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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: justicia y paz

Petro insiste en nombrar a los exjefes paramilitares como gestores de paz

El Gobierno del presidente Gustavo Petro es protagonista de una nueva polémica por la designación de exjefes paramilitares como gestores de paz.

La nueva designación de gestores de paz incluye a exparamilitares como: Arnubio Triana Mahecha, conocido como ‘Botalón’; Ramiro Vanoy Murillo, ‘Cuco’ Vanoy; Héctor José Buitrago Rodríguez, ‘El Patrón’; Juan Francisco Prada Márquez, Juancho Prada; Luis Eduardo Cifuentes Galindo, el Águila; Hernán Giraldo Serna, ‘el señor de la Sierra’ y Manuel de Jesus Pirabán, Pirata; Diego Fernando Murillo Bejarano, ‘Don Berna’; Salvatore Mancuso Gómez; Rodrigo Pérez Alzate, ‘Julián Bolívar; Carlos Mario Jiménez Naranjo, ‘Macaco’; José Baldomero Linares Moreno, Guillermo Torres; Rodrigo Tovar Pupo, ‘Jorge 40’; Edwar Cobos Téllez, ‘Diego Vecino’; Héctor Germán Buitrago Parada, Martín Llanos, y Fredy Rendón Herrera, ‘El Alemán’.

 

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Ante la polémica, el ministro del Interior, Armando Benedetti, salió al paso a las críticas asegurando que este asunto será manejado por la cartera que el dirige en coordinación con la secretaría del Dapre para vigilar que los exparamilitares terminen de confesar la verdad de los hechos y se les garantice la reparación a las víctimas.

La idea del primer mandatario, según lo expresó en Montería el pasado 30 de abril, es que se cierre todo el proceso de Justicia y Paz y los temas que quedaron pendiente se cumplan cabalidad.

Gobierno alista proyecto que beneficia al Clan del Golfo

El ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, prepara un proyecto que modificaría la Ley de Justicia y Paz, ampliándola a integrantes de organizaciones como el Clan del Golfo, por ejemplo, otorgándoles beneficios para concretar su sometimiento a la justicia y entrega de armas.

En la iniciativa que sería presentada a discusión del Congreso de la República, entrarían narcotraficantes y cabecillas que tendrían solo condenas entre cinco y ocho años y quedarían libres si cumplen ciertas condiciones.

 

Delincuentes como alias ‘Chiquito Malo’, hoy máximo jefe de Clan del Golfo, cabecillas de las bandas criminales que delinquen en ciudades, se verían beneficiados de este proyecto, en el caso de ser aprobado por el Legislativo. También cabrían quienes acompañaron al presidente Gustavo Petro en el polémico tarimazo en Medellín.

Además, podrían ingresar, quienes hicieron parte de los diálogos de la Paz Total y tomaron la decisión de abandonarla.

Uno de los requisitos indispensables para acogerse a estos beneficios que estaría contemplando la iniciativa es la reparación a las víctimas.

Escondiendo la historia

En importante foro, la Contraloría General de la República, dio a conocer un estudio sobre los ingresos y gastos del sistema de Justicia y Paz, con motivo de los 20 años de vigencia de la Ley 975 de 2005 que le dio origen. Las intervenciones de la ministra de Justicia y del presidente del Consejo de la Judicatura completaron las luces y sombras del primer esfuerzo colombiano en justicia transicional para juzgar principalmente a los jefes del paramilitarismo después del Pacto de Ralito que culminó con la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).  

La ministra observó, cómo lo novedoso del esfuerzo que se emprendía llevó a la justicia a tardarse siete años en su organización, pues no estaba estructurada, ni peparada, para enfrentar macro-casos de juzgamiento de los máximos responsables de las múltiples estructuras regionales criminales, con números elevados de víctimas y de hechos victimizantes.

 

A la primera audiencia realizada para escuchar la versión libre de Mancuso, se presentaron 3.500 víctimas al Bunker de la Fiscalía que no tenía donde acomodarlas.  En total, entre 2006 y la fecha de corte de junio de 2024, Justicia y Paz recogió en versiones libres 260.128 hechos delictivos, de los cuales imputó la mitad, con afectación de 256.379 víctimas. Mediante las 89 mega sentencias expedidas hasta la fecha, 921 postulados (11,85% de los imputados) han sido condenados por 15.236 hechos delictivos que afectaron a 40.450 víctimas (15,8% de las relacionadas en las imputaciones). Si bien es un avance que se debe reconocer, Justicia y Paz tiene todavía mucho camino por recorrer para satisfacer el derecho a la verdad, la justicia y la reparación de las restantes 210.000 víctimas identificadas en las versiones libres. Las cifras son alarmantes y muestran que después de 20 años, se asoma la impunidad.

