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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: León Sandoval

¿Cuántos ancestros tenemos?

Los latinoamericanos promedio no tenemos claro nuestro árbol genealógico. Nuestra ancestralidad es un misterio, a duras penas conocemos sobre un abuelo o un bisabuelo su procedencia y oficio. En Latinoamérica no existe una cultura genealógica cómo si la hay en otros lares, las culturas milenarias, por ejemplo. Que un latinoamericano tenga clara su ancestralidad es una excepción a la regla. Justamente, comentando con mi amada esposa sobre el tema, surgió la pregunta ¿Cuántos ancestros tenemos?  Si partimos de la base que todos provenimos del primer hombre y la primera mujer, podríamos formular varias hipótesis, a saber: Todos tenemos un mismo ancestro común. Que nuestros más antiguos ancestros se reprodujeron entre consanguíneos, lo que reduciría significativamente el número de ancestros. No obstante, fue interesante indagar un poco al respecto para tener una idea aproximada y tratar de desentrañar la complejidad de la pregunta.

En principio, desde las leyes de la naturaleza, sin considerar casos excepcionales de reproducción entre consanguíneos, ejemplo, hijos concebidos entre parientes directos. Todos los seres humanos tenemos como ancestros en orden ascendente a los siguientes humanos: 2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos, 16 tatarabuelos, y los choznos ascendientes: 32 trastarabuelos, 64 cuartos abuelos, 128 quintos abuelos, 256 sextos abuelos, 512 séptimos abuelos, 1.024 octavos abuelos, 2.048 novenos abuelos, 4.096 décimos abuelos,  hasta aquí hablamos que se requirieron 8.190 seres humanos remotos para que Ustedes y Yo llegáramos a la vida, lo que equivaldría a 13 generaciones y aproximadamente 500 años de historia, y las cuentas no paran ahí.

Los estudiosos indican que entre Abraham y Jesús hubo 42 generaciones. Los científicos concluyeron que entre la salida del Homosapiens desde el África han transcurrido 8.000 generaciones y 72.000 años. Para el amado pueblo Judío, que recientemente celebró Rosh Hashana para dar inicio al año 5.785, han transcurrido aproximadamente 192 generaciones desde Adam. De tal forma, queridos lectores, la aritmética está a pedir de boca.

Lo bonito de este ejercicio de reflexión es pensar sobre nuestra individualidad y la carga genética que soportamos productos del milagro de la reproducción. Debemos la existencia a personas que tuvieron sexo consentido o no, y ello permitió que el milagro de la vida floreciera, se replicara de individuo en individuo hasta llegar a nosotros; a su vez, cumplimos con la misma función al replicarnos en nuestros hijos en la cadena de la vida humana. Somos eslabones de la vida, eslabones que se abren para permitir que unos partan y se cierran para que otros lleguen para reemplazarlos, permitiendo así el milagro permanente de la existencia humana.

Nuestra identidad genética está conformada por miles y miles de personas que nos han precedido. De cada una en mayor o menor proporción conservamos su carga genética. Somos un caldo celular muy bien dispuesto por quienes nos han compartido su ADN. A partir de allí se empieza a definir nuestra propia individualidad. En igual forma, también transferiremos algo nuestro a nuestros descendientes.  En esencia, los seres humanos todos, compartimos uno que otro alelo, por ende, nos hacemos parientes remotos más allá de la cultura y lugar, La Especie Humana.

La matemática es una ciencia exacta que nos permitiría hacer cálculos a partir de hechos históricos. La Inteligencia Artificial permitirá dar una respuesta teórica con alguna aproximación de certeza a la pregunta que lleva por título este artículo. No obstante, lo importante de esta pregunta es el hecho que, permite tomar conciencia para entender la razón que le asistía al divulgador científico Carl Sagan (1934-1996) cuando decía que los humanos somos polvo de estrellas, no porque en su escepticismo teológico lo concluyera. Mejor aún, porque El Eterno bien lo sentenció en su promesa hecha a Abraham, tu descendencia será como las estrellas del cielo y como las arenas del mar. Somos constelaciones de estrellas, somos lo que fuimos y lo que seremos.

León Sandoval

Lo correcto

El Tanaj en el Nebiím Rishonim: Shofetim (Libro de Jueces), 17:6 refiere: “En aquellos días no había rey en Israel; cada cual hacía lo que era recto en sus ojos”, tiempos de jueces que gobernaban Israel, recién terminaban veinte años en los que Shimshón (Sansón) había ejercido la judicatura y veinte más de paz al destruir a los pelishtim (filisteos) entre las columnas, lo que dejó más de tres mil fallecidos. Los Israelitas se acercaban al Eterno por temporadas, en otras, se alejaban tras ídolos, quebrantando sus mitzvás (mandamientos). No había rey, cada quien hacía lo que le parecía recto a sus ojos.

Levantar estatuas para idolatrarlas estaba a pedir de boca, los hijos robaban a sus padres para edificarlas como lo hizo Mihayhu que, hurtó mil cien ciclos de plata de su madre, e instituyó como sacerdote a un joven de Bet Léjem (Belén). Cada vez que los israelitas tomaban rumbos “correctos” según sus pareceres, El Eterno infligía sufrimiento que, generalmente provenía de pueblos vecinos; cuando el pueblo de Israel imploraba la protección del Eterno, les compadecía y les vindicaba para aliviar sus cargas.

Hacer lo correcto es un imperativo moral. El problema con hacer lo correcto surge cuando cada quien tiene una versión propia de lo que es lo correcto; para muchos delincuentes y rebeldes, la delincuencia y la rebeldía son sinónimos de corrección, por ello hay quienes se levantan en armas contra el Estado y otros roban al rico para dar al pobre, bajo el sentir de que hacen lo correcto.

Obrar lo correcto es hacer lo debido de la mejor manera. No se trata de categorizar entre lo bueno y lo malo. Se debería obrar en busca de lo correcto, evitando siempre lo incorrecto. Lo correcto tendrá un solo accionar, no hay diversidad de correcciones. Lo correcto implica esfuerzo, disciplina y grandes dosis de obediencia. En gracia de discusión, para Israel lo correcto emana de los mandatos de El Eterno Creador. En las sociedades contemporáneas no siempre lo correcto está en la ley, en razón a que ley humana es humanamente imperfecta como lo son sus legisladores, quienes suelen trasladar pasiones e intereses personales a las leyes que profieren, lo que aplica en todos los Estados.

Hacer lo correcto no siempre encarna per se el principio de legalidad, verbo y gracia, en muchas sociedades casar niñas con hombres mayores, consumir heroína y prostituirse es legal, pero no por ser legal es lo correcto. Sólo cuando las comunidades construyan consensos sobre lo que es correcto, habrá justicia y paz. Hacer la guerra en muchos estados es ilegal y la paz es un deber, no obstante, hay casos donde la guerra es lo correcto y se justifica. La única paz verdadera es la paz que se logra con las armas, así ha sido desde los inicios de la misma humanidad y lo será por lo que resta de humanidad.

¿Cuál es el racero para determinar qué es lo correcto? No siempre es la ley. Las sociedades contemporáneas se han alejado del Creador, han reinterpretado sus mandatos para ajustarlos a los intereses de la época. Cuando la ley moral pasa a segundo plano porque resulta “insuficiente” o “vetusta” para determinar lo correcto, es plausible apelar al menos común de los sentidos: El sentido común.

