James Vardy ha sido una de las grandes revelaciones del fútbol en estos casi dos años que el Leicester ha sorprendido primero en la Premier y más tarde en la Champions. Es quien mejor representa esta rebeldía que han supuesto los foxes. En 2007 militaba en la séptima división inglesa, hoy en día es uno de los referentes en al delantera de Inglaterra.

Pero para llegar a donde ha llegado tuvo que pasar por varios baches en el camino. Uno de ellos lo ha recordado hoy el entrenador del Leicester Craig Shakespeare quien, en 2013 ayudando al entonces técnico Nigel Pearson, fue una de los personajes clave para que Vardy no perdiera el camino y acabara como representante de una discoteca en la famosa isla española de Ibiza.

La culpa habrían sido los malos resultados cosechados en su primer año en el Leicester cuando este militaba en la Championship. «Nuestro trabajo es apoyar a los jugadores. A veces tienen dudas, y Jamie es el primero en aceptar que en ese momento estaba en un momento malo», explicó Shakespeare, que convenció a Vardy par que no se retirara junto a Pearson y a Steve Walsh, jefe de ojeadores de la entidad.

«Yo, Nigel y Steve estuvimos ahí para apoyarlo. Todo lo que hicimos fue hablarle de todas las cualidades que tenía y que pensábamos que podía continuar. No sólo le dijimos que tenía potencial para jugar en la Premier League, sino para ser internacional absoluto«, confesó. «Le dijimos que confiábamos en él y que contábamos con él en el presente y en el futuro. Al final, para suerte de todos, no acabó yéndose a Ibiza. Y creo que tomó la decisión correcta», comentó entre bromas Shakespeare.