La ministra señaló que fue precisamente Justicia y Paz la que abrió el camino de la centralidad de las víctimas que se concretó en el Acuerdo de Paz de la Habana, como vía indispensable entre la guerra y la paz. El presidente del Consejo de la Judicatura, a su vez, reclamó porque a los magistrados de Justicia y Paz se les dejó solos, penando con el sufrimiento de las víctimas que reclamaba satisfacción.

Al entender la magnitud de la tarea encomendada en un campo del derecho penal que no se había ensayado en el país, sus sentencias son verdaderos homenajes a la verdad. Parecen tesis doctorales en historia de la parte del conflicto armado menos publicitada y, en muchos casos invisibilizada. Cuando se supo que los jefes de las AUC estaban señalando, con nombre propio, a autoridades militares, políticas, civiles y judiciales, empezó a regir una especie de pacto de silencio. Pocos medios relataban los hechos que denunciaban los comandantes paramilitares pues pisaban callos del poder. Sorpresivamente, en 2008, fueron extraditados a Estados Unidos en lo que se denunció en la época como un esfuerzo por silenciar la verdad que descargaban a borbotones.

Esas 89 sentencias de Justicia y Paz dieron traslado a la Justicia Ordinaria de más de 14.000 terceros involucrados en los hechos delictivos investigados. Sus procesos, sí es que fueron iniciados, duermen el sueño de los justos.

Como con el Informe de la Comisión de la Verdad, frente a las sentencias de Justicia y Paz, se percibe el afán de esconder la historia y cargarle el peso muerto de la violencia solamente a las FARC y a los grupos alzados en armas. La única manera de conseguir la no repetición es con la verdad completa que Justicia y Paz fue pionera en revelar y la Comisión de la Verdad en completar el retrato de nuestras múltiples fuentes de victimización y violencia.     

Clara López Obregón

Alias Botalón quedó por fuera de Justicia y Paz

La Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, excluyó del proceso especial de la Ley de Justicia y Paz al exjefe paramilitar Arnubio Triana Mahecha, alias Botalón, por delinquir luego de su desmovilización.

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La Fiscalía argumentó que el excabecilla de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio fue condenado por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Bucaramanga (Santander), el 29 de enero de 2024, por los delitos de concierto para delinquir con fines de extorsión, tráfico de estupefacientes; y financiación del terrorismo y grupos de delincuencia organizada y administración de recursos relacionados con actividades terroristas y de la delincuencia organizada.

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Al respecto, la Magistratura concluyó que la gravedad de los delitos cometidos por Triana Mahecha después de su desmovilización, su reincidencia en hechos ilícitos y el incumplimiento de los compromisos adquiridos en el marco de la Ley de Justicia y Paz, justifican plenamente la exclusión.

Los exparas que aceptaron ser gestores de paz

El grupo de 18 antiguos paramilitares colombianos que fueron designados como gestores de paz por el presidente del país, Gustavo Petro, ha informado este jueves de que han aceptado el nombramiento, sumándose así a la iniciativa del mandatario de implementar una ‘paz total’ con los grupos armados del país.

«Con este acto, nos sumamos a la agenda de paz que usted lidera, señor presidente, y que interpreta mientras el mundo se aboca a un conflicto nuclear, la voluntad mayoritaria del pueblo colombiano de transitar a un Colombia próspera y en paz», ha manifestado los exparamilitares en una misiva dirigida a Petro.

 

El presidente colombiano anunció hace un par de semanas el nombramiento de cerca de una veintena de antiguos líderes paramilitares como gestores de paz por un periodo de seis meses. El Gobierno señaló que esta gestoría se centrará en revisar el acuerdo de los exparamilitares durante el Gobierno de Álvaro Uribe.

Entre las figuras más destacadas se incluyen antiguos líderes de las ya disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) como Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’; Hernán Giraldo, alias ‘El Taladro’; Carlos Mario Jiménez, conocido como ‘Macaco’; o Hevert Veloza, conocido por su alias ‘HH’, entre otros.

Antes de todos ellos, el Gobierno ya había designado en julio de 2023 como gestor de paz al jefe de las AUC, Salvatore Mancuso, quien llegó en febrero de este año a Colombia después de dos años en un centro de detención mientras se resolvía su extradición tras cumplir una condena por delitos de narcotráfico en Estados Unidos.