El sentido común fue dado por el Eterno a los hombres para que ejercieran el libre albedrio y pudiesen discernir entre lo correcto y lo incorrecto. El sentido común se ejercita, se precisa para gobernar un estado y también para elegir el alimento. Sentido común es lo que menos abunda, porque poco se valora. Obrar estúpidamente y sin sentido es la consigna de esta época de rebeldía y nueva era. Todos los actos de barbarie pudiesen haber sido evitados si se hubiese optado por hacer lo correcto.

León Sandoval

Vehículos e inteligencia artificial

La Inteligencia Artificial es un avance tecnológico que permitirá mejorar la calidad de vida en materia de movilidad. Su dominio en el sector será absoluto, todos los medios de transporte serán operados por Inteligencia Artificial. Habrá total autonomía en coches, trenes, aviones, motocicletas, bicicletas, barcos y patinetas. En los años setentas se dieron los primeros intentos por robotizar automóviles, en el año 2019 las compañías Tesla y Wayve, fabricantes de vehículos autonomizados, lograron un hito en esta materia al lanzar sus prototipos. No son los únicos, los fabricantes chinos BYD, Changan, BAIC han logrado grandes avances en coches eléctricos autonomizados nivel 3, vehículos que se conducen y se parquean solos. Todos los vehículos diseñados en el año 2024 tienen algún componente de Inteligencia Artificial, no obstante, no todos tienen “Deep learning”, vehículos con la capacidad para aprender por sí mismos y paulatinamente mejorar las funciones de autonomía en conducción, marcarán diferencia en el mercado automotor.

Actividades como conducir y pilotear desaparecerán como otras muchas, un computador mediado por un software se encargará de dirigir los automotores. Transportarse dejará de ser una experiencia activa, todos serán pasajeros como la vida misma. Los accidentes en transportación provocados por fallas humanas serán cosa del pasado, las fallas en adelante, serán atribuidas a los yerros del algoritmo y a los sistemas autonomizados. Con toda seguridad, las infracciones de tránsito serán asumidas por la Inteligencia Artificial que, pese a tanto ingenio, jamás será perfecta.

Las empresas de transporte serán las primeras interesadas en aplicar Inteligencia Artificial a sus procesos, ya no tendrán la carga laboral que representan los conductores y pilotos humanos, en su lugar, serán sustituidos por ingenieros mecatrónicos y de desarrollo de software que se encargarán de garantizar que los “sistemas inteligentes” no se pifien. Así las cosas, surgen nuevas y novedosas preguntas sobre la asunción de la responsabilidades civil y penal por las consecuencias resultantes de los fallos de la Inteligencia Artificial ¿Deben ser trasladadas al propietario del vehículo? ¿Deben asumirlas la compañía desarrolladora de la Inteligencia Artificial? ¿Hay solidaridad entre unos y otros? ¿Se podría pensar en responsabilidad civil y penal de la Inteligencia Artificial bajo el entendido que tiene “Deep learning” y capacidad para autorregenerarse? ¿Cómo serán los amparos de riesgos que ofrecerán las aseguradoras?

Se harán necesarios nuevos marcos regulatorios en materias de responsabilidad civil y penal del transportista; elementos de responsabilidad del medio autonomizado serán relevantes, con toda seguridad, habrá teorías sobre la responsabilidad de las cosas, relevando la responsabilidad basada en la voluntad, la culpa y la negligencia de los humanos. China tiene el mayor número coches autonomizados, y como en el País de Mao impera el hermetismo, no hay estadísticas verdaderas sobre los índices de accidentalidad que involucren vehículos autonomizados. Lo cierto, las redes sociales están llenas de videos de vehículos autonomizados causantes de todo tipo de accidentes viales.

Hay también defensores a ultranza de este tipo de vehículos, algunos informes indican que son más seguros que los vehículos tradicionales, como se observa en reciente estudio de Nature Communicatios (2024) https://www.nature.com/articles/s41467-024-48526-4. Dadas las bondades de la Inteligencia Artificial y su influencia en todo el quehacer humano; resulta cierto también que, los humanos son cada vez más incompetentes en habilidades prácticas, verbo y gracia, en un futuro no muy lejano, conducir o pilotear un vehículo será una habilidad innecesaria gracias a la Inteligencia Artificial, tanto como montar a caballo, lo que se hace por diversión y pocas veces por labor. La misma razón por la que, entre las nuevas generaciones realizar operaciones aritméticas básicas se hizo una habilidad innecesaria, todo lo hacen con la app de un teléfono dizque, inteligente.

En suma, hay inmensa incertidumbre en materia de Inteligencia Artificial, no siempre el pasado fue mejor, pero tampoco nadie puede garantizar que el futuro con la mediación de la Inteligencia Artificial lo será.

León Sandoval Ferreira

Los héroes paralímpicos

Terminaron los Juegos Paralímpicos en Paris (Francia) con un saldo maravilloso en medallería para Colombia, 28 medallas, entre las que se cuentan siete medallas doradas. Sudamérica obtuvo 145 preseas, cifras muy importantes y superiores si se les comparan con el medallero obtenido por los deportistas que representaron a los países de la región en los recientes Juegos Olímpicos, también escenificados en la Ciudad Luz; otrosí del valor y temple que muestran los atletas paralímpicos, más allá de los resultados en las justas, son verdaderos héroes. Personas que se sobreponen a la adversidad y muchas veces a la sinrazón para darlo todo en un torneo en pro del verdadero espíritu Olímpico, que no está en ganar, sino en competir con lealtad y honestidad.

Lo demostrado en Paris por todos y cada uno de los atletas que tomaron los partidores en las diferentes disciplinas paralímpicas es digno de admiración, respeto y valoración. Los deportistas paralímpicos son el reflejo de la humanidad proveniente de diferentes lugares del globo terráqueo, diversas culturas, razas, credos de fe y cosmovisiones que comparten historias de vida únicas; historias de superación personal, de dificultades congénitas o surgidas en su transcurso vital. Lo que para el común de los humanos sería el quiebre y la derrota definitiva, para ellos constituye un nuevo reto para darlo todo por la victoria.

El deportista paralímpico es un humano común y corriente avenido en héroe y heroína, que ha sacado su pundonor para transmutar el cansancio físico, la enfermedad y la adversidad en una nueva oportunidad para ante lo desconocido. Tras de un deportista paralímpico hay esfuerzo, dolor, dedicación, sacrificio, llanto y fatiga. Algunas veces son apoyados por las empresas privadas, en otras por los Estados, pero casi siempre son familiares, amigos, entrenadores y personal médico los que hacen posible que personas con dificultades motrices compitan y destaquen en pruebas que los hacen héroes de carne y hueso sin capa, pero héroes de verdad.

Las personas con discapacidad deben enfrentar las barreras que les representa el mobiliario urbano, los retos de la exclusión motriz y de movilidad, la ausencia de escenarios y condiciones particulares para la práctica deportiva y recreativa, pese a ello, logran vencer todos estos obstáculos para estar en la línea de partida. No todos llegarán primeros, no todos estarán en el podio, pero por el simple hecho de estar allí son ganadores, son triunfadores de la vida. Cuando un deportista paralímpico pasa por una pista, una pileta, o una prueba atlética, no se trata de un humano más el que va, es la humanidad entera la que pasa en un acto de grandeza.

