Los ingenieros de petróleos agremiados en Acipet revelaron que la inversión extranjera en hidrocarburos se ha venido disminuyendo por cuanto hay un represamiento en la aprobación de las licencias ambientales en los últimos doce meses, situación que ha generado que un 30 por ciento de los equipos de perforación estén parados en este momento.

El presidente de Acipet, Hernando Barrero Chávez aseguró en Confidencial Colombia que esa situación trae de hecho impactos económicos aclarando que si bien se proyecta que no habrá crecimiento en la inversión, el país podría cerrar por los niveles de 2012 que fueron de 11.000 millones de dólares. “El crudo es un buen jalonador de las inversiones generales en el país y puntualmente de la inversión extranjera directa que tanto le ha ayudado al crecimiento económico nacional”.

Chávez indicó que en medio de las vicisitudes, el país seguirá por la senda del millón de barriles por día por cuanto la caída se dio en nuevas exploraciones, pero no en la explotación que se registra a la fecha.

Agregó que la industria petrolera seguirá creciendo, entre otras cosas, por la entrada en operación del oleoducto bicentenario que pone al servicio del sector un sistema moderno, práctico y ambientalmente más amigable.

“La parálisis no amenaza la producción petrolera de hoy porque estamos hablando de explotación de crudo en diversos campos petroleros, en lo que si habría afectación es en el crecimiento de la producción porque nos alejamos de las meta de mayor crudo exportado a diario, situación que golpea también las reservas, indicador clave en el crecimiento del país”, afirmó.

Impuestos al crudo en la mira del Congreso

El vocero lamentó la persistencia que hay en el Congreso de la República con unas iniciativas que pretenden gravar con impuestos adicionales y de corte regional la renta petrolera. “Desafortunadamente ese fantasma sigue rondando y eso lo vemos con preocupación porque ello implica volver al pasado que nos pone de nuevo en el camino equivocado”.

Comentó que ese tipo de decisiones han demostrado que iniciativas de semejante calibre, van en detrimento de las compañías, de la industria y del país. “Por ahí no es, volvemos a lo mismo y cometemos el mismo error. Si cambiamos las cosas, volveremos a lo de antes cuando nadie venía a invertir”.

Volvió el terrorismo

A lo anterior, adujo, se volvieron a presentar líos de seguridad porque volvieron a atentar contra los oleoductos, situación delicada porque se pasó de cero atentados a la infraestructura petrolera hace cuatro años a 47 en el solo oleoducto Caño-Limón-Coveñas. “Solamente la semana pasada hicieron tres que obligaron a parar la producción y eso genera mucha desconfianza en la inversión”.

Expresó reserva con las metas de gobierno en política petrolera porque no hay de fondo una política de estado que le de tranquilidad y proyección al sector de hidrocarburos. El asunto cambiaría con inteligencia, coherencia y compromiso.

Hay que apostarle a crudos no convencionales

En opinión del presidente de Acipet, la inversión debe apostarle con todo a los crudos no convencionales porque estos traen implícitos un éxito rotundo en medio de las circunstancias. Cabe decir que este será uno de los temas a tratar en el XV Congreso Nacional de Petróleo y Gas que tendrá lugar en Bogotá entre el 20 y el 22 de noviembre.

Los crudos no convencionales, afirmó, si les interesan a los inversionistas, pero desafortunadamente estamos en una época de incertidumbre que llevan a las comunidades al pánico, incluidas las autoridades regionales que sienten pavor cuando se les habla de este tipo de exploración y fuente de riqueza.

“Como no conocen del asunto, se toman medidas preventivas para evitar líos con las comunidades que representan. El primer paso para los crudos no convencionales ya se dio y fue la apertura que de manera acertada hizo la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) al invitar a las compañías para que participaran en este negocio, pero viene algo más duro y es el trabajo social que consiste en llevarle el mensaje a las comunidades con un lenguaje sencillo de tal manera que el país entienda de que estamos hablando”, añadió.

Aparte del nudo formado por las comunidades, está la situación con las autoridades ambientales que le dedican más tiempo a las solicitudes de exploración. “La verdad no tiene porque existir tanto temor y para ello traeremos al Congreso Petrolero a un experto de talla mundial sobre hidrocarburos no convencionales para que dicte una conferencia que con seguridad despejará todas las dudas”.

Barrero Chávez dijo que los asistentes a este evento quedarán ilustrados sobre cual ha sido la experiencia de una reconocida empresa en el ámbito mundial con este tipo de crudos toda vez que hablarán de que han hecho en donde lo han hecho y cuales son los impactos económicos, sociales y ambiéntales. También hablarán de inconvenientes y bondades con un lenguaje aterrizado.

“Al tema hay que cambiarle el nombre ya que los hidrocarburos no convencionales son una premisa equivocada porque los hidrocarburos que se producen con esquistos bituminosos o arenas asfálticas son exactamente los mismos que se producen por el sistema tradicional, es decir el mismo método que hemos utilizado en Colombia por más de 100 años. Aquí hay que hablar de tecnologías no convencionales”, precisó.

Aclaró que las tecnologías para esta exploración son de mayor costo y mayor riesgo, sin embargo reiteró son manejables. Sostuvo que está demostrado que la producción es mayor a la extraída con el método tradicional.

Para el presidente de Acipet, las perspectivas son excelentes y sumamente atractivas lo cual debe motivar y llamar la atención de los inversionistas de países desarrollados como es el caso de Estados Unidos en donde el año pasado aumentó la producción de crudo por la explotación de hidrocarburos no convencionales, lo cual demuestra que el asunto si funciona.

El crudo pesado representa el 70 por ciento de la producción nacional lo cual no es lo mejor, pero tampoco el más lamentable indicador. “Ecopetrol se ha proyectado bastante bien y ha pensado en esa situación y en las cargas a las refinerías de manera tal que le podamos sacar el mayor rendimiento posible a los crudos pesados, luego no hay problema y ojala haya bastante de ese petróleo”.

En Colombia transportar un barril de petróleo cuesta en promedio 10 dólares por barril mientras que por carro tanque el precio oscila entre 25 y 30 dólares por barril, dependiendo de la distancia.