Mancuso, conocido como ‘Triple Cero’ durante su pasado armado, fue condenado a 40 años de cárcel por la masacre de El Aro –ocurrida en octubre de 1997, cuando fueron asesinadas 15 personas y un número indeterminado tuvo que abandonar sus hogares–, aunque no la llegó a cumplir por sumarse al mecanismo Ley de Justicia y Paz, promovido por el expresidente Uribe para desmovilizar a paramilitares.

Gustavo Petro propone reactivar proceso de paz con las AUC

En medio de un acto de entrega a campesinos víctimas del conflicto de 8.430 hectáreas de tierras, dentro de las cuales hay 7.916 pertenecieron a los entonces jefes paramilitares alias ‘Macaco’, alias ‘Nico’ y alias ‘Cuco Vanoy’, el presidente Gustavo Petro propuso la reactivación de la mesa de paz con los exjefes paramilitares.

“Porque el proceso no ha terminado, dado que no se han entregado los bienes que ustedes les entregaron a la justicia, a las víctimas de la violencia», dijo el primer mandatario.

 

Añadió que “esos mismos que los aplaudieron los pusieron en un avión encadenados, esposados, y se los llevaron a una justicia extranjera. Los traicionaron y la paz no se hace con traiciones», y recalcó: “La paz se hace con la palabra puesta sobre la mesa».

Consideró que “usaron el proceso con los paramilitares para que la tierra pasara de dueño, no en manos de las víctimas, sino de unos cuantos politiqueros y politiqueras. El señor fiscal (Francisco) Barbosa se negó a dar la lista de los bienes de extinción de dominio de narcotraficantes, porque han pasado a manos de políticos, de familiares de los políticos y de familiares de los dueños del Estado».

Es por eso –dijo– que existen dificultades “hoy para encontrar los caminos de la verdad. De nuevo se quiere repetir la historia del despojo como si el pueblo colombiano no estuviera cansado ya del despojo».

A los exjefes paramilitares, manifestó, “los aplaudían, considerándolos los héroes, los senadores, los representantes a la Cámara, los grandes propietarios de la tierra en Colombia, los grandes empresarios del país, los cacaos y ciertos medios. Los aplaudían como héroes, como salvadores, porque ustedes eran capaces de demostrar que a partir de la sangre podían extirpar la rebeldía».

En el acto estuvo presente el exlider paramilitar, Salvatore Mancuso, quien reiteró su disposición para trabajar en pro de la paz y la reconciliación.

Mancuso logra su libertad, pero…

Al sustituir 57 medidas de aseguramiento que pesan en contra de Salvatore Mancuso, el Tribunal Superior de Bogotá deja en libertad al exparamilitar Salvatore Mancuso.

Al tomar la decisión, el tribunal advirtió que al momento de abandonar la prisión no deben existir más requerimiento judiciales porque esto le obligaría a permanecer en la Cárcel la Picota donde se encuentra recluido. También dejó claro que Mancuso debe asistir a rendir versiones libres cada vez que se le requiera.

 

«Tendrá que presentarse cada vez que sea requerido a las fiscalías de Justicia y Paz y los tribunales de Justicia y Paz, pero también ante las distintas autoridades que eventualmente lo llegaran a requerir”, dice el fallo.

También exhortó a que cuente la verdad sobre la existencia de bienes por 5.000 o 6.000 millones de pesos que estarían en manos de posibles testaferros.

 

JEP mantiene tras las rejas a Salvatore Mancuso

 La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) negó la libertad al exparamilitar, Salvatore Mancuso, dejándole bajo prisión hasta tanto no se cumplan ciertas condiciones que el alto tribunal considera necesarias.

La JEP considera que primero se deben acreditar y analizar una serie de exigencias normativas para su concesión, incluido la condicionalidad.

 

“Esto implica un despliegue de actos por parte de esta Jurisdicción en cuanto a las actuaciones procesales (provisión de información y piezas procesales, así como la garantía de participación de las víctimas) como presupuesto para decidir sobre el beneficio transicional que (…) no resultan caprichosos ni arbitrario –sino– (…) con pleno fundamento jurídico y se encuentran justificados”.

El tribunal de Justicia Transicional dice que analizará con mucho cuidado la resolución bajo la cual se nombra a Salvatore Mancuso como Gestor de Paz.

La decisión de la JEP se da en medio de un conflicto de competencia entre este tribunal y Justicia y Paz.

Mancuso queda en manos de la JEP

La Jurisdicción Especial para la Paz, decidió aceptó el sometimiento del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso bajo la figura de ‘bisagra’, es decir, únicamente por los casos en los que se le investiga por sus alianzas con la fuerza pública.

