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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: EPS

Ministro de Salud asegura que el Gobierno atenderá a los pacientes si hay alguna EPS que cierre

El ministro de Salud y Protección Social, Guillermo Alfonso Jaramillo, afirmó que los recursos para financiar el sistema de salud son suficientes,  se pagan a tiempo y que  el incremento del 16.23% para el Pago por Capitación (UPC) de 2023 se calculó con la información que reportaron las propias EPS, a partir de las frecuencias de uso y los costos de los servicios que prestaron en 2022, y el aumento de la inflación.

Jaramillo fue enfático en asegurar  que el Gobierno paga por anticipado y que lo ideal sería que a las IPS les pagaran de esta manera.

 

¿En dónde se están quedando esos 4 millones de pesos, si se mueren los niños? ¿Qué se está haciendo con ese dinero con el cual estamos todos contribuyendo?, reclamó.

Recordó  además que el Presupuesto General de la Nación asignado para el sector salud en la presente vigencia se incrementó en un 25% comparado con el año anterior, pasando de 40.3
billones a 50.59 billones de pesos.

En cuanto a la posible contingencia que se podría presentar por las alertas lanzadas en los últimos días por Sanitas, Compensar y Sura, aseguró que el Gobierno estará presente para atender a los pacientes que lo requieran.

«Lo que nos corresponde a nosotros es aplicar un plan de contingencia, señaló inmediatamente decirle a todos los usuarios, que las clínicas que quieran trabajar con nosotros les vamos a pagar directamente desde la Adres”, sostuvo.

“Las EPS no pueden desatender a los usuarios y pacientes con la excusa de que no hay recursos porque el Gobierno no tiene deudas pendientes con las EPS. Por lo tanto, si a un colombiano no se le prestan los servicios, lo invito a que radique su queja ante la Superintendencia Nacional de Salud porque desde el Gobierno del cambio seguimos financiando la atención en salud de todos los colombianos”, puntualizó el ministro Jaramillo.

Primero el negocio después el paciente: urgente la reforma

Jaime Acosta Puertas 

Este texto está basado en hechos reales ocurridos en la segunda semana de enero de 2023 en una ciudad de mediano tamaño y en un hospital de tercer nivel acreditado hace pocos años. 

 

La paciente del régimen contributivo y categoría C, ingresa por urgencias. Primero el triage, después la primera evaluación de un médico general, luego exámenes de sangre, a continuación el diagnóstico del especialista de turno que ordena su hospitalización por infección urinaria. Al día siguiente una ecografía, y el radiólogo le dice que tiene una gran cantidad de cálculos en la vesícula lo cual daría para iniciar de inmediato un proceso a cirugía. Como la paciente toma aspirineta de 100 mgrs producto de un ACV (accidente cerebro vascular), no puede ser intervenida de inmediato, solo días después. Fue dada de alta por su favorable respuesta a los antibióticos, y con una orden para iniciar un posible camino al quirófano posiblemente para extraer la vesícula. 

El acompañante le pregunta al internista qué ocasionó la crisis en el paciente. Este respondió: “una ingesta”. El acompañante sorprendido reacciona: ¿cómo? ¿una ingesta? es decir ¿algo que comió? Sí, respondió el médico. ¿está seguro?. Si. Al acompañante no le gustó para nada la respuesta.  

Dan de alta a la paciente, la sacan en una camilla hasta el carro. No permitieron ponerle la férula, ni los zapatos, envuelta en una sábana encima de una camilla y cual bulto de papas la introducen en el asiento delantero. Urgencias no estaba ni al 50% de ocupación como para justificar afanes y maltrato. Era claro que el objetivo era sacarla o sacarla del hospital, porque si su estado empeoraba tendrían que tenerla ocho días hasta que médicamente fuera posible la cirugía.  

