Autoridades del municipio de Mocoa, Putumayo, confirmaron la restitución del predio Sauces II, de 16 hectáreas, con la cual la Unidad Nacional Para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD, podrá retomar el proyecto de vivienda para las familias afectadas por la avenida fluvio-torrencial de 2017.
La entidad dará paso a la construcción de la primera fase, que contempla 420 viviendas de las 909 previstas.
La restitución del predio donde se construirán las viviendas se desarrolló durante cinco días y avanzó de manera pacífica, con acompañamiento institucional permanente y el retiro voluntario de 120 familias que permanecían en el predio. Durante el proceso se garantizaron 300 trasteos de bienes y materiales, sin costo para las familias.
Esta labor en el predio Sauces II permite retomar el proceso de reconstrucción de Mocoa y cumplirles a los damnificados, quienes llevaban más de ocho años esperando por una vivienda segura, digna y planificada.
Una fuerte disputa se vive actualmente en el departamento del Putumayo, donde la Corporación Autónoma Regional (CorpoAmazonía) expidió el borrador de una resolución —publicada para comentarios de los interesados— con la que se pretende declarar el 70% de este territorio bajo la figura de reserva natural.
Esto, al parecer, está generando nuevamente división entre la comunidad del Putumayo. Por un lado, están quienes apoyan la conservación del medio ambiente mediante la declaración de zona amazónica, y por otro, quienes defienden el desarrollo económico y la presencia de la industria extractiva, que ha operado durante años en la región.
El representante a la Cámara, Carlos Ardila, comentó en diálogo con Confidencial Noticias que, al menos para él, esta situación no es nueva, ya que se ha venido presentando desde hace tiempo. Para el congresista, es comprensible que las comunidades exijan la realización de una consulta previa, con el fin de que sus voces sean escuchadas antes de tomar una decisión que afecte directamente al 70% del territorio.
Ardila recordó que la Corte Constitucional, mediante la Sentencia 054 de 2023, dejó claro que cuando exista alguna afectación directa en territorios habitados por pueblos indígenas, debe realizarse consulta previa.
En el mismo sentido se pronunció Pablo Bustos, presidente de la Red de Veedurías, quien señaló que “se estarían vulnerando los derechos fundamentales de los habitantes de buena parte de este territorio, al omitirse la obligatoria consulta previa”. Bustos considera, además, que esta decisión “podría favorecer intereses particulares y dejar en el desamparo a campesinos e indígenas que dependen directamente de este territorio”.
Mocoa, en medio del conflicto
Quienes exigen la consulta previa consideran que esta también debe aplicarse al proceso de reconstrucción del municipio de Mocoa. Este proyecto estuvo detenido durante más de ocho años y logró destrabarse recientemente gracias a la gestión de la actual dirección de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
El nuevo contrato, por un valor de $80.750 millones, fue establecido con EnTerritorio —una empresa del Estado— y busca terminar el proyecto Sauces II, que contempla la construcción de las 909 viviendas.
Sin embargo, quienes insisten en la consulta previa argumentan que la reconstrucción de Mocoa también debe considerar este mecanismo, ya que, de una u otra forma, afecta la vida de las comunidades indígenas que habitan tanto el casco urbano como las zonas rurales del municipio.
Por su parte, fuentes del alto gobierno consultadas por Confidencial Noticias consideran que este es un proceso que se ha venido desarrollando desde hace tiempo y que no requiere consulta previa.
Se espera entonces que se abra un diálogo entre las partes, que permita dirimir este conflicto en beneficio del departamento del Putumayo y de su capital, Mocoa.
La vereda Montclar, ubicada en el municipio de Mocoa (Putumayo), ha decidido alzar su voz de manera colectiva para denunciar una serie de afectaciones que consideran una vulneración sistemática de sus derechos fundamentales. Según manifestaron los habitantes, desde hace más de 45 días un grupo autodenominado “Carpa de la Resistencia” mantiene bloqueada la vía que conecta a esta vereda con Pueblo Viejo, su principal vía de acceso.
Esta situación ha generado graves consecuencias para la comunidad, afectando el libre tránsito, el acceso a servicios de salud, educación, abastecimiento de alimentos y demás actividades esenciales para la vida cotidiana. Los pobladores hacen un llamado urgente a las autoridades competentes para que intervengan y garanticen sus derechos, al tiempo que exigen el respeto por la integridad y la dignidad de quienes habitan en la zona rural de Mocoa.