Respeto, admiración y reconocimiento para todos y para cada uno de los deportistas en condición de movilidad reducida o limitaciones motrices porque hacen grandioso el género humano. Los estamentos de la sociedad deben prestar mayor atención y apoyo al deporte y a la recreación paralímpica. Este quehacer competitivo da incentivos de vida a personas que normalmente la sociedad margina, les niega su valor y la importancia que merecen. Si se examinase la historia de los 4.400 deportistas paralímpicos que participaron de las justas de Paris 2024, habría allí 4.400 historias de vida diversas y dolorosas, pero en el fondo con comunes denominadores: La pujanza, el compromiso, la enjundia, la disciplina, la resistencia y el éxito. No importa si las marcas de los deportistas paralímpicos son comparables con las de los otros atletas, las marcas de la vida están en sus cuerpos, sus almas y sus mentes. El simple hecho de practicar una disciplina deportiva ya los hace merecedores de la presea dorada de la vida. Gracias al ejemplo de estos héroes, cada vez más y más niños y niñas con dificultades motrices o cognitivas se levantarán para luchar por ser los mejores ¡Enhorabuena Campeones!

León Sandoval

Jorge

Jorge es sueño del niño que hace algo más de cuatro decenios en una carta le decía que quería ser escritor. Razón de tantos espacios copados y ausentes, respuesta a la pregunta sobre qué es el amor, la seguridad, la protección y el cuidado. Jorge como tantos de su generación no la tuvo fácil: Niño campesino del periodo de entreguerras en una vereda suramericana, donde todo escaseaba y también todo abundaba.

Jorge fue testigo presencial de la violencia partidista que campeó por Colombia a finales de los años cuarenta del siglo pasado, vivió en carne propia los vejámenes de una lucha fratricida entre godos y liberales que, incrementó las brechas de pobreza y aportaría material humano para los cordones marginales las florecientes ciudades. Colombia dejaba de ser un país rural.

Las razones de la sinrazón le llevaron a perder su padre a temprana edad, a alejarse de la protección materna que debía priorizar a sus hermanas, solitario debió afrontar el mundo; alguna vez, le escuché decir que se vio obligado a tomar agua con barro y eructó barro. Volvería a ver a su madre siendo un muchacho volantón con pelo en cara, de aquel niño que vieron partir, no quedaba nada.

Presenció el Gobierno del Teniente General Rojas Pinilla, la paz “se logró” con los acuerdos de las guerrillas liberales de los Llanos Orientales, revulsivo para la violencia partidista. Una nueva Colombia en Paz fue también la de Jorge. Jóvenes como él, excluidos del sistema educativo, se vieron abocados a emplearse en cuanta labor hubiere, el impulso del desarrollo vial fue campo de empleo para miles de jóvenes que como Jorge soñaron con un mejor destino.

Llegó el Frente Nacional, el clientelismo hizo de las suyas, un cuatrienio los liberales, otro los conservadores, alternaban la nómina estatal y las obras públicas. La repartija burocrática fue la cereza para pacificar el País. La violencia partidista era cosa del pasado, hubo acuerdos para que las castas políticas se repartieran el Estado. Jorge fiel a sus convicciones liberales, se negó a fingir ser conservador para asegurar un laburo. Como muchos jóvenes de los 60s y 70s que formaban familias, la bonanza petrolera del vecino hermano País, fue alternativa y alimentó de la migración de aquellos que buscaban un mejor futuro, qué paradoja, hoy vienen los vecinos.

Jorge hizo patria, dedicó largos años de trabajo arduo, sacrificó tiempo con su esposa e hijos en pro del sustento familiar. Por fortuna, la vida le permitió fundar familia con una mujer excepcional, fuerte y trabajadora como pocas, que pudo también compartir las riendas del hogar. Jorge hizo de la honestidad, la decencia y el decoro estandartes en su vida. Su trabajo fue honesto y correcto. Hizo literal aquello de ganarse el pan con el sudor de su frente, como él lo decía, al rayo del sol, a la intemperie, abriendo vías contra todo y todos, para evitar fatigas a sus hijos.

Cuando la bonanza terminó en el vecino hermano país, porque la economía es de ciclos, crecimiento y decrecimiento, su alternativa fue volver a casa. La felicidad de Jorge de volver a su hogar no se comparaba con la felicidad de sus hijos de tenerle en casa para que nunca más volviere a partir en busca del sustento.

Como la vida es sabia y hay caminos que sólo El Eterno conoce, Jorge volvería definitivamente para un viaje más. La dureza de sus condiciones de vida, le habían pasado cuenta de cobro en su salud. Completado medio centenario del ciclo vital, la enfermedad afloró y logró su cometido. Jorge partiría hacia la presencia del Eterno y cerraría el libro de su vida, cuarenta años atrás en un día como hoy que se publican estas líneas. Gracias Jorge por su vida. Gracias Papá por la vida, por tanto amor y por la maravillosa madre que supo escogernos.

León Sandoval

De azúcar y harinas

Es alarmante el número personas que padecen cáncer en Colombia. Cada vez más jóvenes son diagnosticados con esta enfermedad, al punto que el Gobierno Nacional se vio en la obligación de impulsar la ley 2.360 de 2024, por medio de la cual a los pacientes diagnosticados con cáncer y a las personas que sospechen estar enfermas, se les declarará sujetos de protección especial constitucional. El cáncer es curable si se detecta tempranamente, la demora en el inicio de los tratamientos hace que la enfermedad tome ventaja. Entre los factores que inciden en su aparición, entre otros están, los antecedentes genéticos, psicosociales, ambientales, y por supuesto nutricionales; azúcar y harinas son los grandes percutores que pueden contribuir con la aparición de cáncer.

La desbordada ingesta de azúcar y harinas ultraprocesadas por la población colombiana produce particular preocupación. Es increíble cómo en muchas poblaciones, dentro de un radio de 100 m2, se puedan hallar múltiples expendios alimenticios de bebidas dulces, comidas azucaradas, harinosas y alcohol, particularmente, todo tipo de bollos, panadería y bizcochería que tienen como ingredientes a estos dos grandes enemigos de la salud:  azúcar y farinaceas. Desde las cafeterías más sencillas hasta las grandes marcas como el arriero con la mula y la diosa-sirenada casi la totalidad de sus productos contienen azúcar y harinas. Promotores silenciosos del cáncer, son todos, sin importar el nivel del negocio alimenticio, contribuyen con la cultura cancerígena del excesivo consumo de azúcar. Amigo lector, visite un supermercado o una tienda de barrio y compruébelo, poco sirven los avisos de “Exceso de azúcares” en los envases.

Contiguo a un coliseo o a una sala de cine, siempre habrá un expendio de azúcares y harinas. Ahora hasta la crispeta es azucarada. ¿Hay consciencia entre los colombianos sobre la incidencia de la ingesta de azúcar en la aparición de diversos tipos de cáncer? ¿Son conscientes los emprendedores de la industria alimenticia sobre el hecho de que el azúcar es una sustancia adictiva? ¿Son conscientes las personas que se puede vivir sin azúcar, pero no sin sal? Hoy hasta las carnes las preparan con azúcar. Pareciera ser un asunto de inconciencia e irresponsabilidad social.