La historia clínica decía que sólo si tenía un cuadro agudo de vómito, diarrea, fiebre, escalofrío, etc etc, la llevaran nuevamente por urgencia, es decir, cuando estuviera en las últimas. Nada advirtieron de la aspirineta. Ni una palabra. Omisión total. Irresponsabilidad absoluta, porque no hubo una explicación integral de la salud del paciente y de su futuro inmediato. 

El acompañante insatisfecho con el diagnóstico de la ingesta, buscó en una IPS Clínica a un médico amigo. Este le dijo que no estaba en la ciudad, pero que recomendaba una revisión urgente por X o Y especialista adscritos a la clínica. Adicionalmente, una médica amiga le recomendó una ecografía de abdomen para ver dónde estaba localizado el problema, porque en la historia clínica de la IPS Hospital no acompañaron los resultados de la ecografía, sino que con base en ellos, en silencio, fue que formularon consulta a un médico general para que este remita al paciente a un cirujano. Todo como bajo una sombra, sin hablarle con claridad  y responsabilidad al paciente. 

La ecografía arrojó un diagnóstico preocupante: una vesícula llena de cálculos en cantidad incuantificable, aunque uno de los cálculos tenía 2 cms de diámetro. Por el asunto de la aspirineta la paciente no fue intervenida de inmediato, sino ocho días después. Es decir, por la aspirineta le dieron de alta en el Hospital, por la aspirineta la aplazaron ocho días la cirugía en la Clínica, y por la aspirineta facturaron el Hospital y la Clínica, pero, por la manera como está diseñado el negocio del sistema de salud curativa, fue que facturaron las dos IPS. Además, dos semanas en vilo por el insuficiente diagnóstico del hospital y su falta de claridad en la ruta a seguir. Al final todo salió bien gracias a los médicos amigos y al buen servicio de la Clínica.  

Dónde falla el sistema 

Asumiendo que la infección se había superado, pero no el problema de la vesícula, en la hospitalización se debió iniciar el proceso de la cirugía, para que transcurridos los ocho días por el uso del anticoagulante, la paciente fuera intervenida. Esos siete u ocho días el paciente los podría pasar en su casa bajo un buen cuidado, e ir a los exámenes y consultas para viabilizar la cirugía. Es decir, en un periodo de una semana y unos días más se habría podido resolver todo el caso, y no en más de veinte días como al final ocurrió.  

Si el acompañante no hubiera dudado del diagnóstico del IPS Hospital y si no hubiera tenido amigos en otra IPS, la paciente hubiera corrido el riesgo de esperar otra crisis para iniciar el mismo proceso por urgencias, de pronto no salir con vida de un nuevo evento, o si no con secuelas mayores. En casos similares, la inmensa mayoría de pacientes regresan a casa con un mal diagnóstico, y la incertidumbre y preocupación por la lentitud del proceso a una cirugía.  

En cualquier circunstancia los médicos advierten que el proceso de autorización hasta el ingreso al quirófano puede durar dos meses, contando con mucha pero con mucha suerte. Algunos lo logran en seis meses, otros en más tiempo y algunos se van de este planeta sin saber por qué se fueron vueltos polvo a los confines del universo. 

Por qué sucede esto, porque el sistema tiene problemas de eficiencia y sensibilidad humana por no tener de primero al paciente. Estas son fallas inherentes a la concepción y mal diseño de la ley 100 con su modelo curativo y no preventivo, donde el esquema de la salud preventiva no cuenta, porque al paciente que origina esta columna, ya le habían diagnosticado los problemas en la vesícula cinco meses atrás. De esta manera, la ley 100 tal como ahora existe no puede adoptar un modelo preventivo. Si la reforma no es profunda en torno a la salud preventiva, los problemas estructurales que padece el sistema no se podrán resolver, porque el robo de las Eps continúa, como ilustra el reciente caso de Emssanar donde había un cartel de tráfico negro con medicamentos para el cáncer y otras patologías.  

