Es cierto que el gobierno del presidente Iván Duque entró en su recta final pero esta no puede ser la excusa para dar rienda suelta a temas que ponen en duda las actuaciones que de aquí hasta el 7 de agosto de 2022 serán materia de discusión.
Resulta increíble que un gobierno que no ha terminado de salir del escándalo de corrupción del contrato de Centros Poblados firmado por el Ministerio de las TIC, que tiene envolatada la bicoca de 70 mil millones de pesos, esté pensando ahora en la posibilidad de eliminar la Ley de Garantías, justo en época preelectoral.
No sé si es que el Gobierno Nacional perdió la poca vergüenza que le queda, se sabe de ante mano que esto no se hace pensando en darle la posibilidad a los municipios de que continúen con la recuperación económica. Qué no nos crean tan bobos.
El argumento de que ya no existe la reelección presidencial y que por tanto no hay lugar para la Ley de Garantías, bien pudo servir para eliminarla durante el Gobierno Santos, ¿Por qué el entonces senador del Centro Democrático Iván Duque se opuso alegando unos supuestos ríos de mermelada? ¿Qué acaso las condiciones a las que se enfrenta el ahora presidente Iván Duque son muy distintas? ¿Por qué ahora si resulta atractivo acabar con esta norma y antes no lo era si los riesgos son exactamente los mismos?
El clientelismo y la corrupción administrativa no ha desaparecido ni en lo local ni en lo nacional y el Ejecutivo lo debe saber y conocer muy bien como para que ahora se exponga a escándalos mayores, esta vez por posibles ríos de dineros y contratos en las campañas al congreso y presidencial.
Supongo que el presidente Duque no estará dando lugar para que aparezcan los otros Emilios Tapias que esperan el momento oportuno para desangrar las finanzas en municipios y departamentos. Me imagino que no le estará dando espacio para que uno que otro senador o representante que aspira a la reelección, llegue con un paquete de hojas vidas para así asegurar los voticos y sobre todo, que no estará pensando en colocar la contratación por prestación de servicios de las instituciones públicas del orden nacional a favor de la candidatura presidencial del Centro Democrático.
Suficiente con tener que ver el bochornoso espectáculo al que se presta tratando de aprobar la eliminación de una ley que es de carácter estatutario a través de la discusión de una norma que es de carácter ordinario ¿será que Iván Duque no cuenta con buenos asesores?, casi cuatro años de presidente más los cuatro de senador y no supo diferenciar entre una ley ordinaria y una ley estatutaria, ¿de qué le sirvió la experiencia como congresista? Increíble.
El Gobierno Nacional aún está a tiempo de eliminar ese artículo del Proyecto de Presupuesto Nacional, y el Congreso de la República de no dar su aprobación si el Ejecutivo insiste. Ya veremos quién de los dos (Congreso o Presidente), tiene menos vergüenza.