Una ofensiva en contra de quienes intenten depredar las fuentes de agua y otros activos del patrimonio ecológico llanero, será adelantada en la región por parte de Cormacarena. Será una alianza con otras entidades regionales para defender la biodiversidad de la capital del Meta.

Cormacarena, la Procuraduría Judicial, Ambiental y Agraria, Fiscalía General, Electrificadora del Meta (EMSA), Edesa, Policía Nacional, Defensoría del Pueblo y la Alcaldía de Villavicencio trabajarán de manera conjunta para defender las rondas de los ríos, los caños, humedales, matas de monte y bosques naturales.

El plan de defensa medioambiental se enfocará en los constructores ilegales y piratas que se asienten en esas zonas protegidas. Este plan incluye una etapa de coordinación con las empresas de servicios públicos para que no ofrezcan cubrimiento en esas zonas. De lo contrario se estaría incentivando la urbanización de esas zonas que guardan el futuro hídrico de la región.

Las tétricas imágenes del Casanare en medio de la sequía que lo estaba aquejando hasta hace tres semanas son algo que este plan de acción quiere conjurar al poner la protección de las zonas originarias de agua por encima de cualquier consideración. Además, este plan busca hacer cumplir la ley que impide cualquier construcción en esas zonas.

La prevención de construcciones irá de la mano del saneamiento de esas áreas que se ven amenazadas por la contaminación de las aguas, la mala disposición de residuos sólidos y líquidos y la construcción ilegal.