 

 

     

   

       

 

    

 

Cannabis medicinal podrá ser formulado por las EPS

El Gobierno, a través de la resolución 2808 de 2022, incluyó al cannabis medicinal dentro del Plan de beneficio en Salud (PBS).

En este sentido, el cannabis medicinal será cubierto con recursos públicos, siendo reconocido por el Estado como una alternativa actual, efectiva, vigente y segura para quienes padecen diferentes tipos de patologías que requieren especial tratamiento.

 

En adelante, todo paciente tiene derecho a solicitar a su médico de EPS recetas de fórmulas hechas a base de cannabis y los trámites no deberían ser un obstáculo para que los pacientes cuenten con ese beneficio.

Ahora habrá una financiación específica para preparaciones magistrales a base de cannabis. Cabe resaltar que los requisitos para ello son: que el producto cuente con la certificación del Invima; la fórmula debe ser prescrita por un médico de la EPS.

Las fórmulas deben ser prescritas en alguna de las indicaciones evaluadas y validadas por el Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud (IETS), tal como se establece en el Decreto 780 de 2016.

A continuación, se presenta un listado con las patologías para las cuales se evidenciaron beneficios en tratamientos con cannabis medicinal: fibromialgia; epilepsia refractaria; trastorno del sueño y del apetito; insomnio crónico; dolor crónico no asociado a cáncer; dolor neuropático crónico; dolor lumbar; dolor crónico asociado a cáncer; caquexia por cáncer

Juan Diego Álvarez, vicepresidente de asuntos corporativos de la Clínica Zerenia, “es un año promisorio de cara a todos los pacientes que requieran cannabis medicinal para sus respectivas patologías”.

 

“No se ha pensado en estatizar la salud”: Roy Barreras

El presidente del Senado, Roy Barreras, tras una reunión con diferentes representantes del sector salud, aseguró que no se ha pensado ni se ha contemplado la posibilidad de estatizar el sistema de salud en Colombia y que el proyecto de reforma a la salud que se presentará en el mes de febrero, implicará una transición.

“Espero que diálogos como el acabamos de sostener permita que esta reforma sea consensuada, que se construya sobre lo construido y que responda a las necesidades de los colombianos que hoy no tienen calidad en la prestación de salud”.

 

Según Barreras, el futuro de las EPS está en discusión y que la red de prestación de servicio público y privada seguirá funcionando.

La ministra de Salud, Carolina Corcho insiste en su idea para que las EPS se conviertan en redes de prestación de servicio, por lo que el presidente del senado pide un acuerdo sobre el tema para que la reforma que se va a tramitar sea viable.

Los temas de prevención en salud serán responsabilidad del Estado y se propone, además, aumentar el número de especialistas donde no hay prevención de la enfermedad.

 

EMSSANAR

La semana que termina sirvió para adelantar una audiencia pública en la Cámara de Representantes convocada por la plenaria a instancias del Representante del Putumayo , Dr. Carlos Ardila y la Comisión Séptima de la Cámara a la cual asistió el Superintendente de Salud Ulay Beltrán, funcionarios del Ministerio de Salud, ADRES, etc.

El objeto de la audiencia a la cual fui invitado, y en la que participamos, fue la de evaluar la situación de los usuarios de la salud y de los prestadores en razón a la actual crisis de las EPS de la región surcolombiana, especialmente de EMSSANAR, la EPS con mayor número de afiliados en los departamentos del Valle, Nariño, Putumayo y Cauca aproximadamente dos millones de usuarios afiliados, encargada de velar por su derecho fundamental a la salud. Hoy esta EPS está intervenida para su administración por parte de la Superintendencia de Salud desde el pasado mes de febrero de 2022 por graves motivos y circunstancias que ameritaron la medida. Razones de carácter científico y técnico, administrativas, financieras, etc que la hacían inviable para continuar así y poniendo en grave riesgo la salud de los colombianos del sur del país.