“Rechazamos rotundamente las vías de hecho y la presencia de personas ajenas a nuestras veredas que buscan desinformar y sembrar división. Exigimos respeto a nuestra autonomía comunitaria”, señaló un vocero de la Junta de Acción Comunal de Montclar.
Una solicitud que escala al ámbito nacional
La denuncia fue enviada a las principales autoridades del país, incluyendo al Ministerio del Interior, Ministerio de Minas y Energía, Procuraduría General de la Nación,Gobernación del Putumayo y Corpoamazonía, entre otras entidades. La comunidad exige la instalación de una mesa de diálogo institucional, investigaciones por los hechos y el restablecimiento del orden público.
Durante una reunión sostenida en las últimas horas, que contó con la presencia del Mayor Juan Bustos de la Policía Nacional y Andrés Gómez de laDefensoría del Pueblo, los habitantes de Montclar expresaron su inconformidad ante el intento no concertado de ingreso de los manifestantes a su territorio, que consideran una intromisión ilegítima que busca frenar los estudios de exploración de cobre en la zona, desarrollados por la compañía Libero Cobre, bajo supervisión ambiental.
¿Falsos ambientalistas?
La comunidad advierte que quienes lideran el bloqueo se presentan como defensores del medio ambiente, pero promueven desinformación. Según Montclar se han difundido videos acusando a la empresa de “tumbar montañas con retroexcavadoras”, cuando en realidad solo se realizan estudios del subsuelo sin maquinaria pesada, bajo permiso legal.
Derechos vulnerados, sin respuesta
Pese a haber interpuesto una acción de tutela y radicado solicitudes al Alcalde Carlos Hugo Piedrahita, hace más de un mes, no han recibido respuesta. Mientras tanto, denuncian que continúan las requisas arbitrarias, decomisos de alimentos y bloqueos a vehículos que transportan a niños, ancianos y enfermos.
Además comentan que esta situación es una ironía dolorosa, pues afirman que los manifestantes exigen un acueducto para Pueblo Viejo, cuando el agua que allí consumen proviene de nacimientos de Montclar, vereda que ni siquiera tiene acueducto propio.
En esta misma línea, Pueblo Viejo también se pronunció a través de la Junta de Acción Comunal de la vereda se emitió un comunicado oficial rechazando el bloqueo y aclarando que las personas que lo lideran no representan a la mayoría de la comunidad. En su pronunciamiento, solicitan la intervención urgente de la Alcaldía y la fuerza pública, “pedimos que se respete nuestra tranquilidad, estas personas convocan a foráneos sin aval de la comunidad y vulneran nuestros derechos.”
“Aquí vivimos del trabajo, no de la mentira. Queremos desarrollo, no confrontación”, concluyen los habitantes de Montclar.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) lanzó una alerta a la población del municipio de Mocoa para que no se deje engañar por personas que promueven falsas expectativas sobre la legalización y titulación de terrenos en el predio Los Recuerdos, ubicado en la vereda Planadas.
De acuerdo con la entidad, en los últimos días ha circulado por redes sociales, con las que particulares buscan hacer negocio, confundir a la población y aprovecharse de las necesidades de vivienda de quienes permanecen en el asentamiento conocido como 7 de agosto.
Este predio fue adquirido por el Fondo Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (FNGRD) – Fiduprevisora S.A., con el objetivo de reubicar a los damnificados de la avenida torrencial del 31 de marzo de 2017.
Dada su naturaleza de bien fiscal, este inmueble NO puede ser objeto de adjudicación individual, ni de procesos de pertenencia o prescripción. Así que no se deje engañar, no pierda tiempo ni dinero confiando en promesas vacías.
El exalcalde de Mocoa, Élver Cerón, fue asesinado por dos sicarios que se transportaban en moto, quienes ingresaron a su vivienda en horas de la tarde del sábado 4 de enero y le propinaron varios disparos.
En el ataque resultó herido el cantante de música popular y abogado Andrés Fajardo y una familiar de Cerón, quienes se encontraban con el exmandatario en el lugar sucedió el asesinato. Ambos fueron trasladados al hospital José María Hernández, sin embargo, Fajardo falleció mientras era atendido por el personal médico.
De acuerdo con las autoridades de la capital de Putumayo, el exmandatario era víctima de amenazas contra su vida y la de sus familiares.
La Procuraduría General de la Nación abrió investigación disciplinaria a los exdirectores de la Unidad de Gestión Para el Riesgo de Desastres (UNGRD) Olmedo López y Eduardo José González, por presuntas irregularidades en la ejecución de varias obras para la reconstrucción de Mocoa, Putumayo.
