El juez Luís Carlos Valois, quien fue al lugar de los hechos para negociar el fin de la rebelión, argumentó que vio al menos 60 muertos y que fue difícil identificarlos porque hubo muchas personas descuartizadas, además de ver los cuerpos de seis hombres decapitados.
Este lunes ocurrió en la cárcel Anísio Jobim (Compaj), en Manaos Brasil, un motín entre los dos grupos delincuenciales más grandes de la cárcel dejando al menos 60 muertos y cerca de 70 heridos.
Según las autoridades, la rebelión dentro del penal empezó en la tarde del domingo y la situación no se pudo controlar hasta la fuerte intervención de las fuerzas militares y la negociación con los delegados de seguridad este lunes.
El secretario de Seguridad Pública del Estado, Sérgio Fontes, manifestó que el motín desató una ola de violencia sin precedentes calificándola como una “masacre”. El Primeiro Comando da Capital, de São Paulo, y la Família do Norte, de Amazonas fueron las bandas criminales que se enfrentaron en el centro de reclusión donde se presentó el incidente.
El juez Luís Carlos Valois, quien fue al lugar de los hechos para negociar el fin de la rebelión, argumentó que vio al menos 50 muertos y que fue difícil identificarlos porque hubo muchos descuartizados, además de ver los cuerpos de seis personas decapitadas.
Al menos 50 muertos en el peor motín carcelario registrado en Brasil pic.twitter.com/950QOMyTJi
— Agencia Télam (@AgenciaTelam) 2 de enero de 2017
12 guardias fueron tomados como rehenes, pero lograron salir ilesos en las negociaciones con autoridades.
El presidio de Manaos tiene 1072 presos y es el penal más grande de Amazonas, actualmente el complejo está dominado por la banda criminal la Familia do Norte.