mejor mirarse en un espejo y encontrar que aquellos a los que tanto critican son iguales a él/ella. Para la muestra, sienten en un salón a los seguidores de Gustavo Petro y los seguidores de Álvaro Uribe Vélez (Colombia). Comenzarán defendiendo los logros de sus respectivos gobiernos, para terminar, destilando rabia (¿o frustración?) y escupiendo acusaciones vacías los unos a los otros.

Lo anterior es el paso previo para elegir un extremismo (ciclo: desilusión democrática – extremismo o extremismo – desilusión democrática), y perfecto para seguir ahondando la crisis democrática analizada por IDEA International. Entonces es mejor pensar, reflexionar y analizar, antes de aumentar el tono de voz (ver quien grita más), y pasar a argumentos moderados, con fundamento, y siempre tratando de mirar la foto en perspectiva. Esto puede ser una forma para comenzar a salvar la democracia (o lo que es salvable de ella).

Para los que celebraban la victoria de Milei, y para quienes la frustración y la insensatez por la derrota, se ha convertido en desayuno, les comento que es probable que Milei no vaya a cumplir ni la mitad de sus propuestas:

  • Es imposible que vaya a cortar relaciones con el socio económico mas importante de Argentina, que es China, solo por su ambición de solo tener diplomacia con el mundo libre;
  • No sé qué tan factible sea acabar con el banco central en una economía tan grande y con tantos problemas macroeconómicos, como la argentina (los países sin banco central son en su mayoría, territorios pequeños e islas con muy baja población, con la excepción de Panamá. Los otros países son: Kiribati, Tuvalu, Micronesia, Andorra, Islas Marshall, Isla de Man, Mónaco, Nauru y Palaos);
  • No sé qué tan positiva sea la reacción de los ciudadanos cuando comiencen a cortar todos los subsidios, (por ejemplo, una familia de ingresos medios que viaja todos los días del conurbano bonaerense a la Ciudad de Buenos Aires a trabajar y paga al día sus recibos de luz, agua y gas, destina en promedio $22.000 pesos al mes, según los cuadros tarifarios vigentes en octubre de 2023. Al considerar que los dos adultos en edad activa suman un ingreso de poco más de $277.000 pesos (dos sueldos medios de $138.595 pesos al segundo trimestre según el INDEC), se destina un 7,9% al pago de servicios y transporte. Todos esos gastos tienen subsidios del Estado Nacional. Si se aplicara un plan de recortes tan extremo como propone Javier Milei, el monto promedio de gastos aumentaría a alrededor de $140.000 pesos y se llevaría el 50,5% del ingreso del hogar. Letra P, Eugenia Mazio, octubre 23 de 2023); y
  • No tiene mayorías en el congreso, entre otros.

Sobre las mayorías en el congreso, es una tendencia latinoamericana que presidentes que han llegado con grandes promesas de cambio como Boric (Chile), Petro (Colombia), Lasso (Ecuador) o Lula (Brasil), en el primer año logran crear coaliciones débiles, pero suficientes para ser optimistas, debido a que cuentan con un discurso conciliador. Sin embargo, una vez pasa la luna de miel entre ejecutivo y legislativo, las distancias entre ambas partes se hacen evidentes, y han llevado a parálisis legislativas como en Chile o Colombia, a las constantes reorganizaciones partidistas (Brasil), e incluso a la salida de presidentes (Ecuador).

Entonces, para la tranquilidad de unos no llegó la izquierda al poder, y para la tranquilidad de otros, no se harán las reformas prometidas. Lo que sí tenemos asegurado, es la profunda y continua depreciación de la democracia, porque la desigualdad, la corrupción, el desempleo, la pobreza, la falta de educación, de salud, de vivienda, la perdida diaria de nuestra capacidad adquisitiva, o la crisis climática, siguen al alza, además que el poder de las grandes corporaciones, los grandes capitales, y los políticos, seguirá aumentando.

No importa quien llegue a la presidencia, todo cambia, para que todo siga igual (Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie. ¿Me explico?). Para que la democracia siga en crisis.

Pd: Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie. ¿Me explico? Es el diálogo más inmortal de la novela El gatopardo (1958), cuando Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, intenta evitar que su sobrino Tancredi se una a los hombres de Giuseppe Garibaldi y participe en su guerra, en la segunda mitad del siglo XIX.