La defensa de Mancuso apeló la primera decisión que negó la aceptación para el exjefe paramilitar compareciera ante el tribunal de justicia transicional porque consideró que este debía estar en uno solo y no en dos, porque también debía atender los llamados de Justicia y Paz.

 

La Sección de Apelación de la JEP decidirá además si se le otorga libertad al exlider de las autodefensas o si por el contrario continúa en prisión.

«La Sala deberá resolver sobre la libertad del compareciente a efectos de definir si cumple los requisitos de la normatividad transicional de la JEP para acceder a un beneficio provisional libertario o a cualquier otro tratamiento especial provisional», señalaron los magistrados en la decisión.

De esta manera todos los casos en los que es investigado Salvatore Mancuso, entre 1989 y 2004, serán competencia de la JEP.

Salvatore Mancuso seguirá en prisión

La Sala de Justicia y Paz de Barranquilla negó la libertad condicional a Salvatore Mancuso concedida bajo la figura de gestor de paz.

Para el tribunal de justicia transicional la resolución de la oficina del alto comisionado para la Paz tenía falencias en materia de claridad en puntos como el ámbito temporal de aplicación, así como el factor territorial en el que Mancuso cumpliría su labor como gestor de paz, esto teniendo en cuenta que hay lugares que no están permitidos para el exparamilitar porque en el pasado desempeñó su accionar criminal en esas locaciones.

 

En la decisión se determinó además que existen serios vicios en la resolución presidencial con la cual se designó como gestor de paz a Mancuso y por inconstitucional, porque en la práctica se estaría generando la figura de un indulto que sólo aplica para autores de delitos políticos, y no para crímenes de guerra y de lesa humanidad como los que pesan sobre el exlider de las AUC.

Ordenan libertad para Salvatore Mancuso

El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso Gómez fue beneficiado con la orden de juez de ejecución de sentencias de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá.

La juez Luz Marina Zamora Buitrago aceptó los argumentos de la abogada de Salvatore Mancuso, Beatriz Eliana Quintero, quien expuso que su cliente siempre ha estado dispuesto a las citaciones y compromisos pactos en Justicia y Paz y que el mantiene su firme compromiso de atender todos los llamados que le haga la justicia y que su cliente tiene toda la voluntad para reparar a sus víctimas.

 

Zamora explicó además que la demora en cumplir con la reparación de las víctimas del paramilitarismo se dio porque no estaba en el país, lo que se constituyó en un obstáculo.

Al respecto, la Fiscalía no mostró ninguna oposición frente a la decisión de la juez. La Procuraduría en cambio sí se declaró en desacuerdo, al considerar que se constituye en una afrenta con el reconocimiento de los derechos de las víctimas que se le atribuyen al exjefe paramilitar.

El regreso de Mancuso

Un “pequeño” error de calculo tuvo el entonces Presidente Álvaro Uribe. Con la extradición de Salvatore Mancuso y otros 13 jefes paramilitares ordenada sorpresivamente el 13 de mayo de 2008, Uribe pretendió enviar la verdad a Estados Unidos sin tiquete de regreso. Lejos estaba de imaginar que estos dieciséis años serían suficientes para que los paras pudieran retornar luego de responder por sus delitos ante la justicia gringa, que habría un acuerdo de paz con las FARC del que se derivaría la Jurisdicción Especial de Paz y que llegaría un gobierno en representación de las izquierdas y las fuerzas alternativas comprometido con el derecho de las victimas a la verdad, la justicia y la reparación.

El golpe de mano del gobierno de Uribe a los jefes paramilitares no fue de buen recibo entre las víctimas, las organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales y voces calificadas de la opinión pública. Ocurrió después del Acuerdo de Santa Fe de Ralito que produjo la desmovilización y el desarme de las Autodefensas Unidas de Colombia y su sometimiento a ley de “justicia y paz” o ley 975 del 2005. Fue una extradición que privilegió los delitos de narcotráfico ante la justicia de otro país sobre las graves violaciones a los derechos humanos y los crímenes de guerra cometidos en Colombia, que interrumpió abruptamente la entrega de verdad y los compromisos de reparación de los victimarios ante los tribunales de justicia y paz. Tanto afán tuvo el gobierno en extraditar la verdad que no se establecieron compromisos y procedimientos eficaces para que a los jefes paras se les obligara a seguir respondiendo ante la justicia colombiana, ni se acordaron los mecanismos de repatriación y deportación una vez cumplieran sus condenas en las cárceles de Estados Unidos.