Los dineros invertidos para la reconstrucción del municipio de Mocoa, superan los $185 mil millones provenientes del sistema general de regalías.
De acuerdo con el Ministerio Público, la ejecución de las obras de reconstrucción de las zonas afectadas tras la calamidad sufrida durante la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril de 2017 cuando fuertes lluvias provocaron el desbordamiento de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco, así como las quebradas La Taruca y La Taruquita, afectando varios sectores de la cabecera municipal, causando la destrucción de viviendas, puentes y arrastraron diecisiete barrios de la ciudad, cinco de los cuales quedaron destruidos totalmente.
El órgano de control disciplinario encontró presuntas deficiencias en estudios, diseños y presupuestos en cuatro de las 18 obras. Posteriormente, durante la ejecución, se hallaron posibles irregularidades técnicas que no fueron consideradas y habrían puesto en riesgo la infraestructura existente, también construcciones en ejes ambientales sin los respectivos permisos y trámites ambientales hechos fuera de tiempo.
Otra presunta irregularidad que llamó atención fue la destinación de recursos para 86 actividades no relacionadas con uno de los proyectos de construcción, como un viaje a San Andrés y Providencia por ocho días para hacer seguimiento a las actividades desarrolladas en el marco de la emergencia por el paso del huracán Iota y una supuesta asesoría para apoyo en temas ambientales relacionados con la reconstrucción de Mocoa.
Entre las pruebas solicitadas por la Procuraduría están, copia de los 17 contratos de obra e interventoría suscritos por la UNGRD, además de los dos contratos firmados para el viaje a San Andrés y la asesoría en temas ambientales y de vivienda, con sus respectivos Certificados de Disponibilidad Presupuestal y soportes de su ejecución.
Además de los exdirectores, la Procuraduría vinculó a la investigación a Gerardo Jaramillo, secretario general de la UNGRD, Rocío Rivera, vicepresidenta jurídica de Fiduprevisora, Luis Alexander Mejía y Rosa Edilma Agreda, directivos de Corpoamazonía, además Diego Fajardo, Jámirsón Cuellar, Héctor Adrada y Jairo Granados, representantes legales de cuatro entidades interventoras de las obras.
Cuando once soldados de la Brigada de Selva N.° 27 del Ejército Nacional realizaban una peregrinación de la virgen de Fátima, rescataron a un hombre de 62 años que cayó por un abismo de al menos 20 metros en vía de Mocoa, Putumayo.
Los uniformados prestaron atención al llamado de un grupo de personas a la orilla de la vía que pedían ayuda para un hombre que había caído. A unos contados 20 metros abajo de su ubicación, malherido y apenas consciente, se encontraba el señor Fredy Buenaventura, un hombre de 62 años entregado al ciclismo que había sufrido un accidente momentos antes.
Se podría decir que a Fredy ‘se le apareció la virgen’, o mejor dicho, los soldados del Ejército Nacional acompañados por ella: “No dudamos ni un momento, descendimos del carro y llegamos hasta el lugar donde se encontraba el señor para auxiliarlo”, comentó el Sargento Viceprimero Gilberto Devía Guzmán, Suboficial del Batallón de Apoyo de Acción Integral y Desarrollo N.°6.
Improvisando una soga con las camisas de sus uniformes, asegurando al ciclista herido y con una fuerte contusión en la cabeza. La tarea de ponerlo a salvo no fue fácil, tardaron aproximadamente una hora en sacarlo del lugar.
Una vez que el señor Fredy fue puesto a salvo, se solicitó la asistencia de una ambulancia para trasladarlo al centro de salud más cercano, donde recibió la atención necesaria.
El representante a la Cámara por el Putumayo, Carlos Ardila, denunció que hoy la capital del departamento vive una segunda tragedia social, por cuenta de la incompetencia de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastre (UNGRD), que nuevamente brilló por su ausencia al llamado de la Comisión Primera de la Cámara de Representantes.
”El tamaño de la tragedia de Mocoa es igual de grande al tamaño de la incompetencia e inacción de la gestión de la UNGRD. Hoy el enemigo más grande para los mocoanos se llama” Unidad del Riesgo», aseveró el representante Ardila, tras recordar que el próximo 31 de marzo se cumplen 7 años de la avalancha y su reconstrucción ha sido lenta y con pocos avances.
El congresista esperó la llegada de la directora encargada de la UNGRD, Helga Rivas, quien no llegó a la citación que se le hizo a comparecer ante la célula legislativa de la Cámara de Representantes.