Las anteriores preguntas deberían provocar una profunda y seria reflexión sobre la forma cómo se alimentan los colombianos. Se ha malvendido la idea que, el azúcar es propulsor de la felicidad, y es habitual ver en series televisivas al despechado de turno consumiendo helados por montones, o ingiriendo licor que, en el fondo, es otra forma de azúcar para aliviar la pena. Combatir la adicción al consumo de azúcar y harinas no es fácil, sobre todo en una cultura donde no pueden faltar el pan, la arepa, la papa, la yuca, el plátano, la pasta y el arroz, acompañados de una bebida dulce disfrazada de jugo natural.

No se trata de demonizar el azúcar y las harinas, pero sí preguntarle al lector de esta columna ¿Es Usted consciente que cada vez que consume azúcar y harinas contribuye a enfermarse con un potencial cáncer?

La libertad de empresa todo lo permite, qué viva la libertad de empresa, por cierto. La libertad de empresa también es idear, innovar y ofrecer productos alimenticios de calidad que contribuyan a la buena salud y al bienestar. No hay derecho a que todo sea azucarado. No se puede creer que Colombia va a lograr el anhelado desarrollo humano a punta de panes, amasijos y todo tipo de chucherías endulzadas. Consumir azúcar seca el cerebro y afecta negativamente las funciones cognitivas, así muchos digan lo contrario. El problema real es la oferta exagerada de productos azucarados que no dan alternativa diferente a un consumo adictivo, excesivo e inconsciente de azúcar y harinas. El colombiano promedio es adicto a comerlos. Seguramente el dicho en adelante será “Pan y azúcar al pueblo” ¿Hasta cuándo?

León Sandoval

Pesos olímpicos

Culminaron los Juegos Olímpicos de Paris. Colombia tuvo una decepcionante participación, puesto 12º entre 15 países latinoamericanos y caribeños que enviaron atletas a las justas.  Las medallas obtenidas son reflejo del esfuerzo aislado de los deportistas, sus familias y entrenadores. Las meritorias medallas obtenidas por el jovencísimo gimnasta nortesantandereano y la luchadora vallecaucana, plata y bronce respectivamente, son sin duda, un reconocimiento a dos trabajadores del gimnasio que han vertido con creces sus esfuerzos que seguramente, depararán mayores gestas deportivas.

Colombia una nación a pesar de sí misma, es el título de un libro de David Bushnell (1923-2010), allí el historiador estadounidense hizo un recorrido cronológico por la historia colombiana desde la Colonia hasta el proceso constituyente de 1991, bien podría servir como título para esta columna. Pesos olímpicos es la historia de Colombia, historia de peso o mejor de cargas para sus habitantes. No en vano, desde siempre, la violencia y la vida dura se enquistaron en la sociedad colombiana y han sido su constante, aún antes de la Republica. La violencia y la desidia permean todos los sectores de la sociedad. Lo que ha hecho de los colombianos, personas dispuestas a cargar el peso de la vida pese a todo, el deporte no podría ser la excepción.

La halterofilia es la disciplina olímpica con la que Colombia ha destacado durante los últimos decenios, motivo de alegría ante la escasez de distinciones en otras disciplinas. Los pesistas colombianos siempre han obtenidos medallas en las Olimpiadas del Siglo XXI; lo que hace de Colombia, un referente en el arte de los fierros en América: Dos doradas Urrutia 2000 y Figueroa 2016; seis plateadas Salazar y Solís 2008, Figueroa 2012, Mosquera 2020, y las recientes de López y Sánchez 2024; tres bronceadas de Mosquera 2004, Valoyes 2012 y Mosquera 2016, para un total de once preseas olímpicas. Balance deportivo destacable para un País cuyos deportistas son el resultado de procesos espontáneos, personales y no de proyectos institucionales debidamente concebidos, y en el que, el fútbol concita el interés nacional sin ganar algo relevante, precedido por el ciclismo que de vez en cuando, arroja a las pistas doradas generaciones.

El levantamiento de pesas es el deporte colombiano del Siglo XXI, bandera para exhibir a nivel mundial. Generalmente, se trata de atletas de raza negra, de zonas apartadas del País, que, con su fuerza bruta y su hipertrofia muscular, peso a peso sudan lágrimas y derraman dolores no sólo para hacerse un sitial en la historia olímpica, también para aspirar a una casa propia, a un empleo estable y a un espacio inclusivo en la sociedad. La penuria les ha fortalecido, les ha hecho ganar la vida y ser triunfadores. Es como si el peso de la existencia ruda y fuerte, se acompasara con el peso del metal forjado, cual titán Atlas que carga la bóveda celeste sobre sus hombros; como si cada envión fuese el peso del sufrimiento de todos los colombianos marginados y excluidos. Como si empujaran el País avante, como si sólo la fuerza bruta domada hiciese de Colombia un lugar mejor.

Ante la falta de apoyo gubernamental, la carencia de líderes de talla internacional, y el gobierno de turno trepado en el carro de bomberos cada vez que alguien triunfa, es hora de construir una verdadera política deportiva competitiva y trascendente. Política que trabaje por igual cuerpo, alma y mente, para que un País con 50 millones de habitantes pueda dar miles de campeones dorados, y, no sea el peso de la vida, levantado a empujones, el que ponga a sonar cada cuatro años una que otra medalla, de hasta entonces, desconocidos que, permitirán al criollo colombiano, hinchar el pecho y decir los Yeison, Marías, Leivis, Ubaldinas, Mábeles, Luises y Óscares también son Colombia, la Colombia que vive de levantar el peso de la vida.

León Sandoval Ferreira

Pensar bonito

Si se parte de la premisa que pensar bien y bonito es el primer paso para lograr el éxito en la vida; el amor es el condimento especial que debería sazonar todo acto humano en la búsqueda de la realización superior. Pensar bien y bonito al igual que el amor son excluyentes con todo pensamiento que apunte hacía el odio, la envidia y el juzgamiento. A mayor calidad del pensamiento, mayor será su fluidez en aras de la materialización de lo que se busca para el éxito en la vida. Para que una idea sea considerada diamante, es decir una idea trascendente e impactante, debe tener la posibilidad de materializarse en algo favorable, tangible, palpable, medible y cuantificable.

Pensar bien y bonito debe implicar la idea de dar, de entregar lo mejor de cada uno siempre sin esperar recompensa. Se debe estar dispuesto para compartir no sólo recursos materiales, también el conocimiento, la generosidad y hasta el alma. Pensar en dar conlleva tener la capacidad de ser una fuente de bendición y provisión permanente para otros seres y mundos. Pensar en dar es reconocerse como manantial que puede regar con acciones las vidas de otros para construir un mundo si no mejor, al menos más justo y armonioso.

El pensamiento de dar es correspondiente con el pensamiento de recibir. Recibir también es un arte que se debe ejercitar, recibir es la consecuencia natural de dar. Muchas veces al recibir el agradecimiento por parte de otra persona se responde con un simple “De nada”, como sí lo que se hubiese dado careciese de valor. Recibir es también un acto de autorrespeto, de amor propio y autoafirmación. Recibir es conectar con el ciclo vital, se recibe la vida y se da la vida. Se recibe alegría y se da alegría. Siempre que se da, le corresponde por ley natural el recibir. Recibir es también el reconocimiento de ser un ser especial que merece. No hay recibo inmerecido, el acto de recibir es la materialización del pensamiento de recibir.

