Candidatas y candidatos tienen la valiosa oportunidad de poner en escena pública y mediática sus habilidades de usar estratégica y responsablemente el arte de comunicar a millones de colombianos sus intenciones de obtener una credencial que les permita ser senadores, representantes o disputar la primera vuelta en las presidenciales del 2026. Todo un reto comunicacional.
El efecto de la ‘caliente’ carrera electoral es que la comunicación de los cientos de aspirantes aumenta su éxtasis cuando el actual presidente, Gustavo Petro (@petrogustavo), radical en su discurso ataca sin ‘pelos en la lengua’ a quienes opinan diferente. Ese enfrentamiento verbal, a veces con mensajes vulgares y retadores, viene dejando un clima hostil que pasa de las palabras a las amenazas y por último a las agresiones físicas. Se pierde altura en la narrativa.
Y, como las situaciones de gresca y confrontación inclinan a estimular negativamente a los bandos en contienda, pareciera se está esfumando y olvidando la puesta en marcha de las variadas formas estratégicas de comunicar a las audiencias (electores) con base en el respeto y en engalanar los mensajes con verdaderos contenidos de valor para emocionar al ‘pueblo’ en aras de hacer más viva y transparente la democracia participativa. Los colombianos observan, oyen y leen a sus líderes para evaluarlos.
“El 2026 atraerá a quien demuestre que es capaz de hablarle al país de lo que Colombia necesita y no solo de generar pánico. El que pueda demostrar que es posible mover el país y hacerlo progresar, revolucionar”, dice Ángel Beccassino, Estratega y Consultor en Comunicación Política. Progresar y revolucionar en términos de resolver la pobreza, la violencia y la corrupción.
En esa línea, Isaac Manuel Hernández (@_IsaacHernandez), Consultor Político español añade: “El mejor acto de comunicación es aquel que se convierte en un hecho, lo demás son intenciones. Ahora más que nunca hay que comunicar evidencias, no promesas. Trabajar y trabajar por un mensaje empático y verdadero”. Un mensaje con ideas, planes y acciones enmarcadas en las necesidades del ciudadano elector.
Entre tanto, una visión general creada por la Inteligencia Artificial (IA) nos guía a construir una narrativa esperanzadora, generar emociones y crear una conexión humana con el electorado. Los candidatos deben ser capaces de:
Articular mensajes claros y concisos:
Los mensajes deben ser fácilmente comprensibles, relevantes para las preocupaciones de los votantes y repetidos consistentemente a través de diversos canales.
Utilizar diversas herramientas de comunicación:
Esto incluye redes sociales, medios tradicionales, discursos, eventos públicos y otros medios para llegar a diferentes segmentos de la población.
Generar confianza y credibilidad:
Los candidatos deben ser auténticos y transparentes en su comunicación para ganarse la confianza de los votantes.
Adaptar el mensaje a diferentes audiencias:
La comunicación debe ser personalizada para conectar con las necesidades e intereses de diversos grupos de votantes.
Responder a las críticas y preguntas del público:
La comunicación bidireccional es esencial para construir confianza y demostrar que el candidato escucha a los votantes.
Fomentar la participación ciudadana:
La comunicación política efectiva no solo busca ganar votos, sino también involucrar a los ciudadanos en el proceso político.
La democracia sigue más viva que nunca.
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