”El Gobierno Nacional dejó plantado al Congreso y lo mismo le ha hecho a los habitantes de Mocoa, desafortunadamente» advirtió el congresista liberal.
Para el representante Ardila, la reconstrucción de Mocoa debe aterrizar en las entidades del orden territorial y la contratación de obras no puede reposar en una entidad del orden Nacional.
Ardila pidió al Gobierno Nacional en pensar en la posibilidad de desconcentrar la reconstrucción de Mocoa, «esa es la única fórmula para que la reconstrucción de Mocoa sea una realidad», puntualizó.
El congresista señaló que tras 7 años de la avalancha hay incumplimientos con la construcción de la nueva plaza de mercado, una obra que requiere nuevamente de licencia de construcción, y los estudios y diseños deben ser modificados. De acuerdo con el inventario presentado por Ardila, «en materia de vivienda, de las 1.209 viviendas prometidas, se entregaron 300 viviendas en el año 2018, y las 909 viviendas restantes no han sido entregadas, presentando un retraso al día de hoy de 1.439 días».
El pasado 20 de julio, en la instalación del Congreso de la República para la segunda legislatura, 54 congresistas de la bancada del Pacto Histórico hemos solicitado de manera respetuosa y solidaria al presidente Gustavo Petro que llegué a Mocoa para constatar la difícil situación de los damnificados de 2017, a quienes hoy no se les ha dado solución de vivienda y se les están afectando sus derechos fundamentales en un territorio afectado constantemente por conflictos sociales.
La situación en Mocoa es lamentable, pues tras 6 años de los hechos aún no reciben una respuesta que de verdad brinde respuestas concretas, y después de un gobierno anterior que fue indolente con la sociedad civil y con los más vulnerables, nuestro llamado es a que en una Colombia Potencia Mundial de la Vida se generen soluciones que le brinden por fin esperanza al pueblo y dignifiquen a las familias víctimas.
A hoy, al no tener respuestas, los damnificados han decidido tomarse de manera pacifica el lote destinado a la construcción de las viviendas por lo que la urgencia de dar respuestas pacificas, concertadas y tangibles a la población se hacen apremiantes para un territorio que no ve posibilidades de que su situación cambie, años después de su tragedia.
Nuestra invitación es a que, como un gobierno pensado para la vida, para las oportunidades y para los territorios se den soluciones efectivas, se busque la manera de dar por fin soluciones en la construcción de vivienda, que se priorice a la comunidad y sus saberes para que mediante estrategias como las alianzas publico populares se viabilice un camino que permita materializar la solución para los damnificados.
Como bancada tenemos la convicción de que estamos ante un gobierno que mira al pueblo, que lo respalda, que entiende sus necesidades, que se solidariza con sus tragedias y que prioriza las soluciones por la vida; por eso, sabemos que este SOS por Mocoa va a ser visto y que pronto el gobierno va a atender la emergencia.
Nuestro compromiso como bancada es visibilizar las preocupaciones de los territorios y llegar a buscar soluciones con el gobierno, seguimos imparables construyendo cambio.
En una casa de madera que vigila las montañas de la cordillera andina vive Hernán Abello, un campesino con una sonrisa generosa con la esperanza de que Mocoa deje de generar lástima y se convierta en ejemplo de transformación para el país. Él cuenta con la ayuda de su socio Floriberto Bravo, quien se encarga de las labores de campesinado. Así como la vivienda de ambos custodia los macizos del Putumayo, su caballo custodia su terreno y es su acompañante predilecto para las jornadas diarias que desarrolla.
“Como campesino, la mujer de uno se levanta a las 4 a hacer el desayuno y uno a las 5:30 para coger el machetico y a las 7 se va uno al trabajo hasta mediodía para el almuerzo y otra vez hasta las 4”, señala Bravo.
Antes de ingresar a dicho territorio, Floriberto señala que solamente había potrero porque era una zona ganadera. “Me fui acomodando, hice mi huertico, mi cebolla, café y verduras para comer mi familia y yo…Con el tiempo mi mujer se enfermó, los hijos quisieron estudio, me quedé solo con mi señora, se enfermó de la mente y me tocó más duro. Por la enfermedad de mi señora tocó dejar un poco esto”, explica.
Hernán cuenta con un restaurante en Montclar que se abastece de la huerta que tiene en asociación con Floriberto. Señala que la llegada de Libero Cobre le ha beneficiado para atender empleados y visitantes interesados en el Proyecto Mocoa. La propuesta de los campesinos es que la compañía ayude a financiar una huerta de amplia magnitud para abastecer el restaurante y hacerlo un negocio sostenible.
