En las primeras semanas de la pandemia me pareció un cabezazo que el Presidente Duque saliera a las 6:00pm todos los días a mostrar la gestión que él y su equipo, estaban haciendo. Nadie había preparado un escenario para enfrentar una situación tan adversa, incierta y que afectara a toda la humanidad al mismo tiempo. Abrir el espacio televisivo nos permitió ver al gabinete en pleno ejecutando planes, y nos trajo información de primera mano, evitando rumores y especulaciones. El lunar de esta buena táctica estaba en haber puesto al propio Presidente a que condujera el programa.
Creo que la figura presidencial, por más fresca y cercana que se quiera presentar, tiene sus límites. El programa “prevención y acción” tenía, desde el día uno, la eminente amenaza de llevar a que los colombianos pudiésemos confundir a un presidente, con un presentador de un “talk show”. Además de asegurar que, si el programa no era lo suficientemente dinámico, a las pocas semanas se empezaría a volver paisaje.
El cruce de críticas al programa se hizo evidente esta semana, cuando muchos colombianos quedamos atónitos al escuchar que ahora el presidente tendría un programa de entrevistas. La noticia llegaba al conocerse un contrato firmado por el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE) y por Radio Televisión Nacional de Colombia (RTVC), valorado en más de seis mil millones de pesos y en donde literalmente se describía el espacio como: “entrevista con el Presidente”.
Algunos críticos se pegaron del valor del contrato, que, en lo personal, revisando todo el contenido del acuerdo, no me parece exagerado porque está previendo acciones para poco menos de 20 meses y estamos hablando de la producción de diversos contenidos para la Presidencia de la República. Pero lo que sí hace mucho ruido, es el apartado que menciona al espacio de entrevistas en cabeza del mandatario.
La insólita descripción llega en un momento en el que muchos nos preguntamos si un Presidente de Gobierno debe oficiar de presentador o más bien debería ser ese invitado de honor que todos queremos escuchar porque trae la noticia más relevante. Al poco tiempo de conocerse el ruido generado, el consejero de información y prensa de presidencia, Carlos Alberto Cortés, tuvo que salir al paso para explicar, en declaraciones dadas a El Tiempo, que “al señor Presidente de ninguna manera lo vamos a volver presentador”. Mensaje recibido, pero es importante ver que luego de varios meses ejerciendo, puede haber algunos que se confundan.
Así las cosas, parece que el programa tiene su fecha de caducidad prevista y sería a finales de febrero del 2021, coincidiendo con el cierre de la extensión que hiciera el propio Presidente, de la emergencia sanitaria. Serán los tres meses más desafiantes para el espacio de televisión después de tanta crítica.
Lo bueno es queda el caso para estudiarlo y aprender de él. Porque puede que aplique el viejo refrán: “zapatero a tus zapatos”.
@AlfonsoCastrCid, Managing Partner – Kreab Colombia