 

Fue tanta la irresponsable laxitud de Colombia en este caso que la Cancillería y el Ministerio de Justicia en el gobierno de Iván Duque reconoció, en respuesta a un derecho de petición, no tener información del paradero de los paras extraditados después de purgar sus penas. Y el caso de Salvatore Mancuso es revelador: cuando se conoció en el 2020 su posible libertad, el gobierno Duque presentó en dos años cuatro solicitudes ante las autoridades norteamericanas, con evidentes errores e inconsistencias jurídicas como para enredar deliberadamente su retorno. La llegada a la Presidencia de Gustavo Petro significó un cambio sustancial en la conducta del Estado Colombiano en este caso. En el marco de la política de paz total Mancuso ha sido declarado por el Gobierno “gestor de paz” a cambio de una eficaz contribución a la verdad, fue aceptado en la Jurisdicción Especial de Paz ante quien ha venido compareciendo y se destrabaron los mecanismos para obtener   finalmente el regreso a Colombia del emblemático jefe paramilitar.

La llegada de Mancuso esta semana ha generado una inmensa expectativa en el país. Como es su obligación tendrá que atender las decisiones de los tribunales de justicia y paz creados por la ley 975 del 2005, interrumpidos por su extradición. Su voz será fundamental en la Jurisdicción Especial para la Paz JEP para develar toda la verdad sobre los alcances del fenómeno paramilitar, sus ramificaciones y alianzas políticas y empresariales, y, sobre todo, para identificar y judicializar entramados políticos y criminales que subsistieron a su desmovilización y se reinventaron para mantener el control político territorial en muchas regiones. Incluso su testimonio ha sido solicitado en la justicia ordinaria en el proceso del Expresidente Álvaro Uribe en casos como la masacre del Aro, la creación del Bloque Metro de las AUC, la operación de los 12 Apóstoles y el llamado Bloque Lechero de los paras o el asesinato del defensor de derechos humanos antioqueño Jesús María Valle. Verdades que garanticen la no repetición y que nos acerquen por fin a un cierre definitivo de nuestra reiterada y dolorosa violencia política.                 

Antonio Sanguino

El inventario de crímenes que le espera a Salvatore Mancuso

Salvatore Mancuso tiene cuentas pendientes con la justicia 2.234 crímenes, entre los que se encuentran asesinatos selectivos, desplazamientos forzados, masacres, desapariciones forzadas y secuestros y violaciones a menores de edad.

Mancuso además conoce sobre los vínculos que tejieron en su momento, empresarios, políticos locales y políticos nacionales con los paramilitares, temas de los que no se sabe si contará y está en disposición de probar ante la justicia.

 

Salvatore Mancuso nació en Montería (Córdoba) el 17 de agosto de 1964. Es hijo de Salvatore Mancuso D’Angiolella, oriundo de Nápoles (Italia), y Gladys Gómez, una mujer monteriana. Tuvieron seis hijos, siendo Salvatore el segundo.

Mancuso se encargó junto a los hermanos Castaño (Carlos, Vicente y Fidel), de crear un ejército de la muerte que se tomó poblaciones enteras desatando una serie de crímenes y violaciones a los derechos humanos, financiado por ganaderos, políticos locales, algunos militares y policías que ayudaron en su creación para enfrentar a las guerrillas en los diferentes territorios del país.

Salvatore Mancuso regresó al país, según él, «a trabajar por la paz»

Tras su llegada a Colombia, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso dijo estar dispuesto para trabajar por la paz del país y aseguró que cumplir con sus funciones de gestor de paz.

Mancuso reafirmó su compromiso de comparecer ante la justicia las veces que sea requerido, afirmando que ha comparecido ante ella durante los últimos 17 años y reiterando su compromiso con la verdad, la reparación y la no repetición de los actos violentos que marcaron el conflicto armado colombiano.

 

Quiero honrar mi palabra con el señor presidente de la República, Dr. Gustavo Petro Urrego, quien me encomendó la tarea de ser gestor de paz y contribuir con tareas precisas a fin de materializar ese concepto en el cual creo fervientemente, la paz total”, afirmó.

Dijo además que trabajará para que se cierre el proceso que permitió la desmovilización de las autodefensas en Santa Fe de Ralito.

Tanto los excomandantes de las AUC como yo personalmente, estamos listos para instalar formalmente, tal y como usted lo anunció en su momento, la mesa técnica para el cierre definitivo de las negociaciones de Ralito», dijo.

Salvatore Mancuso fue extraditado a los Estados Unidos por el gobierno de Álvaro Uribe, quien consideró que desde las cárceles seguían delinquiendo.