Ambos son un ejemplo de la economía circular que se pretende implantar la empresa minera en armonía con el medioambiente. Por ahora, solamente le han arrendado un espacio para el campamento en el que se hace el aprovechamiento del recurso hídrico. Precisamente, el servicio de agua que llega a los putumayenses es una de las quejas más recurrentes entre los pobladores.
“El agua es de baja calidad. A raíz de la avalancha que generó la tragedia en Mocoa donaron una cantidad de dinero considerable y de ahí sacaron para hacer un acueducto, pero volvieron e hicieron las mismas cosas que estaban mal; así que nos quedamos sin agua si llueve”, señala Abello.
Cualquier lluvia fuerte en Putumayo paradójicamente deja sin agua a los pobladores. Esto se da porque el sistema de acueducto se da por intermedio de un sistema de bocatomas. Cuando llueve se genera turbiedad en los ríos de donde se extrae el agua para los hogares y las bocatomas se taponan impidiendo que pase el agua a las tuberías. Antes de la avalancha existía este sistema y con la reconstrucción de Mocoa, optaron por lo mismo, sin que la comunidad tuviera una solución real del problema.
Minería con enfoque ambiental
Consciente de esta problemática, Libero Cobre proyectó su exploración en torno al cuidado hídrico. Una vez que consiguieron los permisos de los propietarios de los predios para la exploración, construyeron la plataforma de 10 x 10 metros para la máquina de perforación que funciona con el aprovechamiento de aguas lluvias. Estas son captadas por medio de un sistema de canalización y el recurso hídrico recircula en las labores de exploración del subsuelo.
Sin explosivos, uso de mercurio o cianuro, Libero Cobre lleva a cabo su exploración únicamente con arcillas naturales como la bentonita. Además, establecieron 16 estaciones de monitoreo del recurso hídrico. Los resultados son valorados en laboratorios externos acreditados por el IDEAM.
En estas estaciones se mide el caudal, nivel de oxígeno, ph y turbiedad del agua en una línea base. El monitoreo se hace para tener en cuenta el estado del recurso hídrico antes, durante y después de la exploración. La comunidad también hace parte de este proceso gracias a capacitaciones que ha brindado el SENA sumado a otras entidades que están al tanto de las actividades de la compañía minera.
“Estamos buscando información de la empresa. Sabemos que en este momento la empresa está haciendo la exploración. En esta fase los impactos son mínimos y en cuanto a la parte ambiental vamos a ir a ver, vamos a enterarnos, hacer la inspección ocular, mirar qué tanto impacto pueden generar estas actividades, qué tan sensibles son estos ecosistemas que tenemos acá y después con relación a eso vamos a emitir un concepto técnico para que todas las entidades estén enteradas”, afirma Deisy Paz, ingeniera ambiental que integra la comisión de veeduría ciudadana que se le hace a la compañía.
La profesional explica que en caso de que Libero Cobre se salga del marco establecido por la ley para llevar a cabo su exploración, notificarían a Corpoamazonía y demás entidades competentes para que realicen la verificación.
Economía circular
Previo a la tragedia natural de 2017 en Mocoa, la comunidad de Putumayo sufrió uno de los golpes a su economía más grande con los esquemas de pirámides, en especial con DMG. El departamento fue uno de los más damnificados y centenares de campesinos dejaron sus ahorros y propiedades en manos de estas compañías que terminaron estafándoles.
A lo anterior se suma que Mocoa, fue –detrás de Arauca- la segunda ciudad con la tasa más alta de desempleo el año pasado con un 24,3 %. En Mocoa la comunidad afirma que la única posibilidad de obtener empleo es contando con un “padrino” en alguna entidad pública, porque de lo contrario hay pocas posibilidades de ingresar al mundo laboral de manera formal.
En torno a Líbero Cobre se han fortalecido dos emprendimientos. El primero es el de Cuarán Vélez, un zapatero que ahora se encarga de fabricar las botas de dotación de los empleados de la compañía. “Me dijeron: ‘Vamos a necesitar unas botas con estas condiciones’ y yo nunca lo había hecho por las exigencias de hacer una bota industrial. Empecé a investigar y lo hice. El primer pedido fueron 64 pares de botas, luego 100 y después 200”, expresa Vélez, quien tuvo que buscar proveedores y empleados para cumplir con las metas.
