En la noche del 16 de julio de 2025 hubo un concierto de Coldplay en Boston, Estados Unidos. Allí, las populares ‘kiss cam’ captaron a una pareja que, al ser expuesta en las pantallas, reaccionó escondiéndose.
Fueron unos segundos… Los suficientes para quedar en evidenciaal estar abrazados como novios y soltarse rápidamente. Él se agacha y sale de cuadro. Ella se lleva las manos a los ojos, da la espalda y se retira; lo que alimentó las especulaciones de una presunta infidelidad.
Incluso, el cantante británico, lo ratificó en pleno show al comentar: “Miren a estos dos”. “Tal vez están teniendo un amorío o son muy tímidos”.
Minutos más tarde los avergonzados eran tendencia en Tik Tok. A hoy, han sido observados por todo el mundo en redes sociales.
Esto hizo que internautas fueran al fondo del asunto e identificaran en LinkedIn a los protagonistas del vídeo: Andy Byron y Kristin Cabot.
Andy es el CEO (director ejecutivo) de Astronomer, una empresa privada estadounidense de infraestructura de datos; y Kristin, la directora de recursos humanos de su empresa (desde hace 9 meses).
Al parecer, ambos tendrían una aventura, pues con los nombres, los mismos internautas husmearon sus perfiles y encontraron que ella es divorciada y él está casado con Megan Kerrigan (quien a raíz del suceso retiró el apellido de su cónyuge de redes sociales y borró publicaciones). El matrimonio tiene 2 hijos.
Sin embargo, más allá de la risa que nos causó cuando apareció en nuestros teléfonos el vídeo, el tema ha trascendido y se puede poner peor porque el análisis es desde varios frentes; no solo desde la infidelidad que repudiamos socialmente.
Hay dos familias destruidas con hijos de por medio y el impacto para esos niños debe ser devastador.
Claro, me van a decir que por qué no lo pensaron los amantes antes de ir a un concierto y abrazarse… Que la culpa es de ellos. ¿Quién iba a pensar que el destino y el azar les iba a cobrar así de feo?
A partir de ahora tendrá que haber regulaciones sobre el derecho a la intimidad en espacios de aforo y espectáculos. Así como cuando en un lugar público te informan con avisos que estás siendo grabado y monitoreado.
El cantante hizo un comentario muy humano y desde la improvisación artística (no tuvo maldad), pero vaya problema en el que se puede estar metiendo porque el CEO no creo que se quede quieto.
Nunca en un concierto ponchan tantos segundos a una persona del público. Jamás. Apenas se ría o grite lo quitan. Acá los evidenciaron y casi se ganan una abucheada, tras la opinión de Christopher Martin y las risas de los asistentes.
Al camarógrafo le pareció bien prolongar la toma. ¿Se ensañó?
El deterioro de la imagen de la empresa para la que trabaja la pareja captada, trae problemas también para quienes laboran allí. La pregunta es: ¿Justo o injusto que el CEO y la directora de Recursos Humanos pierdan su trabajo? Moralmente vamos a decir que sí, pero… ¿y si son buenos en su oficio?…
“Lo que debería haber sido un momento privado se convirtió en un hecho público sin mi consentimiento”. “Respeto a los artistas y animadores, pero espero que todos podamos pensar más profundamente sobre el impacto de convertir la vida de otra persona en un espectáculo”.
Sin pretender justificar sus acciones (que inclusive hacen parte de su vida privada), pero eso sí: siendo muy objetivos, hay que prestarle atención a estas palabras que escribió Andy Byron en un comunicado donde pidió perdón a su familia y que, horas más tarde, la compañía Astronomer desmintió, argumentando que es falso.
Lo que sí es cierto es que nadie quiere ser famoso de esta manera.
¿Cómo se levantan dos personas ante semejante escarnio?
Encausar la vida nuevamente les va a llevar buen tiempo.
Saludos,
@PrensaBenavides
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