Pensar para el éxito lleva anejo un pensamiento para con el propósito de vida a partir de las siguientes preguntas: ¿Qué se desea hacer? ¿Hasta dónde se quiere llegar? ¿Cuál es la meta deseada? Está demostrado que las personas que tienen propósito de vida generalmente logran vidas de mejor calidad. La vida no es el simple sostenimiento diario de las necesidades básicas, es también la proyección de un propósito a lo largo del tiempo. Del inolvidable Dr. Joseph Murphy (1898-1981) se dice que, (autor entre otros libros, de El poder de la mente subconsciente, un clásico sobre el pensamiento positivo y la ley de la atracción), siendo octogenario le invitaban a dar conferencias, siempre las iniciaba compartiendo con el auditorio su propósito de vida para los próximos años, lo cual, es digno de admiración e imitación en tiempos en los que muchas personas, al llegar a la edad de jubilación creen que sus vidas han perdido sentido, como si jubilarse significare sentarse a esperar la muerte.

Pensar para el éxito es el equivalente a quien abona el terreno para la siembra, con la certeza de que esa tierra algún día permitirá que de sus entrañas brote la cosecha y se expelan los más dulces aromas junto a frutos dignos de selectos paladares. Pensar para el éxito precede a la acción que permitirá que la prosperidad, que la abundancia, que la salud, que el amor y miles de maravillosas cosas se materialicen. El éxito persigue a quien piensa bien y bonito. Sólo resta por preguntar: ¿Estás pensando bien y bonito hoy? La vida es bella y vale la pena vivirla. Bendiciones sin fin.

León Sandoval

Juegos Olímpicos y batalla cultural

La batalla cultural la gana el movimiento denominado progresismo, que muchas veces se ha caracterizado por mover la línea ética; la cultura woke triunfa, término utilizado por algunos conservadores y políticos de centro para denominar a los movimientos de izquierda radical o progresistas que rayan en la rabia para imponer una nueva visión del mundo y una nueva manera de enfrentar la vida. La batalla cultural es un proceso de ideologización para combatir el capitalismo y los valores que tradicionalmente representa y le son asociados: La vida, la propiedad privada, la familia, la patria, la libertad, el derecho a la legítima defensa y la libertad de empresa, entre otros.

Antonio Gramsci (1891-1937) periodista italiano, fue el progenitor de la idea de la batalla cultural, al escribir que el triunfo del marxismo no se daría por el empleo de medios violentos para la toma del poder, se haría mediante un proceso de ideologización por medio de la educación, el periodismo, la cultura, hoy podemos añadir las redes sociales. La batalla cultural de Gramsci es redituable, el marxismo veladamente, se ha beneficiado de la ignorancia de las masas y de manifestaciones culturales minoritarias que son impuestas hasta normalizarce.

En este sentido, la Organización de los Juegos Olímpicos en Paris (Francia, 2024) ha cumplido a cabalidad su tarea. Lo exhibido el pasado 26 de julio durante la ceremonia de inauguración fue lo más cercano a un pandemonio, entendido como un lugar agitado con mucho ruido y confusión. El protagonismo propio y debido de los atletas olímpicos que navegaban por el río Sena, los verdaderos merecedores de la atención mundial, fue menoscabado por un espectáculo escatológico de luces, música y puesta en escena de un discurso ideológico de cultura progresista o woke. Un performance tan bizarro que colocó en la misma escena a sátiros con infantes, cuerpos cuasidesnudos que, en algún caso mostraba parte de la genitalidad, no obstante parodiar la mitología greco-latina y las creencias cristianas. Sumado a un espectáculo grotesco de figuras dismorfas y un sin rostro cabalgante apocalíptico.

Fue tan grotesco lo de Paris, que la contaminación del río Sena se disimuló con la turbiedad del mensaje de la puesta en escena de la inauguración olímpica. París entregó al mundo la representación de un bacanal acompasado por la presencia de menores en brazos de adultos semivestidos ¿Qué mensaje hay detrás de ello? ¿Buscarán normalizar la pedofilia? Resultó tan asqueante la puesta en escena parisina que más de uno apagó el televisor, ante el reflejo decadente de la que alguna vez fue la Ciudad Luz, ahora convertida en un muladar, con altos niveles de inseguridad y desorganización.

El mundo en vivo y en directo fue testigo de la decadencia y el colapso de la cultura europea. Lo de Paris no tiene nada de estético, bello o sublime. Seguramente Gramsci desde su tumba, debe estar refocilándose. Vienen tiempos durísimos para Europa, donde la debilidad de sus ciudadanos será confrontada por la fortaleza de los orientales. Europa se desdibuja y será presa de Oriente. La cultura woke caerá por su propio peso, llevando por delante a Europa que buscará amparo en el fundamentalismo religioso e ideológico oriental como bálsamo para su decadencia. Como justificante se dice que es una nueva era que entraña el cambio de patrones culturales, ¿Al punto de volver lo perverso en bueno?

¿Qué estaría sucediendo si los parisinos en lugar de parodiar la célebre obra de Da Vinci sobre la Última Cena y la mitología greco-romana hubiesen hecho alusión a algún pasaje del Corán? Europa preocupa, Paris está enferma, hoy no pueden ser ejemplos de luz para el orbe. En suma ¡No hay temor de Di-s! Las Olimpiadas están ideologizadas, ni Hitler en las de Berlín (Alemania, 1936) se atrevió a tanto.

León Sandoval

¿Los Fotocomparendos, negocio de quién?

La implementación de cámaras que detectan la velocidad de los conductores, que sirven de elemento probatorio para imponer comparendos por exceso de velocidad, se volvió habitual en ciudades y carreteras de Colombia. En algunas ciudades hay una debida señalización sobre la existencia de dichas cámaras, en otros lugares, particularmente en las carreteras de varios municipios de la Costa Atlántica Colombiana, no existe una señalización apropiada sobre la existencia de dispositivos detectores de velocidad, simplemente se ubican en unas destartaladas y camufladas minivans que se van moviendo en forma solapada.

Los dispositivos para fotocomparendos son aceptados por la legislación colombiana y cuentan con el aval de la Corte Constitucional, Sentencia C-321/2022. En virtud del principio del imperio de la ley, deben ser aceptados. Desde el punto de vista económico, las fotomultas se convirtieron en fuentes de negocio para las secretarías distritales y municipales de tránsito por la cantidad de recursos que reciben de los infractores. Son miles de conductores los que caen en las imágenes de las cámaras, muchas veces por desconocimiento sobre su existencia ante la precaria señalización de las vías, otrosí de la pésima ubicación de los dispositivos de detección electrónica y los absurdos límites de velocidad de las vías urbanas y nacionales colombianas, que muchas veces, no superan los 30 km/h, o en otros casos los 60 km/h, pese a que el Código Nacional de Trasporte dispone otra cosa.