 

Esto fue motivado por malas gerencias anteriores y situaciones de graves indelicadezas que son motivo de investigación por parte de los organismos de control como la Fiscalía General de la Nación, la Contraloría General de la República, entes a los cuales la Superintendencia Nacional de Salud remitió lo soportes respectivos.

En la audiencia con más de 70 actores regionales, intervinieron los parlamentarios de la Comisión Séptima de la Cámara, el gobernador del Putumayo, alcaldes, gerentes de hospitales, ESES municipales, etc. Una amplia y muy destacada intervención realizó el agente especial o interventor de la Superintendencia de Vigilancia, ingeniero Caucano. Tiene dos apartes su intervención, la primera el estado deprimente en que recibió EMSSANAR en casi todos los aspectos. Una deuda superior a un billón de pesos con la red pública de salud con prestadores de salud privada, etc. Pero además de eso, lo más llamativo como se timó a la Supersalud en el proceso de transformación, cuando activos comprados con recursos de la salud, figuran a nombre de sus accionistas, que para sorpresa del auditorio hoy el gobierno corporativo se ha transformado y ya la empresa tiene 35 accionistas, vi la sorpresa en el auditorio cuando se mostró que a febrero de 2022 sus cuatro accionistas eran sus mayores contratistas y a la vez acreedores de la EPS, total, un “yo con yo” algo absolutamente descarado, que rompe con todo principio de moral y ética, más cuando se administran por esta EPS, recursos públicos . Estas son unas pocas de tantas irregularidades que llevaron a la EPS a la actual situación.

La segunda parte del informe es alentador. Si se materializan las etapas del modelo de recuperación presentado por el Interventor a la Supersalud, Con buena gerencia y con una gestión con mucha austeridad, con un cambio absoluto del modelo de contratación y atención, y particularmente con la materialización de otras acciones de auditoria, con la capitalización de acreencias, pero ante todo con el compromiso del pasado 5 de abril de los gobernadores del Cauca, Valle , Nariño y Putumayo de propender por una capitalización y la transformación de la empresa en una Sociedad de Economía Mixta, tarea difícil por las condiciones fiscales de los entes territoriales, pero no imposible, hoy y HACIA ADELANTE las cifras mostradas por el Interventor muestran una nivelación los ingresos con los gastos corrientes que demanda la atención de los usuarios y la garantía de su derecho fundamental de la salud y los costos administrativos de funcionamiento, nómina, empleados, etc.

Quiere decir que la EPS puede funcionar hacia adelante con los giros correspondientes a la UPC, el LMA y otros ingresos para atender los requerimientos de la red de prestadores públicos y privados, que para sorpresa en los cuatro departamentos, dependen del giro sagrado y religioso que mensualmente realiza EMSSANAR . Esto los tranquilizaría para que le sigan recibiendo pacientes a la promotora de salud EMSSANAR. Queda entonces el gran interrogante de la deuda dejada de pagar por más de un billón de pesos, con corte a diciembre de 2021 el interventor en su informe detalló que, luego de pagos de servicios presentes y de las provisiones necesarias ha ido abonando las acreencias a los prestadores de manera significativa y sobre todo equitativa. Pero la deuda es enorme, ante eso el gobierno, Superintendente y Ministerio de Salud manifestaron que hoy no hay un fondo para pagar deudas de salud en el evento de liquidación de las EPS. Que en los próximos meses dictará una regulación al respecto y aquí está la gran preocupación de la red pública y privada de los cuatro departamentos, si se liquida EMSSANAR quebrarán sin ninguna duda, y como todas las liquidaciones de los últimos 20 años insolutas y con la mayor afectación de los estados financieros y la destrucción una vez más de nuestros hospitales, que concurrieron ante el asegurador con la buen fe a la prestación de los servicios.

Será una debacle para la salud en la región Surcolombiana hasta aquí va el debate, por supuesto, de nuestra parte haremos cuanto esté a nuestro alcance para procurar la mejor salida. El gobierno tiene la palabra, el balón está en su cancha, aunque los responsables fueron otros.

