Por Fredy Carrera

Al parecer las marchas realizadas por los textileros y confeccionistas del país, en días pasados, hicieron que el gobierno creara un paquete de medidas para proteger este sector económico, en temas de contrabando y la importación de productos a precios supremamente bajos.

Dentro de las acciones, se incluye una información más detallada de los registros de importación, la garantía de permanencia de las etiquetas, una reducción de aranceles para los hilos, sin que afecte la industria nacional y fortalecimiento de los controles aduaneros.

La normatividad contempla que fibras, hilos, tejidos, confecciones, ropa de hogar (toallas, ropa de cama, lencería y cortinas) y calzado que se importen al país con precios sumamente bajos sean sometidos a estrictos controles aduaneros.

En cuanto a las mercancías importadas por debajo de los umbrales de precios establecidos, la DIAN pedirá información sobre proveedores en el exterior, el valor de la importación, el agente aduanero que adelanta el proceso y del propio importador, entre otros datos.

En el tema de etiquetas, para verificar el país de origen, se modifica el reglamento técnico para que este sistema de identificación sea estampado o cosido de manera permanente, salvo algunas prendas como la ropa interior.

Por último, a los registros de importación se agregan cuatro variables: peso por prenda, precio por prenda, valor total FOB por kilo y la marca con la cual serán comercializados.

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