¡Qué serie tan enganchadora! Aborda las pericias de los años 60, 70 e inicios de los 80; eventos históricos de Colombia y el mundo; la literatura; el conservatismo; el feminismo; el servicio militar obligatorio; el síndrome de down; la afiliación a las guerrillas; las drogas recreativas; el homosexualismo y el lesbianismo.
Todos estos temas tratados más allá del tabú y del cliché entre lo sensacionalista, lo erótico y lo morboso.
Desde luego, la tercera temporada de ‘La primera vez’ se queda corta para darle fin a la saga del eterno enamorado Camilo Granados (Emmanuel Restrepo) y su mundo escolar, universitario y periodístico.
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Acabamos de ver con emoción el nacimiento de un escritor. No creo posible que la historia se concluya con la escena de Camilo frente a la máquina de escribir, la llegada apresurada hasta la universidad para que Eva le leyera el manuscrito y la celebración entre ambos por el logro literario. ¡No!
¿La editorial se lo aprobó? ¿Imprimieron el libro? ¿Arrasó con las ventas? ¿Naufragó? ¿Camilo se volvió célebre y dejó a Eva?
Es incipiente pensar que el resto del cuento sea el espectador quien tenga que imaginárselo y sacar sus propias conclusiones sobre lo que -hipotéticamente- pasó después.
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Precisamente, fue el mismo Dago García (guionista de la serie que, según él, está basada en sus vivencias personales) quien anunció que no habrá una cuarta temporada; indicando que la tercera, estrenada el pasado 7 de mayo de 2025, marcaría el final.
Pero, yo creo que Dago mintió. La trama está inconclusa.
Si bien la novela entre Eva Samper (Francisca Estévez) y Camilo Granados no quedó en nada (aunque siempre se supo que por decisión de ella solo serían ‘amigos con derechos’) no hubo un desarrollo del personaje de Martín Salcedo (Sergio Palau), por ejemplo.
Es decir, nunca se supo si es o no gay. La audiencia esperaba que sí lo fuera y que Gustavo Pabón (Julián Cerati) lo ayudara a reconocerse. Por qué no, que ahí surgiera una relación amorosa que venciera la amargura de Martín y los lanzara hacia el deseo como los vimos en la primera temporada. Faltó repetir esa escena.
Tampoco tenía que ser así. Pero es que a Salcedo no le concretaron ni una novia al menos. El personaje solo quedó reducido a un consumidor frecuente de cocaína y un joven sin oportunidades que se reencuentra fallidamente con su padre.
Ahora bien, ¿qué siguió después del fracaso en la carrera futbolística de Álvaro Castro (Brandon Figueredo)?
Solo se resolvieron: la reivindicación de los derechos de Pabón al reincorporarse a las Fuerzas Militares que, arbitrariamente, lo habían sacado del pelotón por ‘marica’, por culpa del acosador Octavio Quiñones (Ángelo Valotta), quien pasó de ser el rey del bullying a aceptarse homosexual y declarársele a Pabón, experimentando un merecido rechazo.
La inclusión de Janet (Juliana García), la primera estudiante con síndrome de down en ingresar al José María Root. ¡Qué interpretación tan brillante la de esta joven actriz!
Así como la reconciliación entre madre e hijo ante el viaje a EE. UU de Lucy Cepeda viuda de Granados (María Cecilia Botero) y su novia, Lucero Suárez (Luz Stella Luengas).
La patraña da un giro inesperado: contrario a un final anhelado únicamente entre los protagonistas (como suele pasar en casi todos los melodramas), los que sí sellaron su unión hippie fueron: Rodrigo Arbeláez (Mateo García Mazo) y Luisa Salcedo (Sara Pinzón). ¡Muy bellos! Es la relación más bonita de toda esta ficción.
Lo es también el amor triunfante y más genuino del largometraje que, en la segunda temporada se desmorona y se diluye hasta hacernos pensar que estaba extinto: el de la ‘señora’ Ana (Verónica Orozco) y José Granados (Santiago Alarcón), gracias a un libro del Kamasutra descubierto por Eva, que reaviva la pasión -hasta ahora desconocida- entrelos padres de Camilo.
Enhorabuena por los logros personales y académicos de Ana con su ingreso a la nocturna para habilitar el bachillerato, gracias al espaldarazo de la Dra. Alicia López (Adriana Arango), una rectora que al principio se mostró autoritaria, tosca y caricaturesca, pero que terminó siendo una mujer justa, solidaria y empática. Triunfó la liberación femenina…
En una entrevista de Revista Semana a Dago, el libretista afirma: “Hay muchos temas alrededor de la serie que no han terminado de superarse. Es increíble que, a pesar de que la serie ocurre en los años setenta e inicios de los ochenta, le hable de una manera muy cercana a la gente de hoy. Los temas siguen en la agenda pública”.
Con esta declaración, los fanáticos de ‘La primera vez’ esperamos la cuarta temporada. ¿O no?
Johann Benavides
@PrensaBenavides
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