El error de la ministra de Salud

Se equivoca la Ministra de Salud, Carolina Corcho, al describir a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) como meras intermediaras financieras.  Lo que el Estado les ha delegado es mucho más complejo e importante para el sistema y para todos los colombianos. Al mismo tiempo, es innegable —e inaceptable —que un gran número de ellas, a juzgar por las que se encuentran en medidas especiales por la SuperSalud, no están cumpliendo con sus funciones, poniendo en riesgo la vida de millones de colombianos.

La relevancia de este error —espero, involuntario —de la Ministra, es que esconde un elemento crítico de la función de las EPS para obtener los mejores resultados en salud y lograr cierto grado de estabilidad fiscal, el cual es necesario en cualquier sistema de salud, sin importar su naturaleza pública, privada o mixta. Se trata de la gestión del riesgo en salud, la cual, engloba a su vez, dos componentes: el riesgo en salud propiamente dicho (algunos lo llaman, el riesgo técnico) y el riesgo financiero.

 

Para entender este concepto fácilmente, pongamos un ejemplo de la vida real.  Imaginemos una persona de sexo masculino, 55 años de edad, con sobrepeso y que no hace ninguna actividad física —¿suena familiar? —.  Esta persona acude a su médico por un dolor lumbar y “malestar en el pecho cuando camina rápido.” El profesional de salud decide, sabiamente, prescribir una serie de exámenes, actividad física y cita con el internista.  Si asumiéramos la postura de la Ministra, y retiramos del sistema de salud a las EPS por ser simplemente intermediarias financieras sin ninguna estructura que las reemplace, la persona del ejemplo (que ya es un paciente) acudiría espontáneamente a sus citas de laboratorio y especialista de forma desorganizada y descoordinada.  Aquí se hace relevante la gestión del riesgo en salud, la cual va mucho más allá: significa introducir a esta persona en una cohorte de riesgo, asegurarse que sus exámenes no evidencien alguna complicación mayor, seguirlo en el tiempo, orientarlo hacia un programa de educación para la actividad física y dieta saludable, anticiparse a otros riesgos futuros, en el caso de nuestro paciente hipotético, realizando tamizajes para cáncer de próstata, entre muchas otras actividades.  Si esto se hace de forma juiciosa, se evitan problema de salud futuros, con sus consecuencias para la calidad de vida de las personas, y sobrecostos para la sociedad y el sistema de salud (riesgo financiero).

Como podemos observar, la gestión del riesgo en salud es algo inmensamente más complejo que derivar a los pacientes de un centro de salud a otro, requiere de personal entrenado, bases de datos robustas con capacidad de rastreo de los individuos, inteligencia artificial y muchos otros tantos elementos.  Ahora, imaginemos la magnitud de esta tarea si cada semestre 40,4 millones de personas usan algún servicio del sistema de salud colombiano, de acuerdo con la Encuesta de Percepción de Calidad del Ministerio de Salud—por cierto, ¿por qué este año no se licitó por parte del Ministerio? — y se prestan, entre los dos regímenes contributivo y subsidiado cerca de 900 millones de servicios al año.

No comprender la importancia de la Gestión del Riesgo en Salud, es perder la oportunidad de una buena reforma estructural, como bien lo entiende el Presidente Petro y, más bien, puede llevar al país a diseñar una reforma que coloca en manos de políticos y estructuras inmaduras, poco transparentes e ineficientes, aspectos del sistema, como la gestión del riesgo en salud, los cuales, aunque complejos, son fundamentales para la vida y la salud de todos nosotros. Confío que el debate que comienza, logre ampliar y profundizar la conversación para abordar los problemas del sistema de forma más responsable, construyendo sobre lo que hemos construido durante estos últimos 30 años, así implique cambios radicales en los agentes, pero técnicamente bien pensados.