A pesar de la suspensión de numerosas competencias deportivas por culpa de la crisis pandémica, las apuestas deportivas online crecieron con vigor en Colombia en 2020. Según Coljuegos, empresa pública colombiana que regula la actividad de las empresas de juego en el país, las de apuestas contribuyeron con el 85% al volumen de negocio total.

Por primera vez desde que el juego en línea está regulado en Colombia, los operadores de apuestas por internet en alcanzaron a lo largo de un año, el pasado, una facturación superior a los ocho billones de pesos. Concretamente, se alcanzaron 8,3 billones en ventas, lo que supone un 73% más que la cifra registrada en el año 2019.

Asimismo, los jugadores (que hacen apuestas deportivas) consiguieron premios por valor de 7,7 billones de pesos en 2020; montante que equivale a un retorno al jugador de casi el 93% y deja a las claras que se trata de una actividad ventajosa para los usuarios si la comparamos con otras modalidades de juego, ya sea presencial o en internet.

Por su parte, el Estado colombiano obtuvo importantes ingresos de las empresas de apuestas reguladas. Los diecisiete sitios web de apuestas que operan en el país con autorización (de Coljuegos) registraron 3,7 millones de cuentas activas – usuarios – durante el pasado año y Coljuegos obtuvo recaudos impositivos por valor de 394.000 millones de pesos.

Ello se explica porque, en base a la regulación del juego vigente en Colombia desde 2016, los operadores de apuestas deben aportar el 15% de sus ganancias en concepto de impuestos, y la recaudación obtenida revierte directamente al Sistema Subsidiario de Salud, contribuyendo así al mejoramiento de la salud de todos los colombianos.

La regulación colombiana, referencia en la región

Una de las virtudes del modelo colombiano es que se ha desarrollado teniendo en cuenta los aspectos clave y sin dejar de lado a ninguno de los actores que juegan un papel en el sector; que son los operadores de juego y las asociaciones empresariales por una parte, pero también las entidades que velan por la protección de los consumidores y usuarios.

Gracias a la estabilidad y certidumbre regulatoria de la que gozan los operadores, en Colombia operan ya algunas de las mejores casas de apuestas online, empresas de juego que son referentes del negocio y que en algunos casos tienen extensa presencia internacional, como es el caso de Luckia o Codere.

Por todo ello, Colombia se ha convertido en ejemplo a seguir para otros países latinoamericanos determinados a regular el juego y las apuestas en línea. Tal es el caso de Perú y México, pues en ambas naciones se han presentado ya proyectos normativos para fiscalizar y controlar las actividades de las compañías de juego en internet.

El desarrollo de la industria del juego y las apuestas en el país cafetero es tal, que desde el Ministerio de Hacienda se hacen estimaciones que apuntan a que en 2021 el sector contribuirá con un 6% al crecimiento de la economía colombiana, y lo cierto es que las cifras relativas al primer cuatrimestre del año señalan esa posibilidad.