Las secretarías municipales y distritales de tránsito tienen “temporadas de cosecha de fotocomparendos”, especialmente, en épocas de vacaciones donde so pretexto de buscar climas cálidos, las familias viajan en sus vehículos particulares y son asechadas por esos dispositivos de comparendos ante la mirada voraz de quienes realmente se benefician con las multas. El problema detrás de los fotocomparendos no es su legitimidad: Es un asunto ético, es decir, se trata de un negocio antiético con asidero legal y reglamentario. Verbo y gracia, cada fotocomparendo tiene un valor de $572,520; si se paga dentro de los once días hábiles siguientes a su notificación, tiene un descuento del 50%, siempre y cuando se realice un curso de dos horas, que dictan empresas particulares de manera rotativa y permanente, los realizan hasta los domingos, dicho curso no es gratis, tiene un valor de $73.700, que se descuenta del 50% del valor que se debería pagar por el fotocomparendo. Lo curioso del asunto: Los cursos son impartidos por empresas privadas; en otras palabras, para tener derecho al descuento por el comparendo se debe pagar el curso al particular, y el saldo $214.695 a la autoridad encargada del recaudo. Es un típico negocio público-privado.

Resulta inmoral que esos $73,400 pesitos por curso, sólo aplican por comparendo, de tal manera, que un conductor que, en su paseo de vacaciones se haya hecho deudor de dos fotocomparendos, deberá pagar dos cursos para tener derecho al descuento del 50% para cada comparendo ¿Hasta cuándo va a continuar este negocio legal pero antiético porque que lucra también a particulares de las infracciones cometidas por los conductores?

Lo anterior, sin considerar otra perla de inmoralidad, los fotocomparendos no siempre son notificados en el acto, pueden pasar meses para su notificación, no obstante, su notificación tardía, se dejan constancias de notificación del día de la infracción, y ponen al conductor infractor a explicar que fue notificado tardíamente, para poder beneficiarse del descuento por el curso particular se ve en la necesidad a acudir a intermediarios. ¡Horror de horrores! Qué catedralicia corrupción.

Al parecer, no hay alternativa de cambio en las malas prácticas de tránsito, no se puede esperar mayor cosa del desgobierno donde la corrupción pulula. Se hace necesario crear la figura del defensor del conductor colombiano, al que veladamente, por vía de fotocomparendos, los corruptos le introducen las manitos en los bolsillos. No hay justificación para tamaña inmoralidad.

León Sandoval

Tranquilidad

En tiempos de pasiones desbordadas y de fragilidad emocional, vale la pena escribir sobre la tranquilidad. La palabra “Tranquilidad” tiene origen en el latín y está conformada por el prefijo “trans” que significa más allá y el verbo “quiescere” que significa calmar. En otras palabras, la tranquilidad es la capacidad de estar en calma, la habilidad para mantener la mente en reposo. La cultura de la tranquilidad en tiempos de hiperconectividad digital, de exceso de información con bajísimos niveles de comunicación, de odios y de rencores, de hiperdemocracia y supraderechos, debería ser un imperativo personal. La finalidad de la vida, hoy nutrida por la ética utilitarista, no debería ser la búsqueda de la felicidad a partir del placer como lo propusieron los antiguos epicureistas. El propósito de la vida debería ser el de obrar correctamente y tener la mente bajo control propio, y de esta forma mantenerse tranquilo pese lo adverso o lo propicio de las circunstancias.

Quien logre estar en calma no obstante las dificultades, está muy cerca de alcanzar su propio señorío, estará más cerca de las deseadas serenidad y paciencia, que el antiguo Kaliman recomendaba a su pequeño amigo Solín, rememorando la serie radiofónica mexicana que luego fue llevada al formato de historieta por Latinoamérica en los años sesenta del siglo pasado. La cultura de la tranquilidad invita a reflexionar sobre si la enfermedad mental es una constante de las sociedades contemporáneas, cada vez se diagnostican más personas con síndromes asociados a la hiperactividad, curiosamente en tiempos de hiperactividad, todos hablan de meditación, pero pocos logran silenciar sus mentes. En la búsqueda de la tranquilidad se acude a las más disímiles vías, “el mindfulness”, el yoga, el gimnasio, la espiritualidad, la fe religiosa, los medicamentos, hasta los opiáceos y el alcohol son utilizados para lograr la deseada tranquilidad. Valdría la pena plantear la construcción de una cultura de la tranquilidad a partir de la mente y su control, personas dotadas de herramientas para el sosiego y la paz interior.

¿Deberían las sociedades implementar una política pública para la construcción de una cultura generalizada de la tranquilidad a partir del trabajo interior de las personas en el conocimiento de si mismas?, el deseado conócete a ti mismo y hallarás la felicidad, que suele atribuirse a Sócrates (470-399 a.C.), no debería ser simplemente una máxima de filósofos si no un estado de vida permanente que redundará no sólo en la calma de la mente y del espíritu, también en la recuperación del tejido social con mejores prácticas de civilidad urbana, ciudades como espacios comunes en los que la seguridad, los buenos modales y prácticas deberían desplazar la inseguridad, el desorden, la suciedad, la contaminación visual y auditiva.

La cultura de la tranquilidad es también la cultura de la paz interior, que debería ser un tesoro para toda persona, y no simplemente un deseo o un estado transitorio del alma. Con toda seguridad quien está en paz para consigo mismo y ha expulsado sus demonios, no sólo será un mejor ciudadano, será un mejor miembro de familia, un mejor trabajador y una persona que aportará valor sólido a la sociedad.

La tranquilidad se contagia, quien encuentra la calma interior está más cerca de lograr estados de felicidad insospechados, por ello, la tranquilidad no puede depender de otra persona, o de un empleo, o de un salario, o una mascota, la tranquilidad debe depender exclusivamente de cada uno, como amo y señor de su propia conciencia. Por las anteriores razones, la tranquilidad no es endosable a otras personas, ni a los gobiernos e instituciones. Sólo quien halla en su inconsciente los estados mentales suficientes para proceder en calma sin importar la dificultad que enfrenta, con toda seguridad estará más cerca del Cielo. Parece fácil escribirlo y repetirlo, pero una cultura de la tranquilidad además de un imperativo personal, debería ser un camino. ¡Qué jamás el afán del día perturben el estado mental de reposo y sosiego! No parece fácil, pero se puede y se debe.

León Sandoval

La feminización de la masculinidad

Algunos quieren presentar la masculinidad como disvalor. Académicos construyen argumentos contra la masculinidad que, a la postre, terminan implementadas en políticas públicas estatales que buscan la inclusión, la igualdad y la equidad. Merece mención especial, el hemisferio occidental donde la masculinidad es mal vista, por considerar que los problemas que agobian a la humanidad están relacionados con el hecho que, durante siglos los hombres tuvieron el control de las comunidades excluyeron al diferente, idea que permanentemente se divulga como verdad irrebatible.

Masculinidad y Femineidad entrañan fenómeno natural, no en vano, la vida entre los mamíferos y de la gran mayoría de especies emerge de la unión de una célula masculina junto a una célula femenina.  Ser masculino significa la fuerza, la provisión, la protección, el coraje y la capacidad de engendrar vida, que unido al Ser femenino que suma la dulzura, la belleza, la administración, el afecto, la comprensión, el cuidado y la capacidad de albergar vida, permiten que la vida fluya en armonía. No es posible concebir la humanidad sin la complementaria dualidad masculina-femenina.