También está el ejemplo de Diverso Mocoa, una compañía encabezada por Magaly Rodríguez. La empresa se encarga de fabricar los uniformes de Libero Cobre con la participación de madres cabeza de hogar. “En la Alcaldía y la Gobernación todo lo compran de otro lado y si uno hace mil camisetas nadie se las compra. Aprendí empíricamente e hice un técnico en el SENA… Nos contactaron de Libero Cobre, hicimos una muestra y nos cancelaron por adelantado”, dice.
Mientras dirimen una disputa legal sobre si Libero Cobre debe o no hacer consulta previa con el reguardo Indígena Inga Condagua para hacer exploraciones en la zona, Floriberto sigue disfrutando de lo agradable que es vivir rodeado de la naturaleza. Él y su socio Hernán siguen denominándose como los guardianes del mopa mopa, el arbusto que da el barniz con el que los artesanos de Nariño desarrollan sus artesanías.
A pocos kilómetros del lugar donde se presentó el desastre natural de Mocoa en 2017, que arrasó con decenas de barrios y culminó con la vida de centenares de personas, algunos habitantes de la región ven una esperanza en el cobre. Si bien los pobladores no olvidan las familias de varias generaciones desaparecidas, la Ruta Verde: de la Electromovilidad a la Transición Energética intenta que al menos algunos vean una oportunidad que le permita al municipio ser la sede del futuro energético del país o de la región.
¿Cómo desarrollar una industria circular en torno al cobre? Mocoa podría ser el faro, pero la característica de productor -a pesar de ser importante- no es la única. En el mercado un kilo de cobre cuesta 50 mil pesos, con ese kilogramo se pueden hacer motores para scooters y el valor agregado del scooter podría llegar a más de 5 millones de pesos, solamente con el uso de un kilogramo de cobre.
«Los minerales y las fuentes energéticas las tenemos y en demasía ¿Las usamos o no? Otra vez América Latina tiene los minerales que necesita el mundo. Desde esa perspectiva somos estratégicos si nos juntásemos, si nos juntáramos sentiríamos lo que significa el poder en una geopolítica que está variando en el planeta”, señaló Petro durante su intervención en la Sesión Plenaria del Consejo Permanente de la OEA en referencia al cobre y al litio.
Lo dicho por el mandatario va en sintonía con lo planteado en el Proyecto Mocoa. Una vez quede consolidado el primer Complejo Industrial de Cobre el país podrá producir paneles solares, transformadores, carros eléctricos, motores y generadores eólicos.
Pero más que una proyección a futuro, la cara de Mocoa está comenzando a transformarse. Por ahora, de la mano de Libero Cobre, quienes se encuentran en una fase de estudios técnicos y científicos de las 619 hectáreas que abarca el proyecto. El inicio del cambio se está gestando en Montclar, una vereda ubicada al norte de Mocoa. Sin embargo, han tenido que remar contra la corriente debido a una serie de reclamos del resguardo indígena Inga Condagua.
Caracterización de Montclar
Para llegar a la vereda es necesario atravesar el casco urbano de Mocoa y su bienvenida la da un puente colgante, que es la única comunicación de entrada y salida que tiene. En su vegetación se destacan los cañales y matas de plátano sembradas en pequeñas colinas que reciben el baño de múltiples quebradas, mientras el Río Mocoa la rodea con la sonora colisión de la corriente contra las rocas.
Desde que en 1945 llegó la familia Gaviria Calvache proveniente de Santa Rosa (Cauca) a la vereda que hoy se conoce como Montclar, el sector ha tenido un enfoque agrícola con el maíz, yuca y caña como eje. La colonización del territorio virgen en aquel entonces continuó con las expediciones de los Ruiz, Macías y Cerón, quienes ingresaron por San Antonio, la vereda vecina.
Con los años la población creció en Montclar y los más jóvenes emprendían travesías de más de dos horas para llegar a la escuela. Así fue la dinámica hasta que en 1984 Medardo Cerón donó lotes para el colegio construido en madera y para la Junta de Acción Comunal. Desde entonces comenzaron procesos de titulación y delimitación. De hecho, el nombre de la vereda se lo deben al ingeniero Fray Isidoro de Montclar, quien la delimitó y bautizó a las quebradas.
Solamente hasta 1971 la vereda comenzó a transformar su actividad y se abrió a la minería. Se dio con la llegada de Ingeominas a la parte alta del Río Ticuanayoy, al oriente de la vereda. Ellos hicieron los primeros estudios sobre la posibilidad de un hallazgo minero en la zona, ante cierta zozobra de los pobladores.