Ejercer masculinidad es motivo de desaprobación. Los varones son inducidos a abstenerse de actuar masculinamente. En la medida que el hombre se feminiza, la mujer se masculiniza. La hibristofilia va en aumento, probablemente, ante la escasez de hombres masculinos, se busca al malandro, porque erróneamente se enseña que la masculinidad es la causa y origen de los males.  Hace carrera que es políticamente aceptable que, el hombre se comporte con femineidad bajo el argumento de prevenir que se repitan las faltas cometidas por la masculinidad del otrora. El rol masculino se desvanece. Cada vez hay menos hombres protectores y proveedores. Hombres y mujeres son iguales en derechos y deberes ¡De acuerdo! pero son también diferentes en muchos aspectos.

Feminizar la masculinidad es restar valor a la esencia del hombre, al igual que masculinizar la femineidad es restar valor a la esencia de la mujer. Cada vez más frecuente: Hombres comportándose como mujeres y mujeres comportándose como varones. Enseñarle al niño a cazar, a pescar, a comer carne, a jugar con rudeza, a reír con estridencia, a trepar árboles es inapropiado; lo apropiado es enseñarle otro tipo de menesteres, porque se ha propalado la idea falaz de que la masculinidad significa violencia, y ser masculino es sinónimo de Ser violento. Hoy van más hombres a ejercitarse al gimnasio que en cualquiera otra época, paradójicamente los hombres de hoy son menos masculinos y más débiles comparados con los hombres del ayer.

Feminizar lo masculino es de tajo romper con la naturaleza y con el entendimiento de que hombres y mujeres son un complemento y no una competencia. Los ladyboys silenciosamente anhelan hombres de aparente comportamiento masculino; aumenta la frecuencia de hombres que prefieren a aquellos sobre las mujeres.

Los estados con sus políticas han contribuido poderosamente con la feminización de la masculinidad. De hecho, hay estados que tienen normas que otorgan ventajas en los procesos de contratación a los proponentes que estén conformados por personas identificadas como diversas sexuales, como es el caso de España. La feminización de la masculinidad constituye una característica de la postmodernidad, al punto que personajes influyentes nombran a sus hijos X A E A_XII, Exa Dark Siderael y Techno Mechanicus, entre otros nombres que, por supuesto, no tienen por qué definir masculinidad o femineidad, pero sí pertenecen a una época en la que tener una identidad sexual definida no interesa.

La masculinidad y la femineidad obedecen al orden natural, como hay día y noche, oscuridad y claridad, arriba y abajo, frío y calor, existe la polaridad que es complemento. Estos tiempos de adalides negacionistas de la naturaleza humana son motivos de profunda preocupación. Llegará un momento donde orinar de pie estará prohibido y comportarse masculinamente será delito. La masculinidad será tratada como aquellas comunidades sofisticadas tratan a sus canes, aceptan su tenencia siempre y cuando les corten las cuerdas vocales para no molestar al vecino que no gusta de los ladridos. ¡Ojalá no sea tarde!

León Sandoval

Amor y ciencia de datos

David Vélez (1982), pese a su juventud el segundo colombiano más rico, fundador del banco brasileño Nubank (2013), el banco digital independiente más grande del mundo y de gran irrupción en Colombia; en entrevista dada a la Revista Semana, puso a pensar el País al manifestar que “Las oportunidades existen. En los próximos diez años vamos a ver una revolución histórica que va a cambiar las industrias en el mundo, incluyendo Colombia. Esos cambios tan drásticos, ese remolino que se viene, crean desafíos y oportunidades. Hay que ser estratégico en el lugar en el que los jóvenes tienen que posicionarse en el lado del mercado de tecnología, computación, programación y ciencia de datos”, igualmente, añadió que en Colombia se están formando y graduando diez veces más abogados que programadores. (Ver entrevista: https://www.semana.com/nacion/articulo/la-profesion-que-david-velez-el-segundo-hombre-mas-rico-de-colombia-cree-que-nunca-le-faltara-empleo-y-que-ganara-mucho-mas-que-otras/202243/). El algoritmo y la inteligencia artificial no sólo han invadido las diferentes esferas del quehacer humano, como el gobierno, las finanzas, la política, la educación, la salud, el entretenimiento, también ha llegado a otro escenario: La nueva manera como se relacionan hombres y mujeres en un mundo marcado por la soledad, en el que hay mucha información, menos comunicación y poca comunidad.

Es frecuente que los contactos iniciales con fines afectivos entre parejas se inicien por medio de portales de contacto electrónicos, bien sean páginas web o aplicaciones que, pueden ser tan variadas que, las hay exclusivamente para personas heterosexuales, para homosexuales, para militares, por etnias, por creencias religiosas, grupos etarios y hasta por roles en los que las mujeres las que toman la iniciativa. En suma, hay portales de citas para todo tipo de gusto y grupos de interés. El algoritmo hace rato superó al encuentro casual en un transporte público o un bar para que las personas entablen ese primer contacto. La virtualidad dejó de ser una simple eventualidad para volverse la realidad, el metaverso es también una nueva manera para hacer las cosas, y por supuesto, el enamoramiento no ha sido la excepción.

La mensajería digital es el nuevo canal del amor y también para el desamor. Se comparte mayormente en medios digitales que en persona física y muchas veces, la relación marcha muy bien en las redes digitales desde diferentes lugares, y jamás llegan a conocerse personalmente. Los seres humanos han adquirido habilidades excepcionales para la vida digital, pero también han perdido las habilidades interpersonales para con el otro, lo que algunos llaman la inteligencia social física. Los humanos de hoy son incapaces para gestionar su soledad de manera estoica y propositiva, requieren de una esperanza lejana, de un oído, de una imagen que en algún lugar del mundo les hace sentir vivos al contestar o simplemente dejar en visto un mensaje digital.

El amor lentamente está dejando de ser un sentimiento para abrigarse con el ropaje del dato. El amor terminará por ser medible, cuantificable, visible y comprensible por medio de la inteligencia artificial. Los algoritmos conducirán a la persona precisa, a su media naranja para algunos, dejando de lado ese bello y delicioso arte del conocimiento por medio de la mirada frente a frente. Contactar al otro se volvió un tema de formatos digitales como si se tratase de aplicaciones para empleos o productos al detal de las plataformas de contacto; lo atractivo viene por medio de una imagen digital en la que se observa un “producto-persona” que tiene una buena escenografía y un cuerpo moldeado en algunos casos, los más atractivos, o en otros, los avatares y memes que llenan el firmamento digital. Si no hay fotografías y videos, es muy difícil atraer al otro, aplica aquello de que una imagen vale más que mil palabras, el éxito de Instagram está en mostrar vidas “mejoradas y exitosas”.

Los datos marcarán el futuro de la humanidad durante la próxima centuria. La minería de datos será más importante que la minería extractiva. Preocupa de sobre manera el ser humano, cada vez más subhumano y cercano a un zombi con la facultad de pensar por sí mismo sujeta al modelamiento algorítmico. No se amará a quien se quiere, si no a quien se pueda siempre y cuando, el algoritmo lo permita. El amor fati, o amor al destino de los estoicos, dejará de ser hado para ser un sino marcado por el algoritmo y su falso dios: La Inteligencia Artificial. Volver a lo natural será siempre una opción, ojalá no sea tarde.