En 2007 llegó Vitugold. “En ese entonces, la presidenta de la JAC era Ercilia Ruiz y convocó a las comunidades, al alcalde y a Corpoamazonía, para que la empresa socializara el trabajo. En los alrededores del proyecto se realizaron pequeñas actividades y la empresa duró 7 meses”, señaló Betty Jiménez, integrante de la JAC de Montclar.
Cobre (Cortesía)
Para 2011 llegó Mocoa Ventures. “Con el aporte de ellos se lograron algunas cosas, pero no fue suficiente para nuestra vereda”, explica Jiménez. Con la salida de esta compañía pasó casi una década hasta la llegada de Libero Cobre, con la que se firmaron convenios y solicitud de permisos a los dueños de los predios en los que venían a comenzar la fase de exploración, en la que todavía se encuentran.
Actualmente, Monclar posee 146 viviendas y 158 habitantes, de los cuales el 90 % está vinculado al proyecto de Libero Cobre. La JAC recoge fondos para mantener el único acceso a la vereda, un puente colgante que atraviesa el sonoro y serpenteado sendero del Río Mocoa.
Los tropiezos del proyecto
Las cosas para la compañía no han sido fáciles, teniendo en cuenta que la actividad la ejercen en un territorio que es considerado por muchos de sus habitantes como Amazónico y que por tanto le obliga a cuidar de la reserva ambiental de la zona. Primero, tuvieron que ganarse la confianza de la comunidad y ahora enfrentan reclamos del resguardo Inga Condagua, quienes reclaman parte de la zona en la que se desarrolla la exploración.
En abril del año pasado hubo una tutela radicada por el resguardo para que se realizara una consulta previa y fue admitida. Lo anterior porque consideraban que el proyecto minero se desarrollaba dentro del resguardo. Sin embargo, Libero Cobre y el Ministerio del Interior impugnaron el fallo que se modificó en una segunda instancia. Del 21 al 24 de julio los representantes del resguardo, de Libero Cobre y del Ministerio del Interior constataron si había o no presencia del proyecto en territorio del resguardo.
Después de la visita la Dirección de la Autoridad Nacional de Consulta Previa resolvió: “Procede la consulta previa con la comunidad étnica accionante: Resguardo indígena de Condagua, localizado en el municipio de Mocoa, departamento de Putumayo en el marco del cumplimiento de las órdenes judiciales de 2° instancia emitidas por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Mocoa- Sala Única de Decisión”.
Los pobladores de la vereda señalan que la confrontación con el resguardo Inga Condagua ha disminuido y por parte de la compañía aseguran que se siguen tejiendo puentes para continuar con el proyecto sin tener incidencia o afectación del territorio étnico. Además, afirman que cuentan con los permisos de los dueños escriturados de los predios para realizar su actividad minera.
Este proceso fue tutelado por la comunidad de la vereda de Montclar y aún se encuentra en su fase de definición. En 2019 el Ministerio del Interior determinó que no procedía consulta previa, pero en 2022 esa decisión fue entutelada por el resguardo Inga. “Acataremos lo que defina el Ministerio del Interior”, señalan desde Libero Cobre.
Desde la arena política, Andrés Cancimance -representante a la Cámara por Putumayo por el Pacto Histórico- ha rechazado el convenio suscrito entre Libero Cobre y la Universidad Nacional en concordancia a los reclamos de la comunidad indígena Inga Condagua.
El “Proyecto Mocoa” que pone en riesgo los recursos hídricos de la región, violentó el acuerdo 020 de 2018 del Concejo Municipal y no cumplió con la consulta previa a los pueblos étnicos. Le pedimos a la Rectora @DollyMontoyaUN que revise este convenio. #ElAguaValeMásQueElCobrepic.twitter.com/o892FC3HAE
Por el momento, Libero Cobre continúa con su actividad centrada en trabajar con cobre reciclado para comenzar con una producción industrial a pequeña escala con scooters en sociedad con la compañía Hakuna. Para el año entrante esperan diversificar la producción con productos de primer uso como el cable, tuberías y repuestos para motores o transformadores; y en 2025 proyectan una expansión que contribuya a la transición energética para transformar los minerales de cobre a cobre metálico.
Según el representante a la cámara por el departamento del Putumayo, Carlos Ardila, la reconstrucción de Mocoa no avanza al ritmo que la comunidad quisiera. Según él, estos trabajos enfrentan todo tipo de dificultades en lo técnico, en lo social, retos en lo predial y, cantidad de temas que no han permitido que los proyectos que están en ejecución se conviertan en obras en servicio para la comunidad.
El congresista liberal citó dos ejemplos: el primero, el acueducto, pensado y contratado desde el 2017, “este proyecto enfrenta dificultades y retos en la fuente de captación, retos en el diseño del mismo, retos en las redes de distribución, y retos para poder lograr micromedición y demás”.
Ardila dijo en diálogo para Confidencial Colombia que el municipio suspensiones del servicio de agua.
Otro asunto que preocupa al representante Ardila está relacionado con la construcción de viviendas tanto rurales como urbanas: “Sauces II, es un proyecto que se contrató en el 2017, tenía un contratista que terminó matriculado en un escándalo de corrupción. El contratista cedió y el nuevo contratista no cumplió”.
Y agregó, “después de estos cinco años, con recursos asignados la fase II de viviendas o Sauces II como se conoce que son 906 viviendas, ha entregado cero viviendas a los habitantes de Mocoa que tanto la necesitan y, en vivienda rural ocurre lo propio. En un principio se hablaron de 360 viviendas, luego 350, luego 300. Resumen del cuento, hoy no hay viviendas rurales cuando hay recursos y estos duermen en una fiducia.
“No me atrevo a decir que esto es un elefante blanco porque ni siquiera se han construido. El proyecto de acueducto funciona a medias o funciona parcialmente y hoy requiere de unos ajustes y de unas obras adicionales para poder funcionar como Mocoa lo necesita.
Esta semana el Banco BBVA y el Ministerio de Educación entregaron útiles escolares en varias instituciones de la ciudad, que comienza a levantarse de las ruinas.
“Debo agradecer el apoyo de BBVA con las víctimas de Mocoa y el compromiso con la educación de esta ciudad”, dijo la ministra de Educación Nacional, Yaneth Giha quien además pidió un aplauso para los habitantes de esta ciudad que hace apenas un mes, vivía una tragedia sin precedentes, durante el acto de entrega de 4.000 morales con útiles escolares a los niños de Mocoa y de 30 bibliotecas para las instituciones educativas afectadas durante la tragedia del pasado 1 de abril.
En la entrega, una de varias que se llevaron a cabo en la ciudad, el presidente de BBVA, Óscar Cabrera dijo que: ”Estamos comprometidos con Mocoa y por eso vinimos a entregar lo que anunciamos: 4.000 morrales con útiles escolares para que los niños que lo perdieron todo puedan regresar a clase con sus materiales completos y 30 bibliotecas que adquirimos con los aportes de nuestros clientes en el marco de la campaña Leer es mi cuento”, dijo Cabrera.
El directivo añadió, “Los quiero invitar a que pongan atención a sus maestros y a sus padres y a que saquen el mejor provecho a estos materiales que les estamos entregando, es una gran oportunidad de salir adelante, dijo Cabrera
Los actos de entrega comenzaron en la sede de la Institución Educativa Fray Plácido, sede Miraflores, cuando la comitiva integrada por la ministra de Educación Nacional; Janeth Giha y el presidente de BBVA; Óscar Cabrera, acompañados del rector del colegio hicieron entrega de los primeros 650 kits a las niñas y niños de la institución.
“Estoy muy agradecido con usted ministra, quiero que no deje de ayudarnos y que siempre regrese a Mocoa y muchas gracias al BBVA», dijo Alejandro, entre palabras entrecortadas por la emoción y los nervios. Él es el símbolo de la tragedia en esta institución educativa, ubicada en una de las orillas del río Sangoyaco, uno de los causantes de la tragedia que dejó más de 340 muertos y miles de damnificados y que aunque no afectó las instalaciones del plantel de manera directa, lo dejó en situación de riesgo.
En días pasados BBVA anunció un paquete de medidas extraordinarias enfocadas a sus clientes, empleados y a la comunidad estudiantil afectados por la tragedia entre las que se destacan exoneración por retiros en los cajeros de la entidad en la ciudad y en los cobros de las primas de riesgo de los asegurados afectados, líneas de crédito especiales para comerciantes y morrales para los niños de la ciudad.
Los morrales que entregó BBVA están conformados por cuadernos, diccionario, cartuchera con lápices, colores, borrador, sacapuntas, regla, pegante y tijeras, una carpeta con papel bond y papel seda, crayones, vinilos y pinceles y un recipiente para líquidos que les permitirá a los niños retomar sus clases y terminar con normalidad el año escolar tras la pérdida de todos sus materiales escolares y la afectación de algunas de las instituciones educativas de la ciudad en la avalancha ocurrida en la noche del 31 de marzo pasado.