León Sandoval

Momentos

Una de las grandes preocupaciones de los seres humanos cuyo ego les abate, es la trascendencia. Permanecer más allá de la muerte, ¿Cómo permanecer en este plano cuando el cuerpo haya sucumbido y degradado?, ¿Qué será de quien fuimos? Trascender, así sea en el nombre de una edificación, en una estatua, una pintura, un legado artístico o benéfico, o por medio de la recreación de la conciencia al través de la inteligencia artificial, o de la prole en la mayoría de los casos. Algunos trascienden en objetos que terminan siendo carga sin interés para los descendientes de la tercera y siguientes generaciones; los objetos más afortunados terminan en el olvido en un museo o una biblioteca, e incluso, en una librería o tienda de artículos usados.

Trascender es la memoria, la memoria de los amados en tanto aquellos existen. Razón tenía Borges, “Ya somos el olvido que seremos”, no en vano, la vida también es memoria, momentos y sucesos. La vida no es más que una sucesión de momentos plasmados en el presente eterno que será memoria. No hay pasado, no hay futuro: Tan sólo el ahora. El aquí y el ahora. Preocupaciones siempre las habrá y la hubo, así como hubo y habrá compañía y soledad que marchan de la mano al vaivén de los tiempos. Momento es lo que hay, lo que se valora y curiosamente siempre se atesora.

¿Por qué afanarse por el mañana si siempre se está en el presente? El mañana no existe y, menos para quien deja de ser. Las necesidades se satisfacen en el ahora. Nadie puede satisfacer el hambre, ni la sed, ni el frío o el calor del mañana. El problema del mañana aún no llega y no siempre llegará. ¿Por qué ha de ocuparse por algo que no se sabe si sucederá? o por algo que probablemente no suceda jamás. Preocuparse es ocuparse de algo que no ha llegado y probablemente jamás llegará.

La vida es como un hilo que va de a poco uniendo entretelas del corazón; cada entretela es un momento, al final, la cadena que forma el hilo es la vida. La existencia humana es una sucesión de momentos. Algunos a penas inician a hilar momentos, otros ya están por cerrar la hilada de momentos. Al final, sólo al final, el corazón termina por atesorar momentos, momentos avenidos en recuerdos sollozantes o alegrantes: La memoria. Al fin y al cabo, se trata de momentos, nada más que momentos.
Se pasa por alto que, siempre se estará en el momento indicado, oportuno y justo para cada quien. Lo que ha de ser, será y es.

El momento llega siempre en presente, al punto que muchas veces se deja de estar y ser en el momento, por quedarse en algo que ya sucedió y se esfumó: La nada. No importa la hilada total, sino el momento, la cuenta que se hila. De hecho, se va la vida en el pasado, y por pensar en el mañana se olvida el presente. El momento es el presente, lo que se hace ahora y no lo que se hizo o se hará.

No se trata de vivir el momento por el momento. Se trata de ser plenamente consciente del momento. Se es plenamente consiente cuando los ciento y pico de sentidos están allí en el momento. No es sólo el oler, el ver, el sentir, el saborear o el escuchar, es también sentirse y ser consciente con el ahora. Muchas veces se cree estar pero, no es así, porque se está absorto en otros menesteres, en tanto la mente divaga. Oye pero no escucha, prueba pero no saborea, toca pero no siente, mira pero no ve, desea pero no ama, come pero no nutre, anhela pero no valora.

Momentos. La vida está pletórica de momentos, aciagos o felices, cálidos o fríos, oscuros o diáfanos, geniales y vanales. El humano y sus momentos, por eso el humano es momentáneo y temporal. Este es un momento. El humano es pasajero del momento. Solo El Eterno es quien es antes, ahora y después, permanente.

León Sandoval

El Padre

El abrazo del Padre es la posibilidad de reencontrarse con la energía creadora y vital, es el aliento que llega hasta el alma. El Padre da la vida, la fecunda; la Madre la conserva, la cuida. El abrazo del Padre inspira la adoración por la Divinidad y sana del resquebrajamiento de la depresión, hace mejores personas y muestra que en el camino por difícil que sea aún aguarda la esperanza de la sanidad espiritual y material. El Padre abraza hasta lo más profundo, conduce por el camino con la esperanza que alivia del dolor infectante que impide ver con precisión en la penumbra de la noche. Gracias al Padre se es quien se anhela ser, en esta vida de vicisitudes y caídas que no dejan otra alternativa diferente de ponerse sobre los pies y retomar la faena. Un abrazo, tan sólo un abrazo del Padre, redime, sana y salva.

El Padre es fecunda energía creadora que se transmite de célula en célula y de mente en mente. Vibración cósmica, energía total, el abrazo del Padre estremece y hace vibrar. El abrazo del Padre es la mente universal inmersa en la humanidad que señala el camino para cada brote del Ser. El abrazo del Padre es un abrigo para el alma, la expresión de la seguridad en el presente y la confianza en el futuro. Padre es la palabra más poderosa que hay, es un mantra que invoca al Creador omnipotente, no en vano en el monte Sinai, El Eterno promulgó su primer mandato, “Yo soy tu Di-s”. Procedemos del Padre y retornaremos al Padre. El Padre es el inicio y es el fin para el humano, cual ouroboros que se crea y se recrea en su infinito devenir, la mente humana no alcanzará jamás a entender la dimensión del Padre.

Con el abrazo del Padre son posibles las maravillas del cosmos, como expresiones del ser: Se posibilita ver la luz que encandila, pero muestra el camino con la confianza de llegar hasta el final; escuchar para auscultar su voz cálida y poderosa que musita la palabra que tanto se desea; tocar la materia y cada fibra del Ser. Probar del agua de vida que mana de su copa; sentir en lo más hondo del Ser la sustancia infinita de la generosidad y la bondad; la sonrisa que precede a la risa, la carcajada que aflora en su esplendor; y el amor, de tal manera ama el Padre que hizo pacto con su pueblo y lo sacó de Egipto para llevarle a la tierra prometida.

No hay hijo sin Padre, no hay Padre sin hijo. Los hijos son de las Madres y las Madres son de los hijos, pero el hijo viene por el Padre. De la relación con el Padre dependerán el éxito o el fracaso de las relaciones futuras de los hijos y en especial de las hijas para con sus parejas. Mucho del odio, del resentimiento social, de la enfermedad mental y de las troneras afectivas parten de la pésima o nula relación para con el Padre, por ello la imperiosa necesidad del abrazo del Padre. Si los humanos fuesen conscientes de ello, saldrían presurosos a abrazar al Padre. Dicen que Madre no hay sino una y es verdad, pero también es verdad que el Padre es único porque suministra el aliento vital que fecunda el óvulo.

Sanar la relación con el Padre es sanar la vida, sanar la existencia y sanar el mundo. Reconciliarse con el Padre, no importa quién sea Él, es una obligación personal. No le corresponde al hijo juzgar al Padre, si es o ha obrado correcta o incorrectamente, simplemente es el Padre la célula que se requería para forjar la vida. Es un privilegio proceder del Padre, al hijo le corresponde sólo agradecer por la energía vital, con ello basta. Honrar al Padre, hallar el tórrido abrazo del Padre es encontrar el sentido de la vida, jamás habrá depresión alguna.

Nunca se amará bastante, pero como el abrazo del Padre no hay. ¿Aún sigues sin reconciliarte para con el Padre? Es una pregunta oportuna cuando el Occidente comercial conmemora el día del Padre. Feliz día Padre mío Eterno, que has sido desde antes y lo seguirás siendo después.

León Sandoval